Héctor Alterio en un cara a cara con en el terror de la tortura en Argentina
- Héctor Alterio protagoniza El lado oscuro (1991), un drama político sobre la dictadura en Argentina
- Se cumplen 45 años del golpe militar que dio inicio a una dictadura de siete años
- El lado oscuro (1991) ya disponible en el catálogo de Somos Cine
Trazar el perfil de un verdugo con la fidelidad con que el cineasta Gonzalo Suárez lo hace en El lado oscuro (1991) es todo un reto. Un ejercicio en el que quiso capturar todas las aristas de la personalidad de Francisco Andrés Valdéz, uno de los torturadores más temidos de la dictadura militar argentina, de la que se cumplen 45 años del golpe de Estado. Protagonizado por un magistral Héctor Alterio, el film ahonda en el complejo ejercicio de desentrañar las espeluznantes razones que llevan a un hombre a acometer semejantes barbaridades.
Una reconstrucción, que mezcla realidad y ficción, basada en las grabaciones originales que Antonio López Crespo, abogado de la CONADEP (Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas), realizó durante los interrogatorios a Valdéz a finales de los años 80. El peso de la historia de El lado oscuro recae en los dos principales intérpretes: Héctor Alterio en el papel de abogado de la Comisión Sábato y Hugo Gorban en el del torturador Valdéz.
Argentina estuvo bajo la dictadura 1976 a 1983
No sólo el cine de terror nos muestra la cara oculta del alma
El material de archivo fue incluido en la película gracias a la amistad que el director, Gonzalo Suarez, había mantenido durante años con el abogado López. Unos documentos inéditos y testimonios que se insertan en la ficción y que potencian el dramatismo de muchas de las escenas. Como si tratase de diseccionar su mente, el director va definiendo los rasgos psicópatas y la personalidad acelerada de Valdés.
En El lado oscuro (1991) descubrimos a un sujeto que tiene naturalizado el dolor y la violencia tras más de 22 años de entrenamiento y adoctrinamiento como torturador. Pero antes de derribar puertas a patadas y secuestrar a decenas de personas, Valdéz también fue padre y esposo. En la película también habla de su vida cotidiana y de cómo el trabajo le fue transformando.
Héctor Alterio en 'El lado oscuro' (1991)
Bajo las órdenes del general Ramón Camps, un general militar argentino conocido como "El carnicero de Buenos Aires" al que se le atribuyen centenares de muertes y desapariciones, Valdez fue haciendo de la agresión, la tortura y la violencia su forma de vida. Valdez cuenta cómo fue su servicio; como lo obligaban a tomar drogas, el perseguimiento al que también fueron sometidos y la muerte de uno de sus compañeros. Después, el espeluznante “éramos Dioses”, que lanza al recordar como entraba a las casas y se llevaban a alguien o la muerte de su mujer, a la que asesina tras un brote psicótico.
Más de 30.000 personas desaparecidas
A través del material de archivo, López Crespo también nos cuenta como tras la caída de la dictadura, la CONADEP se encargó de indagar, a través de miles de testimonios, las violaciones contra los derechos humanos que se produjeron en el país durante la dictadura militar que tuvo lugar entre 1976 y 1983. Interrogatorios y entrevistas que fueron clave para determinar los lugares donde se torturó personas o lo que había ocurrido con algunos de los casi 30.000 desaparecidos, según las organizaciones defensoras de los derechos humanos.
Con El lado oscuro (1991), Suarez demostró que no sólo el cine de terror nos muestra la cara oculta del alma humana y que la historia de los hombres solo queda completa cuando se mira de frente a todos los rincones, también a el más vil. Horror y violencia que atraviesa y parte en dos.