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Tres disidentes perseguidos fuera de su país denuncian en TVE el acoso al que les someten sus gobiernos

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  • Un escritor argelino, un exmilitar guineano y un periodista chino denuncian persecución en el extranjero
  • Amnistía Internacional denuncia que Argelia, Guinea Ecuatorial y China violan los derechos humanos
  • En Portada ha recogido tres historias de persecución en el documental A la caza del disidente
En portada - Caza al disidente
XAQUÍN LÓPEZ

Hay una realidad oculta de la que poco se habla, un submundo que inverna en las cloacas del poder donde representantes del estado firman alianzas con los criminales. El objetivo era Hichem Aboud, un periodista argelino exiliado a caballo entre Francia y Marruecos. Fue secuestrado, hace ahora un año, provechando una visita suya a Barcelona.

Alguien tenía que hacer el trabajo sucio y, según Hichem, los servicios secretos argelinos contrataron a una organización criminal dedicada al narcotráfico. “Efectivamente mi destino es Argelia. Yo debería haber sido llevado a aguas internacionales en su yate, una vez que la lancha cruzara el río Guadalquivir, saliendo cerca de Gibraltar. O sea que me iban a llevar en un yate argelino” nos cuenta Hichem en un cafetín donde nos refugiamos del bullicio de la medina de Rabat.

El río Guadalquivir es la vía fluvial preferida de las organizaciones de narcotraficantes para introducir alijos de hachís en la península. Cuando los secuestradores estaban a punto de embarcar al disidente argelino en una narcolancha, apareció la Guardia Civil. No buscaban a Hichem porque todavía nadie había dado la voz de alarma por su secuestro. Los guardias le seguían la pista a un alijo de hachís. Liberaron al periodista y consiguieron detener a dos de los secuestradores, que a día de hoy permanecen en prisión preventiva.

Cuando los secuestradores estaban a punto de embarcar al disidente argelino en una narcolancha, apareció la Guardia Civil

Cuando los secuestradores estaban a punto de embarcar al disidente argelino en una narcolancha, apareció la Guardia Civil. EN PORTADA

“Llegaron y dijeron, en español, ‘levántese’. Yo dije ‘soy un rehén, un rehén’. Se dirigen a los dos y los tumban boca abajo y los esposan con las manos a la espalda. Y cuando llegamos a su coche, me dicen ‘¿Tú qué haces aquí? ¿Quién eres?’. ‘Yo soy un periodista argelino y me han secuestrado en Barcelona’.

No era la primera vez que Hichem era víctima de un secuestro. Hubo un primer intento, unos años antes, en Francia y Bélgica. Dos agentes de los servicios secretos argelinos dirigían la conspiración desde suelo francés. El objetivo del plan era repatriarle a Argelia, igual que pretendían hacer el año pasado desde Lebrija.

No es la primera vez que el periodista argelino Hichem ha sido víctima de un secuestro.

No es la primera vez que el periodista argelino Hichem ha sido víctima de un secuestro. EN PORTADA

“En aquel momento, lo que querían era atraparme vivo ¿de acuerdo? y torturarme hasta la muerte para vengarse de todo lo que yo les estoy haciendo y por todo lo que les he hecho en los últimos años. Y después me iban a dejar morir sin más, sin anunciar mi detención. Porque si hubieran conseguido llevarme a Argelia y anunciar que yo estaba en Argel, entonces quedaría claro que ellos habrían perpetrado un secuestro y eso provocaría una gran indignación en el mundo entero” relata Hichem.

Un opositor guineano secuestrado tres veces

Menos suerte tuvo Cipriano Nguema, disidente político del régimen de Guinea Ecuatorial y exiliado en Bélgica. Sufrió tres secuestros, dos estando en Nigeria y el tercero en Camerún, desde donde fue trasladado a la fuerza a Malabo, la capital del país. El más brutal de todos le llevó a sufrir torturas en la cárcel del Black Beach, una de las más siniestras no sólo del régimen de Obiang sino de todo África.

Cipriano vive acogido por el gobierno belga.

Cipriano vive acogido por el gobierno belga. EN PORTADA

“En Black Beach, en Malabo, ahí estuve encadenado en las manos y en los pies durante ocho meses. No te puedes bañar. No puedes hacer nada. Estás así, junta las muñecas de sus manos como si estuviera esposado. Allí he estado cinco años en una celda, sin salir afuera” relata Cipriano en una cafetería en el centro de Lieja, donde vive ahora acogido por el gobierno belga.

