Blue Origin, de Jeff Bezos, captura con éxito su cohete New Glenn y empata en la carrera espacial con Elon Musk
- El propulsor ha regresado a salvo al mar, un hito que solo había sido logrado por la empresa espacial del hombre más rico del mundo
- El cohete cuenta con dos satélites de la NASA que viajan con destino a Marte
El enorme cohete New Glenn del magnate Jeff Bezos ha desplegado desde Florida en su primer lanzamiento comercial y ha conseguido con éxito su esperada misión a Marte. La nave del Blue Origin está ya de camino al planeta rojo con dos sondas de la NASA para estudiar el clima, tras haber conseguido otro hito: que su propulsor reutilizable funcionara con éxito. Esto solo lo había logrado su rival del Space X, de Elon Musk, y ahora ambos se sitúan a la par en la carrera espacial.
Tras el despegue, cuando el cohete ya había cogido una determinada altura, se ha dividido en dos partes. La primera viaja rumbo a Marte con los dos satélites y la otra volvía a la Tierra y aterrizaba en el mar, tal y como había previsto la compañía. Esta era la segunda ocasión en la que Blue Origin trataba de lograr la reutilización de su propulsor, en un paso esencial para reciclar y reducir costos, después de que el vehículo fallara en su primer intento a principios de año. En enero, el vuelo inaugural del New Glenn puso en órbita un prototipo de satélite, pero no logró aterrizar su otra mitad en el Atlántico.
El cohete, de 98 metros de longitud, ha despegado con fuerza desde la Estación de Cabo Cañaveral. El lanzamiento se retrasó cuatro días debido al mal tiempo local y a tormentas solares lo suficientemente fuertes como para pintar auroras boreales en Florida. Pero, tras la espera, el New Glenn ha emprendido un largo viaje, cargado con dos satélites que estudiarán el entorno magnético de Marte.
Desde tierra firme, los empleados de Blue Origin han celebrado ambas hazañas, pero sobre todo el momento en el que el propulsor aterrizó en posición vertical en su plataforma oceánica, a 600 kilómetros de la costa.
Estudiar el entorno de Marte
Los orbitadores idénticos, llamados Escapade, pasarán un año cerca de nuestro planeta, a unos 1,5 millones de kilómetros. Cuando el próximo otoño, la Tierra y Marte estén correctamente alineados, recibirán asistencia gravitatoria terrestre para dirigirse al planeta rojo, a donde llegará en 2027.
Una vez en órbita marciana, las naves cartografiarán la atmósfera superior del planeta y sus campos magnéticos dispersos, estudiando cómo interactúan estos elementos con el viento solar. Las observaciones deberían esclarecer los procesos que provocan el escape de la atmósfera y ayudar a explicar cómo el planeta pasó de ser húmedo y cálido a seco y polvoriento. Los científicos también aprenderán la mejor manera de proteger a los astronautas del intenso entorno de radiación de nuestro vecino planetario.
Las ambiciones de Blue Origin
El New Glenn lleva el nombre de John Glenn, el primer estadounidense en orbitar la Tierra. Es cinco veces más grande que los cohetes New Shepard de la misma empresa que transportan a clientes con altas capacidad financieras al borde del espacio desde el oeste de Texas. Blue Origin también planea lanzar un prototipo del módulo de aterrizaje lunar Blue Moon en una misión en los próximos meses a bordo del New Glenn.
La de este jueves ha sido una misión de presupuesto relativamente bajo, inferior a 80 millones de dólares, gestionada y operada por la Universidad de California en Berkeley. Creada en 2000 por el fundador de Amazon, Blue Origin cuenta con un contrato de la NASA para el tercer alunizaje tripulado del programa Artemis. SpaceX, de Elon Musk, superó a Blue Origin en los dos primeros alunizajes tripulados, utilizando naves Starship, casi 30 metros más altas que el New Glenn de Bezos.
Pero el mes pasado, el administrador interino de la NASA, Sean Duffy, reabrió el contrato para el primer alunizaje tripulado, alegando preocupación por el ritmo de progreso de la Starship en las pruebas de vuelo desde Texas. Blue Origin y SpaceX han presentado planes de alunizaje acelerado.
La NASA enviará a astronautas a orbitar la Luna a principios del próximo año, utilizando su propio cohete, el Sistema de Lanzamiento Espacial. La siguiente tripulación del programa Artemis intentará alunizar; la agencia espacial está presionando para que los astronautas regresen a la superficie lunar antes de que termine la década, con el fin de adelantarse a China.