Los anfibios podrían escapar de la extinción gracias a un hallazgo español
- En el mundo existen más de 8.000 especies de anfibios, el grupo de vertebrados más amenazado
- Científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales estudian desde 1997 cómo frenar el hongo quitridio
Los anfibios podrían salvarse de la extinción gracias a un remedio descubierto por científicos españoles para combatir el principal problema que los amenazaba: el hongo quitridio. La primera alarma en España surgió en 1997, cuando el equipo de Jaime Bosch, del Museo Nacional de Ciencias Naturales, detectó su presencia. Bosch aseguraba que “en el Parque Nacional de Guadarrama los sapos parteros comunes empezaron a morirse. La causa era un hongo que proviene del Sureste asiático. Tras años de investigación, el único remedio efectivo que hemos encontrado es la aplicación de fungicidas directamente en el agua, en el medio natural donde”. Gracias a un programa de cría en cautividad a partir de los últimos 20 animales supervivientes de esta pandemia, se han liberado miles de animales. El sapo partero común también se encuentra en el sureste madrileño, donde sobrevive gracias a la rehabilitación de abrevaderos y pilones. Carlos Caballero-Diez, investigador de la Universidad Autónoma de Madrid, afirma que “con pequeñas acciones como construir una pequeña rampa, conseguimos que los renacuajos tengan oportunidades”.
Fuera de nuestras fronteras, Brasil es el país más diverso en anfibios del mundo y Colombia es el segundo, con la mayoría de endemismos del planeta. En 2025, se han descubierto y descrito nuevas especies, como el sapo Rhinella chullachaki en Perú, el sapo Boulenophrys pepe en China o la rana Minervarya ghatiborealis en India.
Las investigaciones en la Comunidad de Madrid
En 2025 se ha presentado el informe del estado de conservación de los anfibios en los últimos 30 años en España. Así que es un buen momento para saber el estado de sus poblaciones. Por eso en El Escarabajo Verde hemos acompañado a herpetólogos que estudian los anfibios en la Comunidad de Madrid. Aquí se concentran muchas investigaciones y acciones de conservación. Podemos encontrar hasta 16 especies, desde la alta montaña hasta las zonas agrícolas esteparias.
Con “horario anfibio”, linterna en mano en las últimas horas del día y entrando en las noches de primavera tardía, seguimos los muestreos de científicos y naturalistas que dedican su vida a conocerlos y conservarlos. Iñigo Martínez-Solano lidera uno de esos equipos de investigación desde el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Nos cuenta cómo pueden sobrevivir especies como el Gallipato, el tritón más grande de Europa, o el Tritón Jaspeado, y como los marcan con microchips en las lagunas de la Sierra de La Cabrera. Están realizando el estudio nacional más largo en el tiempo hasta la fecha, 16 años de seguimiento.
Ejemplar adulto del anfibio Tritón Jaspeado en las lagunas donde muestrean los herpetólogos del MNCN de la Comunidad de Madrid RTVE Catalunya
La importancia de los anfibios
En muchos países los anfibios son un componente importante de la dieta de las personas, evitan la transmisión de enfermedades como la malaria y controlan multitud de plagas agrícolas. En la puntera ciencia de la biomímesis, que imita la naturaleza para conseguir soluciones tecnológicas, las patas de algunas ranas arborícolas, con sus almohadillas adhesivas, podrían inspirar el diseño de nuevos vendajes o neumáticos. El movimiento en el agua de las salamandras es inspiración para el diseño de robots subacuáticos. La gran baza para la medicina es la piel de los anfibios.
Además de respirar a través de sus pulmones, utilizan su piel húmeda y segregan sustancias en las que se fijan científicos como César de la Fuente, de la Universidad de Pensilvania, para diseñar nuevos antibióticos sintéticos capaces de acabar con las superbacterias que causan numerosas infecciones. La comunicación de los anfibios es fundamental a la hora de encontrar pareja, pero también para conocer el estado de sus poblaciones. Diego Llusia, experto en bioacústica en la Universidad Autónoma de Madrid registra sus sonidos y extrae información muy valiosa para saber cómo afrontan, por ejemplo, los efectos del cambio climático. Carlos de Hita, experto en sonidos de la naturaleza, pone el broche final a esta historia “no es la primavera silenciosa de los anfibios todavía, pero desde luego el campo sonoro de los anfibios es cada vez más monocorde”
Y las cecilias son anfibios menos conocidos y estudiados, su biología es una caja negra llena de sorpresas que esperamos contaros en algún otro programa.
El escarabajo verde