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100 años de Leblanc

Tony Leblanc, su faceta más desconocida: boxeador, poeta y futbolista

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Tony Leblanc cumpliría 100 años este 7 de mayo
Tony Leblanc cumpliría 100 años este 7 de mayo

El cine español siempre tendrá en la figura de Tony Leblanc (1944-2012) un icono inolvidable. Este año, el actor más castizo de nuestro celuloide cumpliría 100 años. Un centenario que Historia de nuestro cine celebra con una sesión doble de cine que rinde homenaje a Ignacio Fernández Sánchez, más conocido como Tony Leblanc, actor cómico y artista polifacético.

Genio heterodoxo de la comedia española más variopinta y reconocida, encarnó como pocos al pícaro español del siglo XX. El arte se metió en sus venas desde el día en que nació, rodeado de cuadros de Velázquez, Goya y Zurbarán. Era la primavera de 1922 y su madre decidió ir a visitar a su padre, vigilante jurado en el Museo del Prado de Madrid, y llevarle la cena a su puesto de trabajo. Fue entonces cuando Ignacio decidió que tenía ganas de llegar al mundo y ver la pinacoteca nacional cuanto antes.

Tony Leblanc y Concha Velasco en 'Los tramposos' (1959)

Tony Leblanc y Concha Velasco en 'Los tramposos' (1959)

Años después, parecía que aquel mozo seguiría los pasos de su padre. Su primer trabajo fue como botones y ascensorista en el Museo del Prado. Pero cuando podía, se escapaba a bailar claqué, una afición que le llevaría a convertirse en el campeón de España de claqué en 1942 y que le abriría las puertas al mundo del espectáculo.

Debutando con las grandes maestras

No podía haber comenzado mejor. Su debut, a finales de los años 50, tuvo lugar sobre los escenarios como figurante de Pastora Imperio y Celia Gámez. Su carrera como actor daría un salto con títulos como Las chicas de la Cruz Roja (1958), Amor bajo cero (1960) y El día de los enamorados (1959), en los que coincidió con Concha Velasco, su gran compañera dentro y fuera de la pantalla grande.

“Nos convertimos en muy buenos amigos, no solo de él, sino de su mujer Isabel que siempre estaba embarazada, siempre estaba en el camerino de los rodajes y con la que me une, hasta ahora una grandísima amistad de hermanas”, confesaba Velasco en el documental de Imprescindibles dedicado a su figura.

Tony Leblanc y Concha Velasco en 2002

Tony Leblanc y Concha Velasco en 2002

Versátil y prolífico: boxeo, música, fútbol, poesía

Más allá del cine hay otras facetas en las que también brilló. Porque antes de convertirse en el reconocido actor que fue, Leblanc inició una carrera en el boxeo, donde también triunfó, como El Tigre de Chamberí al lograr en 1943 el campeonato de Castilla de peso ligero. Además, compaginó ese deporte con el fútbol -jugó con el Carabanchel CF, en Tercera División- y, algo más desconocido, Leblanc también fue compositor de casi 300 canciones a pesar de no saber música, escribió cuentos y poemarios.

Pero fue en los platós y los escenarios donde desarrolló finalmente su profesión hasta convertirse en imprescindible en la comedia española. En el mundo del cine tampoco se puso barreras, convirtiéndose en esporádico autor y director escénico y dueño de su propia productora cinematográfica a finales de los años 50. Además de los títulos ya citados, en el cine también destacó con La casa de los Martínez (1971), El Tigre de Chamberí (1957) y Los tramposos (1959), esta última dirigida por Pedro Lazaga, junto a Velasco, uno de sus compañeros habituales en el cine. Con él coincidió en ocho ocasiones, entre ellas la que fue su última película antes de decidir retirarse en 1975, Tres suecas para tres Rodríguez.

Más de dos décadas después, Santiago Segura le recuperó para el cine con la saga Torrente, el brazo tonto de la ley (1998), lo que le procuró el Premio Goya al mejor actor de reparto de 1997 tras lograr uno honorífico en 1993. Este galardón revitalizó una carrera que le hizo repetir con Segura en Torrente 2: Misión en Marbella (2001), y Torrente 3: El protector (2005), dos de las cintas más taquilleras en la historia del cine español.

El gran accidente, Cuéntame y el Goya de Honor

En 1983 un grave accidente de tráfico le incapacitó durante años. Un incidente que le marcaría durante los últimos años de su vida, incapacitado para trabajar como antes, no fue hasta años después con Torrente que se le volvió a ver en pantalla.

Antes de la oferta de Segura, Tony Leblanc recibió otras propuestas cinematográficas por parte de Luis García Berlanga y Antonio Mercero, que no aceptó porque no se encontraba totalmente recuperado y, en los últimos años, regresó a la televisión, participando en la serie Cuéntame cómo pasó, de Televisión Española, donde para las generaciones más jóvenes, Leblanc se convirtió en Cervan, el entrañable quiosquero del barrio de San Genaro.

Muy emotivo fue su discurso en la ceremonia de entrega de los premios Goya en la que fue galardonado con el Goya de Honor de 1994, entregado por su querida Concha Velasco. Años después, en 2002, llegó otro premio, la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes que le condecoraba por ser un imprescindible de nuestro cine.

Celebra San Isidro con cine

Este viernes, a las 22.00hHistoria de nuestro cine recuerda a uno de los actores más queridos del cine español con dos de sus comedias más castizas: Los tramposos (Pedro Lazaga, 1959) e Historias de Madrid (Ramón Comas, 1958).

Una doble sesión que contará con un coloquio sobre Tony Leblanc en el que participarán su hijo Tony Leblanc Jr; el cineasta Santiago Segura, quien le recuperó para el cine en su madurez; y el director y crítico cinematográfico Fernando Méndez-Leite. La presentación de ‘Los tramposos’ correrá a cargo del crítico cinematográfico y director editorial de la revista Caimán Cuadernos de Cine Carlos F. Heredero.