Cipriano recuperó la libertad gracias a la presión diplomática y al informe de Manfred Nowak, relator de la ONU contra las torturas, denunciando su caso. “Bélgica mandó a un diplomático holandés, como son el Benelux, se hacen préstamos de diplomáticos. Él vino porque él mismo sí que me explicó todo, que su destino fue por mi caso. Para venir a liberarme. Venía a Malabo, venía, se entrevistaba con mi abogado. Traía medicamentos y todo. De repente, cuando llegaron los indultos pusieron mi nombre, pero en lo último”.

José María Irujo es el jefe de investigación del periódico El País. Lleva años denunciando en sus artículos la estrategia represora del régimen de Teodoro Obiang en el exterior contra sus disidentes políticos, como Cipriano. “Ya en los últimos 22, 23 años, desde el 97 al 2019 se han producido 34 secuestros, todos con el mismo patrón común, que es el engaño para que estas personas abandonen sus países en Europa, donde viven cómodamente, viajen a países en África y ahí son secuestrados y trasladados a Malabo y juzgados y condenados durante años”.

Entre 1997 y 2019 se han producido 34 secuestros de disidentes ecuatoguineanos organizados por el gobierno de Teodoro Obiang.

Entre 1997 y 2019 se han producido 34 secuestros de disidentes ecuatoguineanos organizados por el gobierno de Teodoro Obiang. EN PORTADA

El abogado de derechos humanos, Aitor Martínez, defiende a cuatro opositores guineanos secuestrados en Juba, la capital de Sudán del Sur. “Sería una suerte de operación Cóndor, como la que vivió Latinoamérica durante los años de la dictadura del Cono Sur, años setenta, años ochenta, pero a nivel africano”.

Un joven disidente chino en Madrid

En el documental Caza al disidente hay tres personajes, cada uno con su historia personal y su localización. A Hichem le entrevistamos en Rabat, a Cipriano en Lieja y al tercero, Yuan Lee, en el barrio madrileño de Usera durante la celebración del nuevo año chino. Le gusta que le llamen Juan porque lleva diez años en España y habla perfectamente, aunque con acento, nuestro idioma. Es activista contra el régimen de Pekín y denuncia a cara descubierta las violaciones de los derechos humanos que se producen en China y la persecución que padecen los disidentes como él en el exterior. Una de sus campañas de protesta se dirige contra las llamadas comisarías clandestinas chinas en varias ciudades de España.

“Yo creo que están desde hace muchos años. Cuando los medios de comunicación ni siquiera prestaban atención a este tema. Lo que pasa que cuando se hizo eco, se pueden trasladar de un sitio a otro sitio. Se pueden esconder en un restaurante, en un abogado, despacho de abogados, de muchas formas. Pero lo que yo puedo decir, yo no quiero inventar nada, pero desde China, de forma oficial, reconocen la existencia de estas comisarías chinas” relata Yuan Lee.

En 2023 la policía de Nueva York detuvo a dos ciudadanos chinos acusados de abrir una comisaría de policía secreta en la ciudad. Un año antes, un grupo defensor de derechos humanos, Safeguard Defenders, publicó la lista de esas oficinas ilegales que China tenía por todo el mundo. El listado incluye varias en España. En ésta, en Barcelona se lee “Comisaría de Policía en Ultramar".

En esta comisaría de policía secreta abierta en Barcelona se lee “Comisaría de Policía en Ultramar

En esta comisaría de policía secreta abierta en Barcelona se lee “Comisaría de Policía en Ultramar". EN PORTADA

“La violación de los derechos humanos en China, es casi un pilar del sistema de represión en el país. China tiene todo un sistema de represión y de control de la libertad de prensa o libertad de expresión expandido no sólo en China sino en el resto del mundo. Son súper sensibles a lo que se dice de ellos dentro y fuera. Entonces el gobierno chino no deja cabos sueltos y tiene un control mediante técnicas muy sofisticadas de inteligencia artificial, cámaras por doquier, monitoreo de las conversaciones on line” relata Olatz Cacho, portavoz de Amnistía Internacional en España.

Mientras asistimos al desfile central del nuevo año chino en Madrid, Yuan se va poniendo a cada paso más nervioso, hasta el punto de que tuvimos que suspender la entrevista precipitadamente.

Yuan Lee, en el barrio madrileño de Usera durante la celebración del nuevo año chino.

Yuan Lee, en el barrio madrileño de Usera durante la celebración del nuevo año chino. EN PORTADA

“Tenemos que salir de aquí porque aquí llamo mucho la atención, es que van a mi casa, te lo digo. Sí, salimos porque no podemos continuar aquí. No estoy solo. Te voy a ser muy sincero. Tenemos que irnos de aquí porque sino mi familia va a tener problemas porque he visto que hay gente que me estaba mirando”.