Putin y Xi discuten sobre los límites de la edad humana y la posibilidad de que las personas vivan hasta los 150 años
- El diálogo informal, captado por un micrófono abierto, se ha producido durante la visita de Putin a Pekín
- Xi Jinping señala que las proyecciones científicas apuntan a que en este siglo podría aumentarse la longevidad humana
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La visita del presidente ruso, Vladímir Putin, a China ha dejado una insólita conversación captada por un micrófono abierto. El mandatario ruso y su homólogo chino, Xi Jinping, han discutido sobre la posibilidad de que los seres humanos vivan hasta 150 años o incluso alcancen la inmortalidad.
El diálogo informal entre ambos líderes se ha producido cuando se dirigían a la tribuna del desfile militar en la plaza de Tiananmen para conmemorar el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. Según la traducción difundida por Bloomberg, Xi ha comentado cómo, en el pasado, "rara vez se llegaba a los 70 años, pero hoy se dice que a los 70 se sigue siendo un niño".
Putin ha respondido que "gracias al desarrollo de la biotecnología, los órganos humanos pueden trasplantarse constantemente y las personas pueden sentirse cada vez más jóvenes e incluso alcanzar la inmortalidad". El líder chino ha replicado que las proyecciones científicas apuntan a que este siglo podría abrir la puerta a vidas de hasta 150 años.
En una rueda de prensa posterior, Putin ha confirmado la conversación y ha recordado que el difunto ex primer ministro italiano y aliado suyo, Silvio Berlusconi, "desarrolló activamente" el tema de la longevidad.
Rusia y China alcanzan un acuerdo energético estratégico
Más allá de la anécdota, Putin ha aprovechado su comparecencia en Pekín para confirmar que Rusia venderá gas a China mediante el gasoducto Fuerza de Siberia-2, aunque ha negado un trato de favor. "No hay caridad, son acuerdos mutuamente beneficiosos basados en principios de mercado", ha aclarado.
El presidente ruso ha admitido, no obstante, que el acuerdo supone un precio inferior al que se aplica en Europa, lo que otorgará "ventajas competitivas" a Pekín. También ha subrayado que las negociaciones duraron más de un año y se apoyan en una fórmula de cálculo distinta a los precios de mercado actuales.
El gasoducto, cuya construcción llevará entre cuatro y cinco años, permitirá suministrar a China 50.000 millones de metros cúbicos anuales durante tres décadas. Aun así, la cifra queda lejos de los 185.000 millones que la Unión Europea importaba de Rusia antes de la invasión de Ucrania en 2022.
La rebaja supone un alivio para la empresa de gas rusa Gazprom, en plena crisis tras la pérdida del mercado europeo. El presidente del consorcio, Alexéi Miller, ha conformado que Rusia, China y Mongolia ya firmaron un memorando vinculante para la obra y ha justificado los precios más bajos por los menores costes logísticos hacia el mercado chino.
