Detectan casos de inmadurez cerebral en niños cuyas madres padecieron COVID-19 en el embarazo
- Un estudio revela un aumento del 10% de afectación neurológica en niños que se gestaron con COVID-19
- Las vacunas redujeron drásticamente las consecuencias derivadas de la alta carga vírica
La semana 20 del embarazo es un periodo fundamental en la formación de la corteza cerebral y clave para el posterior proceso de aprendizaje de las personas. Que una mujer gestante padeciese la COVID-19 sin vacuna pudo tener consecuencias a nivel neurológico para el bebé, principalmente en los campos del aprendizaje y la memoria, según un estudio del Instituto de Neurociencias (CSIC).
"Los fetos que estuvieron expuestos durante el embarazo de sus madres a la COVID-19 tienen 10 veces más posibilidades de desarrollar retrasos en el desarrollo o ser diagnosticados de discapacidad en el desarrollo intelectual", señala Salvador Martínez, del Instituto de Neurociencias.
Los casos en infantes de cinco años que contrajeron el virus de la COVID-19 mientras se gestaban durante la pandemia aumentaron un 10%, tal y como contabilizó el grupo de Neurobiología de Enfermedades Mentales del centro mixto de investigación del CSIC y la Universidad Miguel Hernández.
La explicación a este fenómeno reside en que las neuronas que se generan y migran al cerebro durante el desarrollo utilizan la misma proteína que el coronavirus para mejorar el flujo de oxígeno, dejando entrar al SARS-CoV-2 en unas neuronas aún inmaduras. Por ello, la infección pudo provocar alteraciones que estarían implicadas en el desarrollo de trastornos neurológicos.
Salvador Martínez, investigador principal del ensayo, ha explicado a TVE que "el Sars-cov-2 ataca directamente al cerebro, no solo por la inflamación, sino por su capacidad de alterar el desarrollo normal de las neuronas".
El virus en el feto y la memoria
Al analizar varios cerebros humanos de fetos de 20 semanas de gestación donados anónimamente tras un aborto espontáneo en 2020, se ha observado que la presencia del virus de la pandemia tiene efectos "de forma muy particular y localizada en unas células de la región embrionaria del hipocampo: la parte del cerebro que se dedica a la memoria".
Salvador Martínez, investigador principal del estudio PABLO MIRANZO
En varios estudios epidemiológicos publicados recientemente se ha observado un aumento 10% del déficit cognitivo del desarrollo intelectual, comparado con datos de bebés nacidos antes y después "en los mismos lugares y en condiciones similares", según Martínez. El científico aclara, no obstante, que esos retrasos cognitivos descendieron en los hijos de las madres ya vacunadas por la menor carga viral.
Estos estudios amplían el conocimiento de los efectos de un SARS-CoV-2 que "infectó a toda la sociedad" sin ser tan virulento como otros virus anteriores como el de la viruela, y reflejan que en los casos en los que llegó al cerebro del feto para infectar a las células en desarrollo "se podría predecir o anticipar un aumento de la discapacidad intelectual, del retraso del desarrollo cerebral".
El científico concluye que "eso es lo que ahora se puede empezar a comprobar, porque esos niños tienen más de cinco años y es cuando esa región del cerebro es necesaria para que aprendan adecuadamente".