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Lazos de sangre

Massiel: el día que unos encapuchados la apuntaron con una pistola en su casa

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Massiel se enfrentó a sus atracadores

Massiel nunca se ha callado. Es una artista única y nunca han conseguido doblegarla o someterla. No duda en expresar su opinión, ni siquiera en televisión. La censura, durante la dictadura, prohibía la emisión de entrevistas en las que había hablado con libertad del sexo, el divorcio o el feminismo. La ultraderecha de 1975 se escandalizaba por la vida libertina de la cantante y algunos grupos violentos fijaron a Massiel como uno de sus objetivos. Una noche, varios encapuchados se presentaron en su casa y a punta de pistola la amenazaron.

La actriz volvía a su casa después del rodaje de La Hora de Massiel, un programa que grababa con Televisión Española, cuando se encontró a varios hombres en actitud violenta. Un susto difícil de olvidar para cualquiera, pero a pesar de los nervios y de la incertidumbre que ella sentía, supo conducir la situación.

Y les plantó cara

Massiel recuerda cómo a uno de los hombres le temblaban la mano y la pistola e intento hablar con ellos. “Nos han obligado y podrían obligarla a usted”, le dijeron, pero Massiel, una mujer de armas tomar, tenía claro que no era tan fácil doblegarla. “A mí lo dudo”, respondió. Y sin más, dejó que se marcharan, sin pedir ayuda, sin que ellos recibieran una reprimenda o cualquier castigo.

“Los guerrilleros me pintaron todos los abrigos que había en el armario con esvásticas”, cuenta en el documental. Pero, sin duda, la peor parte se la llevó su asistenta, que se la encontró tirada en el suelo con las manos atrás y con esparadrapo en la boca. Un susto para ambas, pero eso no hizo que Massiel cambiara.