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Adiós complejos, hola empoderamiento: los beneficios de bailar twerk

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Sandra Kroes y Lirios Pastor, bailarinas de twerk en DANZ
Sandra Kroes y Lirios Pastor, bailarinas de twerk en DANZ

El twerk es una danza que consiste en mover cadera, glúteos y pelvis, pero no por eso es un baile denigrante y obsceno, como se le ha tachado durante décadas. Sandra Kroes y Lirios Pastor nos hablan del estigma que envuelve a esta danza y cómo ha beneficiado al empoderamiento de la mujer y del colectivo LGTBIQ+.

Lirios Pastor, precursora del twerk en la Comunidad Valenciana, nos explica la técnica, paso por paso. Con ella aprendemos a bailar todos sus movimientos básicos. Por su parte, Sandra Kroes, una de las mejores bailarinas de la escena madrileña, nos habla sobre los orígenes de la escena en Nueva Orleans (EE.UU). Unas raíces muy ligadas al crecimiento de la comunidad homosexual y transexual y a las danzas ancestrales africanas. Las dos bailarinas, así como otros miembros de su comunidad, comparten el estigma al que han tenido que enfrentarse debido a las connotaciones sexuales y a los prejuicios que amenazan esta danza. Mira aquí el capítulo de "Twerk", en Danz.

"En este grupo todos hemos tenido falta de autoestima y no nos ha gustado nuestro cuerpo"

La técnica del twerk consiste en mover glúteos, cadera y pelvis, aunque las protas de este episodio admiten que "si la mezclas con otras danzas vas a conseguir muchas más cosas". Algunos de los pasos básicos son el shake, que consiste en mover el culo hacia arriba y abajo, o el roll, que son movimientos circulares de la cadera, pero hay muchos más populares, como el el break up, el jiggle y el cheek up. Todos estos pasos pueden derivar en otros dándole efectos y trabajándolos en otras posiciones.

Sandra Kroes habla sobre sus sensaciones al bailar twerk: "Me encanta la danza en general, sea lo que sea, y no es que me quedase con el twerk porque no bailo nada más, pero sí es verdad que es a lo que más pasión le pongo". La bailarina, que aparece en el episodio con parte de su alumnado, conversa sobre los elementos positivos del twerk: "En este grupo todos hemos tenido falta de autoestima y no nos ha gustado nuestro cuerpo", algo que han conseguido derribar gracias a esta corriente.

"Creas unos lazos que con otras danzas yo no los he sentido", dice uno de sus alumnos. Ellos admiten que gracias al twerk han recuperado la confianza en sí mismos y les ha sacado "la persona que llevan dentro", porque es un baile que empodera. "Con el twerk puedes sentirte una perra y ser tú misma", bromea una de las compañeras. "En una comunidad abierta e inclusiva como la del twerk, todo el mundo va a aplaudir lo que esté a favor de tu liberación y de tu fuerza", añade Sandra. "Lo mejor de esta danza es que te encuentras a través de esto, muchas personas antes de bailar twerk no sabían ni quiénes eran antes de bailarlo", concluye.

Lirios Pastor es la precursora de esta disciplina en la Comunidad Valenciana: "Yo siempre he estado muy acomplejada porque tenía mucho culo. No me sentía atractiva porque veía que las modelos eran delgadísimas y con el twerk me di cuenta que tengo un potencial increíble". Y es que para las protagonistas de este vídeo, el twerk devuelve la confianza a todo aquel que lo baila: "Sin yo quererlo, he conseguido muchas cosas que no me podía ni imaginar", admite Lirios.

¿De dónde viene el twerk?

La comunidad LGTBIQ+ creó en los años 90 este movimiento en Nueva Orleans. Nació en los clubs en los que hacían "concursos de chicas moviendo el culo", llamados originariamente Pussy Pop Contest. Empezó a coger forma entre los cantantes trans y homosexuales que lo desarrollaban hasta convertirlo en un baile como tal: "Esas personas se liberaron a través de esta danza", cuenta Sandra. Para Lirios Pastor, el twerk hay que "respetarlo desde sus inicios y a nivel geográfico e histórico".

Lirios cuenta en este capítulo de Danz que, cuando comenzó a practicar esta disciplina, los detractores la criticaban con que eso no era un baile, sino que simplemente era "mover el culo". "Es un baile fuerte, atrevido e impacta porque piensan que tiene una connotación sexual y no tiene por qué tenerla", explica ella. "A veces la gente no lo va a entender", añade Sandra a la reflexión, quien admite también que la han señalado por practicar "un baile de guarras" y "no valorarse como mujer". De la misma manera, Lirios confiesa que le ha costado mucho que su familia aceptara esta faceta suya.

Una de las claves que señalan los bailarines y bailarinas que practican twerk es que es una danza que empodera y normaliza, por ejemplo, la celulitis: "Es una manera de decir: aquí estoy yo". Otro de los elementos que destacan de esta disciplina es que el uso de las redes sociales está haciendo que se extienda este baile que tantos prejuicios ha arrastrado durante años. Porque, tal y como concluye Sandra, "bailando twerk todas y todos somos iguales".