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La realidad de la violencia estética en el mundo del cine: "Desde que decides ser actriz te empiezan a etiquetar"

  • Expertas del sector se han reunido en la mesa redonda del Observatorio de Igualdad de RTVE en el Festival de San Sebastián
  • Las mujeres se enfrentan más frecuentemente a problemáticas como el edadismo o la discriminación de sus cuerpos

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Una actriz se cubre el rostro con las manos frente a un espejo
Una actriz se cubre el rostro con las manos frente a un espejo

Las desigualdades entre hombres y mujeres continúan siendo una realidad. Y el mundo del cine no es una excepción. Este martes expertas del sector se han reunido en la mesa redonda del Observatorio de Igualdad de RTVE en el Festival de San Sebastián para denunciar la situación que existe detrás de las cámaras, una caracterizada por la violencia estética, los estereotipos y las presiones hacia las mujeres.

"Desde que decides ser actriz te empiezan a etiquetar", ha lamentado durante el encuentro la profesional Paz de Alarcón, quien ha compartido su experiencia con el edadismo siendo mujer, es decir, la problemática de acceder a papeles cinematográficos una vez alcanzada cierta edad. Veto que tienden a sufrir igualmente los físicos no normativos, como ha recordado su compañera Clara Sans: "Las protagonistas son delgadas, yo siempre estoy esperando ser la secundaria".

Las presiones que sufren los cuerpos de las actrices para encajar dentro del canon de belleza llegan a ellos de forma transversal y reiterada. "Las mujeres son humilladas constantemente", ha asegurado la presidenta del Observatorio de Igualdad de RTVE, Concepción Cascajosa. Estas vejaciones se hacen visibles, por ejemplo, a través de los comentarios de los directores de casting, de los propios representantes o incluso del trato de las maquilladoras.

Por todo ello, este martes la mesa Erradicar la discriminación y estereotipos de género en el audiovisual: el placer de reconocerse en la pantalla ha buscado dar voz a las mujeres del cine en una conversación en la que se ha hablado desde la importancia de las cuotas de género hasta los retos que quedan por enfrentar y los mejores modos de hacerlo.

“Nuestras propias hijas nos ven gordas, viejas y feas”

Entre las consecuencias de la discriminación en el cine, la actriz Paz de Alarcón ha hecho énfasis en la falta de oportunidades que viven las profesionales. "A la que cumples años sufres cada vez más violencia estética" y, como ella, ha continuado, muchas se han visto obligadas a "subsistir" dando clases de interpretación mientras observan el triunfo de las más jóvenes.

Incluso para los papeles de mujeres maduras y madres se suelen escoger a chicas en la veintena, reflejando así una imagen irreal de la maternidad que cala en toda la sociedad, ha insistido la actriz andaluza. "Nuestras propias hijas no reconocen a su madre en la pantalla. Nos ven gordas, viejas y feas porque no somos como las madres ideales del cine", ha agregado.

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También la investigadora Pilar Rodríguez ha defendido la necesidad de luchar contra el edadismo en el sector audiovisual, un mundo el que las carreras de los hombres alcanzan su cima en torno a los 46 años, pero las de las de ellas llegan a su punto más álgido sobre los 30. Esta diferencia "brutal" se suma, además, a la invisibilidad de las mujeres de distintas etnias o con diferentes tipos de cuerpo.

Un mundo femenino irreal creado por y para los hombres

Las expertas reunidas en la mesa de este martes han destacado igualmente la falta de representación de la realidad del sexo femenino, abandonada en muchos casos por la sexualización de las mujeres en la pantalla. Esta problemática, además, se evidencia aún más "ahora que las mujeres reales y diversas están teniendo la oportunidad de hablar" y de dar voz a sus historias, ha dicho la directora Arantxa Echevarría.

Siempre me han contado hombres como tenía que sentir

"Siempre me han contado hombres como tenía que sentir el amor, la maternidad o el orgasmo", ha lamentado. Aunque ellas son la mitad de la población -y las que más acuden al cine-, su mirada tiende a observarse como complementaria en lugar de valiosa por sí misma. "El cine no representa como ellas se sienten", ha compartido en la misma línea la presidenta del Observatorio de Igualdad de RTVE, Concepción Cascajosa.

Cuando las mujeres logran dirigir proyectos o producirlos, sale a luz la verdad de la vida. "Dan más oportunidades a otras mujeres, hacen que lo audiovisual sea más igualitario y justo y dan cabida a representaciones como las de la menstruación o la menopausia", experiencias que a menudo quedan escondidas entre el tabú y el desdén de la cúpula masculina.

La importancia de las cuotas de género: "Gracias a ella puedo seguir viva"

Dentro de un mundo audiovisual dirigido en su mayoría por hombres, las cuotas de género son cruciales para la supervivencia de las profesionales. Es otro de los temas que este martes se han abordado desde la mesa y sobre el que la directora Echevarría ha celebrado su efectividad. "Mi primera peli la hice con 50 años después de haber estado trabajando desde los 18 en el cine" y, ahora, ha dicho, "gracias a la cuota puedo seguir viva y marcar un referente para otras chicas".

Eso sí, las mujeres siguen teniendo que pagar "un gran peaje" por escribir y dirigir incluso con las cuotas, ha opinado la actriz Paz de Alarcón. "Ni tienen la misma financiación ni los mismos apoyos", y muchas veces son tratadas con superioridad, como si no se mereciesen la oportunidad por haber accedido a través de dicha cuota. Las presionan, por ejemplo, los productores y sus cambios de guiones: "Si quieres hacer tu película tienes que ceder".

Mientras que las cuotas ayudan a luchar contra brechas invisibles, "los dinosaurios de arriba tienen miedo a cambiar las cosas", ha contado Echevarría, una opinión que todas expertas han compartido. Por ello, hoy día se ha vuelto esencial renovar las cúpulas del sector audiovisual, que las mujeres accedan a más puestos dentro de la producción y crear redes caracterizadas por la sororidad. Un camino durante el que confían en contar con aquellos compañeros hombres dispuestos a desaprender.

"En el cine hace falta un 'basta ya'", ha concluido la actriz Paz de Alarcón.