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Juan del Val, Premio Planeta 2025: "La literatura me salvó y a escribir le debo todo lo que soy"

  • La tirada inicial de Vera, una historia de amor será 210.000 ejemplares
  • Ángela Banzas espera que los lectores terminen con una sonrisa su novela
Juan del Val, Premio Planeta 2025: "La escritura salvó mi vida"
El ganador del Premio Planeta 2025 y la finalista, Ángela Banzas. ALBERTO PAREDES/EUROPA PRESS

Un chaval sin estudios pasa del andamio a convertirse en el flamante ganador del Premio Planeta 2025. Por el camino deja seis novelas, dos con su mujer, Nuria Roca, y otras cuatro en solitario.

Juan del Val reivindica su identidad de escritor en una entrevista con RTVE.es, tras una intensa noche de celebración, y confiesa que "le encanta la promoción".

El ganador piensa "gastarse" el millón del premio, señala que aún no ha leído nada de la finalista, Ángela Banzas, pero asegura que empezará por Cuando el viento hable y luego revisará las anteriores. Por su parte, ella espera aprender de las habilidades como comunicador del colaborador televisivo.

La editorial Planeta ha confirmado que la tirada inicial de Vera, una historia de amor serán 210.000 ejemplares, mientras que la novela de la autora gallega saldrá con 90.000.

Pregunta: Ha ganado el Premio Planeta con Vera. Una historia de amor. Es conocida su historia de amor con Nuria Roca, pero ¿cómo es su historia de amor con la literatura?

Respuesta: Bueno, pues yo soy lo que escribo y a escribir le debo todo lo que soy. Independientemente de la necesidad que siempre he tenido de contar historias, te podría decir que la literatura, escribir, me salvó de determinados lugares. Imagínate la relación que tengo de amor con ella. No es de amor-odio, es de amor puro.

P: ¿Cómo se le ocurre la idea de la novela premiada?

R: No hay un hecho determinante. Siempre estoy pensando, observando, para construir una historia. Una vez que me pongo a escribir, tenía clara la idea de contar la evolución de esta mujer desde el punto en el que comienza la novela, inmediatamente después de una separación de su marido, hasta que logra el control de su vida absoluto.

P: Su primera novela se tituló Parece mentira, además de ganar el Planeta, que califica de "milagro", ¿qué otras cosas le parecen mentira?

R: Me parecen mentira muchas cosas y algunas lamentablemente son verdad y otras afortunadamente no. Parece mentira es el título de aquella novela. En ese momento, creo que tenía 45 años, intentaba contar una cosa que verdaderamente parecía milagrosa, el haber salido donde estaba. Y al final, pues la vida te va yendo muy bien.

P: En Bocabesada los personajes giran en torno a la televisión. ¿Por qué le inspira tanto para escribir la pequeña pantalla?

R: En las novelas hay una trama que hay que seguir, un escenario, lógicamente, pero todo eso es una excusa para contar personajes, que es lo que verdaderamente a mí me interesa. Suelo, no por nada, casi por vaguería, situar las novelas en escenarios que conozco bien. Sevilla es una ciudad que creo, modestamente, que conozco muy bien. Una productora de televisión es un universo que me resulta muy próximo. Delparaíso era una urbanización de lujo que también tengo muy clara. Todo eso es más fácil que irme al siglo XVI.

P: ¿Y si tuviera que elegir, se quedaría con su carrera televisiva o literaria?

R: Tendría muy clara cuál es la respuesta y más en este contexto, pero fíjate, no te voy a responder esa pregunta porque me encantan las dos.

P: La pregunta es "si tuviera...", ya sé que no tiene que elegir...

R: A ver, yo soy escritor, yo lo que hago es escribir. Luego por la tele pasan muchas cosas con mi vida, pero donde yo verdaderamente estoy es escribiendo. Yo sé lo que voy a estar haciendo dentro de diez años y no te puedo asegurar que vaya a estar en la tele dentro de diez años. Sí, te aseguro que estaré escribiendo dentro de diez años y veinte y hasta que dure.

Yo soy escritor. Yo lo que hago es escribir

P: Su novela Delparaíso, que ha mencionado antes, está ambientada en una urbanización de lujo. ¿Qué lugar es su paraíso particular?

R: Mira, no sé, me lo dan las personas. Ahora, esta novela tiene que ver con Sevilla, una ciudad que me encanta, pero también hay veces que oprime un poco. Al final son las personas, donde hay un amigo mío, donde están mis hijos riéndose y está Nuria, donde me puedo tomar un vino, con alguien que me apetece tomármelo. Eso es mi paraíso.

P: En 2019, ganó el Premio Primavera de Novela con Candela. ¿A quién le daría candela en la actualidad?

R: Estoy todo el rato con eso en la tele, en esa otra faceta de comunicar y de opinar sobre la actualidad. Yo creo que candela siempre hay que darle al poder, lo tenga quien lo tenga. Ejercer una especie de fiscalización sobre lo que se hace y creo que todos tenemos la obligación de ser críticos con quien manda. Me da igual que mande en España, o en Madrid. Hay que ser críticos con quien puede cambiar las cosas y no solo no las cambia, sino que, a veces, las empeora.

