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Belén Rueda, la 'scream queen' que se ríe del miedo en la película familiar 'Los Muértimer'

  • Belén Rueda presenta en Las tardes de RNE Los Muértimer, una película familiar sobre humor fúnebre, terror y misterio
  • La cinta, que se estrena el 14 de agosto, está basada en la trilogía de cómics homónima de la ilustradora francesa Léa Mazé
Belén Rueda posa con un vestido oscuro y falda plateada en los Premios Goya.  Pelo recogido y pendientes largos. Fondo verde.
La nueva película de Belén Rueda, 'Los Muértimer', una cinta para toda la familia con toques de humor y de terror, se estrena el 14 de agosto. EUROPA PRESS

Un cementerio como jardín de casa. Cinco adolescentes obligados a entenderse por el miedo y una amenaza compartida que nadie quiere nombrar, ni tan siquiera creer. Al fondo, los Mortimer, la familia que regenta la única funeraria del pueblo, y más secretos de los que caben en los ataúdes. ¿Por qué hay un cadáver ensangrentado con unas joyas en el camposanto? ¿Quién es la víctima? ¿Y el culpable?

Terror, misterio y humor fúnebre se mezclan en Los Muértimer, la nueva película de Belén Rueda (Madrid, 1965), que llega a los cines el 14 de agosto con la promesa de cautivar tanto a pequeños como a mayores. "Con el audiovisual que tenemos ahora podrían verla incluso chavales de menos de 12 años", apunta la actriz en Las tardes de RNE, con Lourdes Maldonado.

"Hay escenas que dan un poco de susto, pero la fotografía y la dirección a cargo de Álvaro Fernández Armero son bastante amables", asegura Rueda. "Con el terror aprietas mucho, hasta el punto de que casi no puedes respirar o quieres salir corriendo, pero en la cinta siempre existe un momento en el que se da un toque simpático".

Las tardes de RNE - Belén Rueda nos presenta su nueva película, 'Los Muértimer'

Y de crítica. El filme no solo vive de escalofríos y eventos paranormales. Los Muértimer también se asoma al acoso escolar, esa "asignatura pendiente" de nuestro sistema educativo que, como subraya Rueda, sigue presente en demasiadas aulas.

"La película aporta lo que todos sabemos, pero muchas veces no queremos recordar: que al diferente siempre se le señala. Aquí te das cuenta que si alguien tiene un comportamiento más retraído es por algo. Al igual que también es por algo que el otro niño o niña acose. Puede tener una historia detrás", reflexiona la ganadora del Goya a Mejor Actriz Revelación en 2005 por Mar adentro. Como la que se plasma en Los Muértimer.

Nico, hijo único de los Mortimer participa en un programa de intercambio con la esperanza de hacer un amigo. Y lo encuentra en Gabrielle, una estudiante francesa de espíritu desafiante acostumbrada a todo menos a vivir rodeada de muertos. Peculiaridad que los convierte a ambos en blanco de burlas y desprecios por parte sus compañeros de clase Marc, Sofía y Raquel. Y motivo que los lleva a cobijarse, precisamente, en el cementerio. Allí nadie nunca se mete con ellos.

Hasta que un día la calma de su refugio queda interrumpida. Tras descubrir un cadáver con un botín de joyas y dar la voz de alarma, al regresar al lugar del crimen, la escena ha desaparecido y no les creen. O al menos, no aquellas personas que deberían creerles.

Y es que partir de ese hallazgo, Nico y Gabi empiezan a recibir amenazas de muerte y a ser perseguidos justo cuando estaban siendo acosados por Marc, Sofía y Raquel. El peligro común les obliga a huir juntos y, por primera vez, unir fuerzas para descubrir la verdad. Cueste lo que cueste, incluso si el precio a pagar es el de entrar de lleno en el sombrío mundo adulto.

"Creo que los personajes de los adultos rozan la categoría de villanos en un momento dado, mientras que los adolescentes aportan un poco más de normalidad", opina Rueda.

El edadismo, otro monstruo en escena

Entre la tensión y la carcajada, Los Muertimer pone también sobre la mesa otro debate que la actriz conoce bien: el edadismo.

Aunque crecer —o envejecer— sea inevitablemente humano, no siempre está bien visto. Cumplir años puede volverse un castigo. Sobre todo, en sectores como los artísticos. Especialmente, para determinados colectivos. "Todavía se nota una diferenciación entre hombres y mujeres en esta profesión respecto a la edad", denuncia Rueda.

"Se hacen unas apreciaciones hacia las mujeres que en hombres ni se mencionan. Ya no es solamente en cuestiones relativas al físico, sino también en nuestras decisiones", lamenta la madrileña. Ella misma lo ha experimentado.

Si eres madre porque lo eres; si no lo eres, porque no lo eres. Si trabajas porque trabajas y si no, porque no. Da igual. Hagas lo que hagas nunca será suficiente.

"Cuando eres mujer y tu familia está ya colocada, empiezas una etapa diferente. A mí me sucedió cuando mi hija pequeña cumplió 18 años. Hasta entonces había llevado a cabo proyectos siempre pensando en la familia. No me arrepiento, porque he vivido lo mejor y lo peor de ser madre, pero llega un momento en el que dices: 'ahora me toca a mí'. Eso me alcanzó ya siendo bastante mayor. Pero si tienes salud y energía, te pasan cosas tan bonitas como que ahora hago muchísimos proyectos", confiesa.

Sin ir más lejos, este. "Lo he disfrutado muchísimo", reconoce. Su personaje —"una mujer con personalidad múltiple que tan pronto puede mostrar su cara más amable como la más irascible"—, ha jugado un papel importante.

Le ha permitido explorar registros y rodar secuencias de acción que siempre soñó. "Dentro de la seguridad, he hecho cosas que a mí me encantan", admite. Por ejemplo, una "persecución en la que salgo con todo el cuerpo por la ventanilla de un coche a toda velocidad".

"Me decían: 'no te preocupes, que tenemos una especialista que se encarga' y yo contestaba: 'dejadme hacerlo hasta el final'", narra. Y menos mal. "El rodaje –del mismo modo que el resultado final– ha sido muy divertido", concluye Belén Rueda.