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Miriam Fernández, artista con discapacidad: "La mayor parálisis que existe no es la mía, es el miedo"

  • Miriam Fernández es una cantante con parálisis cerebral que renace como Renata para transformar la adversidad en música
  • ¿Cómo ayuda la música a personas con autismo?
Miriam Fernández, artista con discapacidad
Miriam Fernández en su casa durante la grabación del programa 'De Seda y Hierro'
M. José Mascarell

Cuando Miriam Fernández nació, los médicos le trazaron un destino de límites. Miriam fue diagnosticada con parálisis cerebral a causa de una complicación en el parto. A sus padres adoptivos les dijeron que jamás podría caminar. A los 4 años dio su primer paso contra todo pronóstico. Era apenas el inicio de un camino lleno de obstáculos, sí, pero también de conquistas.

Miriam Fernández, artista con discapacidad:

Miriam Fernández, artísticamente Renata, en el estudio en el que ha grabado su último trabajo

Hoy, Miriam camina con un andador, canta con el alma y, bajo su nombre artístico Renata, se ha convertido en una artista que redefine lo que significa renacer. “La mayor parálisis cerebral que existe en el mundo no es la que yo tengo, es el miedo. Y ese nos afecta a todos en algún momento de nuestra vida”, asegura en De Seda y Hierro.

Una infancia marcada por la adversidad

La historia de Miriam comienza con un abandono inevitable. Sus padres biológicos, jóvenes y con problemas económicos, la dieron en adopción cuando apenas era un bebé. Fue acogida y luego adoptada por una familia numerosa que, lejos de compadecerla, la empujó a desafiar cada pronóstico.

“Aquí, en esta casa, no hay el no podemos", afirma Marina Rodríguez, su madre adoptiva. “Tenía que acostumbrarse a que tenía que defenderse. Si se caía tenía que levantarse. Y si se caía y había alguien, ella decía: ‘No es que me haya caído, estoy buscando las hormigas que hay en el suelo’. Es una luchadora”, sentencia.

La música me ayudó a sobrellevar un momento duro

La escuela no fue fácil. El aislamiento y las burlas de sus compañeros se hicieron presentes, pero la música apareció como refugio. “Fue mi tabla de salvación”, confiesa Miriam. " La música me ayudó a sobrellevar un momento duro, cuando los niños te ven diferente y se meten contigo”, explica en De Seda y Hierro.

El nacimiento de Renata

El renacimiento de Miriam Fernández llegó con el surgimiento de Renata, su alter ego musical. Así dejó atrás el miedo al rechazo y abrazó su vulnerabilidad.

Su primer álbum como Renata, Metanoia es un viaje sonoro y emocional. “Las letras hablan de la importancia de la salud mental en la sociedad, hablan del duelo, de la pérdida, pero también de la importancia de creer en algo que es más grande que tú”, explica la cantante.

Yo le pido a la vida seguir aprendiendo

Fiel a lo que la vida le enseñó desde niña, Miriam abraza cada día con gratitud: “Yo le pido a la vida seguir aprendiendo, seguir valorando y seguir amando. Y, sobre todo, que me permita que mi sonrisa cambie el mundo y no que el mundo cambie mi sonrisa”.

Porque lo suyo no es solo una carrera musical, sino una lección de resiliencia. Renata no es únicamente un nombre artístico: es la certeza de que, incluso cuando todo parece perdido, siempre existe la posibilidad de volver a empezar.