"Verónicas", las mujeres de Alzira que cambiaron la Semana Santa
- En el municipio de Alzira un grupo de mujeres rompió la tradición al portar por primera vez a su patrona
- Descubre esta y otras tradiciones de Semana Santa en ‘Pasión y gloria’, disponible en RTVE Play


Durante siglos, los pasos procesionales fueron territorio exclusivo de los hombres. Sin embargo, en Alzira, Valencia, la historia cambió un año en el que faltaron brazos, pero en el que no faltó la fe. Un grupo de mujeres decidió tomar el relevo al cargar con la Verónica. Aquella decisión, en principio provisional, terminó abriendo un camino que no ha dejado de crecer. Las "Verónicas", que así es como se denominan estas costaleras, marcaron un antes y un después en la Semana Santa.
“Nosotras nos echamos la manta al cuello y dijimos: nosotras somos costaleras”, recuerda María José Moragues, una de las participantes, en el programa 'Pasión y gloria'. La reacción inicial no fue fácil. “¿Mujeres?, yo no salgo”, comenta que dijeron algunos hombres. Pero ellas siguieron adelante.
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Del veto a la tradición
Hasta hace poco, la presencia femenina en las cofradías era residual y secundaria: preparar túnicas, limpiar, acompañar... Ser costalera era impensable, pero cuando las circunstancias lo exigieron, las mujeres cofrades demostraron no solo capacidad física, sino también un compromiso férreo con la tradición.
“A partir de ese año, las que siempre estamos ahí somos las mujeres. Nunca fallamos”, afirma María José. Actualmente, en la Real Hermandad de la Santa Faz del Señor, fundada en 1951, ellas portan a la Verónica, una de las imágenes más queridas de Alzira.
Este mismo espíritu lo encarna Raquel Dolz, una joven que vive con pasión tanto el deporte como la Semana Santa. “Desde bien pequeña he vivido ambas cosas. Salgo de costalera porque mi madre fue de las primeras que se atrevió. La vi hacerlo y pensé: si ella pudo, yo también”, cuenta. Raquel no solo ha heredado el compromiso de su madre, sino que también lo ha hecho suyo y lo comparte con sus amigas, con su comunidad. Para ella, esta tradición no se practica: se vive.
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Durante los ensayos, repasan el paso, afinan la coordinación y ajustan cada movimiento. Pero lo esencial lo llevan dentro: la devoción, la memoria compartida y el legado transmitido de madres a hijas. No solo portan una figura sagrada. Portan una historia.
Una lucha aún abierta
Aunque Alzira marcó un hito, no es una batalla ganada en todas partes. Muchas cofradías de España siguen vetando la participación femenina como costaleras, alegando tradiciones o criterios estéticos. Sin embargo, el ejemplo de estas mujeres muestra que la tradición no se pierde al cambiar. Se enriquece.
Actualmente, no existen cifras exactas sobre cuántas cofradías en España cuentan con mujeres entre sus costaleros. No obstante, se sabe que su participación ha crecido progresivamente en distintas regiones del país, aunque todavía representan una minoría frente a la presencia masculina. Un avance importante se produjo en 2011, cuando el arzobispo de Sevilla emitió un decreto que garantizaba la igualdad de hombres y mujeres dentro de las cofradías.
Las hijas, nietas y vecinas que hoy forman parte de estas congregaciones representan un paso adelante en la historia de la Semana Santa. Una tradición que, como ellas, camina sin retroceder. Paso a paso.