P: Se encuentra cómodo en las historias de amor contemporáneas. ¿Se plantea dar el salto a algún otro género o explorar otro tipo de ficción?

R: Sé de lo que no escribiría, para escribir tienes que poner mucho de ti. Entonces yo hablo de personas y cuento, sobre todo, lo que no se ve de esos personajes. No me veo en otro género. Por supuesto, habrá novelas con una parte de thriller donde tienes que descubrir qué ha sucedido con algo, pero, para mí, eso son cosas secundarias.

P: Se ha definido como escritor. ¿Qué escritores le inspiran?

R: Te diría que los que escriben bien. Entre los españoles que me gustan mucho: Antonio Soler es para mí el referente, Martínez de Pisón. Luego también el francés Michel Houellebecq.

P: Defiende que escribe literatura para la gente frente a la que está dirigida a una élite. ¿Cree que en el siglo XXII la gente seguirá leyendo sus novelas?

R: Estoy completamente convencido, porque escribo de sentimientos universales. Los personajes siempre son reconocibles porque les pasan las mismas cosas que al lector. Me da igual la escena, donde esté, lo que esté pasando, pero si yo describo el miedo es exactamente igual ahora que en el siglo XXII, en el siglo XVIII, es igual que lo sienta una persona de Barcelona, de Sevilla o de Estocolmo. Cuando hablamos de las dudas, del duelo, de los miedos, de las inseguridades, del placer, todo eso son valores universales que se mantendrían.

Juan del Val, Premio Planeta 2025: "Lo comercial y lo que tiene calidad no tienen por qué ser dos cosas opuestas"

P: ¿Cree que el mundillo literario desprecia la calidad de los libros comerciales?

R: Existe una cierta pose en el mundo literario sobre despreciar la calidad de lo comercial. Y esto siempre no es así, no quiere decir que todo lo comercial sea bueno, pero tampoco lo que no es comercial, eso depende. Esta es un poco la diferenciación que intentaba hacer. Sí que creo que despreciar por serlo lo comercial es un poco falta de respeto a la gente.

No quiere decir que todo lo comercial sea bueno, pero tampoco lo que no es comercial

P: Ha mencionado Estocolmo. ¿Cómo es la recepción de sus novelas en el extranjero? ¿Han sido traducidas?

R: Creo que Delparaíso está en portugués y no sé si Bocabesada está traducida al italiano o algo así, pero en principio no hay mucha traducción. También pienso en eso, igual que te digo que son valores o sentimientos universales, es verdad, que hay algunos escenarios que son demasiado españoles y, quizás sea por eso, pero bueno, todo se andará.

P: ¿Cómo animaría a los lectores a comprar el libro?

R: No soy especialmente pretencioso, pero tengo ambición literaria, eso es evidente. Aun así, reivindico el entretenimiento. Estoy completamente convencido de que van a pasar un buen rato leyendo la novela. Y luego ya si rascas un poco más, las emociones y los pensamientos tienen cierta profundidad.

La novela más íntima

La finalista del Planeta, Ángela Banzas, escribe versos que le da pudor publicar, pero bucea en una experiencia que marcó su niñez y la vuelca en Cuando el viento hable, una novela que espera que sirva para "evadirse y acariciar el alma".

Con siete años, sufrió una peritonitis que se complicó con una bacteria nocosomial lo que prolongó su ingreso hospitalario casi un año. Era una pequeña inquieta, que no paraba en su habitación y recorría los pasillos para visitar a otros niños enfermos.

Su estancia en el hospital determina "su forma de ver la vida" y marca a la autora gallega para siempre. Explica a RTVE.es que allí entendió "el valor de lo pequeño" y la suerte que tiene de estar viva.

Dolor en la infancia

Un personaje de la novela está inspirado en una niña real que sufría "una terrible hidrocefalia", contemplar su dolor fue algo que impresionó "muchísimo" a la escritora. Recuerda que "no se podía poner de pie y lidiaba con el sufrimiento" cada día.

Banzas considera que la infancia forja el carácter y determina nuestra forma de ser y de ver el mundo, pero también subraya que "cuando te haces adulto tienes la capacidad de transformarte, cambiar, pintar tu historia del color que quieras".

Como lectora se define como "omnívora" y cita como inspiración a Rosalía de Castro, Emilia Pardo Bazán, Herman Hesse o Amélie Nothomb. Le gusta "todo aquello que me acaricia y me agita, a veces me pellizca y luego es como el aliento que te besa la herida".

A la hora de quedarse con una escena del libro, se queda con una en la que Sofía (la protagonista), cuando ya es un poco mayor, le da de comer a su abuelo en casa. Una imagen que es el eco de otra en la que el abuelo alimenta a la recién nacida. Banzas se emociona al evocarla e invita a los lectores a sumergirse en una trama que, al cerrar la última página, "les va a dejar una sonrisa".

La presentación oficial de las novelas será el próximo 4 de noviembre en Madrid.