¿Cómo prepararse unas oposiciones o la EBAU?
- Preparar la EBAU o unas oposiciones exige planificación y control del estrés
- La psicóloga Patricia Ramírez ofrece cinco consejos para superar el burnout laboral
Preparar una oposición o un examen de acceso a la universidad es una carrera de fondo. Y como en cualquier maratón, no basta con avanzar, hay que saber cómo hacerlo. En el programa Para todos La 2, la psicóloga Patrícia Ramírez comparte cinco claves prácticas para que el proceso de estudio sea eficaz y al mismo tiempo beneficioso para la salud.
1. Planifica y organízate
La especialista aconseja evitar la improvisación. Diseñar un horario realista que contemple sesiones de estudio, pausas, repasos y momentos personales contribuye a reducir la ansiedad, favorece la concentración y proporciona sensación de control. No se trata de acumular horas, sino de optimizar el rendimiento.
Un chico escribiendo en la pizarra de su habitación Getty Images
2. Distribuye el estudio y evalúa tu progreso
Afrontar una oposición o una prueba requiere un enfoque constante y bien distribuido. Estudiar en bloques breves, frecuentes y espaciados resulta mucho más efectivo que dedicar jornadas intensivas a última hora. Además, conviene incorporar técnicas de autoevaluación: realizar simulacros, explicar el temario en voz alta o compartirlo con alguien ayuda a consolidar el aprendizaje. Verbalizar es más potente que releer sin interacción, asegura Ramírez.
3. Gestiona el estrés de forma consciente
El estrés, si no se controla, acaba pasando factura. Incluir prácticas como la respiración profunda, la meditación o el mindfulness en la rutina diaria puede ser clave para mantener la calma y recuperar la concentración. Estas herramientas, aunque sencillas, resultan eficaces para regular las emociones y sostener el enfoque.
4. Apóyate en tu entorno
Contar con una red de apoyo durante la preparación puede marcar la diferencia. Estar acompañado por personas que comprendan el proceso, ya sea un grupo de estudio, amistades o pareja, permite compartir emociones y liberar tensiones. Hablar sobre lo que se está viviendo aligera la carga mental y recuerda que no se transita solo por este camino.
Dos amigas riendo juntas Getty Images
5. Cuida tu diálogo interno
Durante periodos largos de estudio, mantener una actitud compasiva contigo mismo es fundamental. Ante pensamientos como “no voy a poder” o “voy fatal”, conviene detenerse un momento y reflexionar: “¿este pensamiento me impulsa o me hunde?”. Ramírez señala la importancia de la reestructuración cognitiva, una técnica que ayuda a desmontar ideas limitantes y sustituirlas por otras más constructivas. Frases como “no es fácil, pero estoy siendo constante” refuerzan la motivación. También es esencial perdonarse los días menos productivos. El proceso es largo y con altibajos: tratarse con amabilidad, como se haría con un buen amigo, es clave para sostener el esfuerzo.