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Rosa López: "La peor presión es la que se crea una misma"

  • Rosa López presenta en No es un día cualquiera su nuevo disco, 12 diamantes negros
  • Se trata del décimo álbum publicado en la carrera de la granadina, el segundo como artista independiente
Rosa López en la entrevista en 'Patio de voces'
Rosa López presenta '12 diamantes negros', su décimo disco, el segundo como artista independiente. PATIO DE VOCES

En las grandes profundidades, entre 150 y 200 kilómetros bajo la superficie terrestre, donde el calor alcanza los 1300ºC y la presión roza los 60 kilobares —muy lejos de los 0,001 que sentimos aquí arriba—, el carbono empieza a transformase. Lentamente. Sin hacer ruido. Ahí, en el manto, sus átomos se reordenan hasta formar una estructura cristalina tridimensional perfecta.

Así nacen los diamantes. Con presión. Con tiempo. Millones de años, si hablamos de geología. Unas cuantas circunstancias vitales, si hablamos de música.

Al menos, de la de Rosa López (Peñuelas, Granada, 1981). Porque sus últimas 12 gemas—los temas que componen su décimo álbum, el segundo publicado como artista independiente— pulen lo que ante pesaba. Dan brillo a esas emociones que, durante épocas demasiado largas, vivieron sin color.

"12 diamantes negros ha cobrado vida, ha salido como otro pulmón diferente y tiene muchas connotaciones", cuenta la ganadora de Operación Triunfo 1 en No es un día cualquiera, con Salvador Jiménez.

No es un día cualquiera - Rosa López presenta su nuevo álbum, '12 diamantes negros'

Lo que empezó siendo "algo muy introspectivo" a modo de homenaje a las "voces negras" que le inspiraron, fue tomando forma de viaje interior. "Por eso hago el símil de los diamantes", explica. "El disco está lleno de cartas de amor hacia esos miedos que nos entorpecen. A esos obstáculos y diamantes oscuros que todos llevamos dentro y no nos dejan dar los pasos que queremos dar".

En su tema "Nada" lo deja claro: "A veces quiero ser / me cuesta respirar / voy buscando paz y no encuentro nada. / Llueven los problemas como balas que me impactan / pero mi careta sigue intacta. / Siento las cadenas que me tiran al suelo / grito, pero eso no basta".

No basta, porque, como bien sabe Rosa, también hay que coger aire, afrontar la situación y atreverse. Dar un paso más.

"Sigo siendo la misma Rosa de siempre, con sus presiones. La peor presión es la que uno mismo se crea", reconoce. "La vida no se trata de tirar balones fuera. Es mejor intentar cogerlos, como en la quema. Si no, te tocan, se te caen y te vas fuera del juego".

Por eso, "Cansada de esperar / otra oportunidad / y la saldré a buscar / No me hace falta más", como canta en "Curiosa", ahora se dedica a crear lo que desea y necesita. De hecho, lleva años trabajando como artista independiente, financiando cada uno de sus proyectos.

"Estoy compartiendo algo que a mí me ha dado luz", apunta. Y ello pesa más que la "vergüenza". Supera al miedo. E incluso borra la timidez de enseñar lo que escribe. Lo que es.

"El público me da mucha fuerza. Saber que hay gente escuchando, corazones que se alzan... No podemos permitirnos tirarlos para abajo", admite.

Ni siquiera el suyo propio. Porque sí, ha habido momentos de duda, de pensar que no merecía la pena y de querer tirar la toalla. "La música me ha ayudado en todo momento a lo largo de mi vida. Aunque, a veces, me he enterrado en ella diciendo 'paso de todo' porque veo mucha injusticia".

Sin embargo, siempre vuelve. Es lo que tiene la música.

"Es un canal muy bonito" y curioso. Pero, sobre todo, muy sabio. De hecho, parte de su belleza reside en el poder que consigue imprimir a quien la usa. "Siempre se compone mejor cuando has atravesado un camino que no es de rosas. O cuando lo recuerdas", señala la cantante.

"Y este álbum para mí —añade— es relajado porque homenajeo esos sentimientos". Sin dramatismos, pero con verdad. "Huyo del victimismo porque creo que solo trae problemas. Lo que hago es abrazar lo que dolía, convertirlo en canciones y exponerlo para intentar dar fuerza a quien que lo escuche", concluye.