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Sánchez, ante el desafío de recuperar el timón de la legislatura con unos socios recelosos tras el caso Cerdán

  • El presidente del Gobierno comparece en el Congreso casi un mes después del informe de la UCO sobre Cerdán
  • La detención de Cerdán y la corrupción junto a la polémica por el compromiso con la OTAN marcarán la jornada
Sánchez presentará mañana las medidas anticorrupción ante las presiones de sus socios

A falta de tres días para que se cumpla un mes del informe de la UCO en el que se señalaba al ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, por el presunto cobro de mordidas, el presidente del Gobierno acude a dar explicaciones al hemiciclo y anunciar medidas en materia anticorrupción. Una comparecencia en la que Sánchez tendrá ante sí el reto de recuperar la confianza perdida en las últimas semanas, pero que de entrada llega tarde y mal planteada para los socios.

Una jornada que se espera larga e intensa porque Sánchez no hablará este miércoles solo de corrupción. A pesar de los intentos y presiones de los socios y oposición para que adelantase la comparecencia y fuese un pleno monográfico, Sánchez se ha mantenido en la postura inicial de mezclarlo también con el incremento del gasto en defensa obligado por la OTAN. Y así será. La primera parte estará dedicada a Cerdán y la corrupción y tras un receso, previsiblemente ya a primera hora de la tarde, será el turno del gasto militar.

Desde que el 12 de junio estalló el caso Cerdán, las dudas sobre la legislatura se han apoderado del día a día de la política española, asomando por momentos en el horizonte la posibilidad del adelanto electoral, una moción de censura o una cuestión de confianza. Todo ello pese a los intentos de Sánchez por desmarcarse tanto en primera persona como a nivel de partido de la presunta trama corrupta. Por ese motivo, hace dos semanas, el presidente del Gobierno se reunió en privado con los socios para que le trasladasen propuestas en materia anticorrupción y escuchar las explicaciones de Sánchez, pero no convenció a las distintas formaciones que sustentan el Gobierno.

Durante este mes, Sánchez no ha visto solo cómo su segundo secretario de Organización también se veía envuelto por la sombra de la corrupción en el marco del caso Koldo, sino que ha presenciado también cómo Cerdán ha entrado en prisión acusado de pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias y cohecho.

No solo eso ha pasado en este mes para Sánchez y el PSOE. Tras el ingreso en la cárcel de Soto del Real de Cerdán y las acusaciones que pesan sobre él también han llevado a Sánchez a tomar medidas más allá del Gobierno. Este sábado remodeló la estructura interna de su partido en un largo y tenso Comité Federal que comenzó con sorpresa. Antes de su inicio se publicó que uno de sus elegidos para la secretaría de Organización, Paco Salazar, estaba acusado por varias mujeres del PSOE por "comportamientos inadecuados".

Moncloa adelanta que habrá medidas que afecten a empresas corruptoras

Fuentes del Gobierno avanzan que Sánchez presentará un plan global y "ambicioso", con más de una decena de medidas. Añaden que se han inspirado para ello en organismos internacionales y en otros países. Algunas de esas medidas, pilotadas también por el ministro Félix Bolaños, son precisamente propuestas de Sumar, con las que esperan que la formación de Yolanda Díaz vea que van "en serio".

También dan aglunas claves del discurso de Sánchez este miércoles. El jefe del Ejecutivo prevé reivindicar sus logros y "proyectar el futuro" y defender al Gobierno y al PSOE como el Ejecutivo y el partido "más digno para seguir liderando la lucha contra la corrupción". "No somos perfectos pero no tapamos la corrupción", aáden.

Desde el ala socialista del Gobierno aseguran que habrá medidas que afecten a empresas e instituciones corruptoras, además, aseguran que se van a tener en cuenta la gran mayoría de las propuestas de Sumar y del resto de grupos parlamentarios. Pero los socios no se fían.

Con los de Yolanda Díaz hay contactos, reconocen las dos partes, pero le exigen que incluya sus medidas, como la de sancionar a las empresas corruptoras. "Lo que esperamos es que el presidente del Gobierno se haga eco de ellas", ha señalado la portavoz del partido en el Congreso, Verónica Barbero, en la víspera de la comparecencia de Sánchez.

De hecho, no será Barbero quien responda en nombre de Sumar a Sánchez, como viene siendo habitual, sino que lo hará Díaz, según han confirmado fuentes de la formación, incluso pese a haber fallecido el padre de la vicepresidenta este martes. Su intervención abordará, por un lado, medidas que cree necesarias tomar; por otro, por qué se ha llegado a esta situación; y, por último, por qué hay que regenerar democráticamente este país. Se espera que también lance críticas por el bipartidismo.

"Vamos a seguir igual de contundentes que estos días. Vamos a exigir medidas y salir del mantra de 'la corrupción cero no existe' y de la parálisis en la que se encuentra el PSOE", exponen las fuentes.

Sumar cree que la comparecencia marcará el rumbo de la legislatura

La decisión de que Díaz confronte a Sánchez se ha tomado tras un intenso debate interno, según han explicado las mismas fuentes, con la intención de tener una representación de Sumar "al más alto nivel" en este pleno y dejar clara la postura que defienden ante sus socios de Gobierno del PSOE.

En Sumar reconocen que el hecho de que Díaz vaya a responder a Sánchez es un movimiento arriesgado, al ser socios del Gobierno de coalición, pero recalcan que es una manera de evidenciar que la comparecencia del miércoles no es un pleno cualquiera. De hecho, en las últimas semanas han presionado a Sánchez para que tome medidas drásticas y diese un "giro radical" a la legislatura o, de lo contrario, estaría en "su mano" la legislatura. "Probablemente, se decide el rumbo de esta legislatura", han avisado en la formación.

Por eso, fuentes de Moncloa ya han confirmado que habrá medidas de calado contra empresas e instituciones. Sin embargo, hay socios como Podemos que no se las creen y las califican de medidas "cosméticas", aunque aún no se conozcan en detalle. "Son las típicas medidas cosméticas del PSOE, lo que más le preocupa es sobrevivir políticamente a la comparecencia", ha opinado la líder de la formación morada, Ione Belarra.

Otros partidos como el PNV han sido más cautos y han recalcado en varias ocasiones que querían esperar a las explicaciones de Sánchez este miércoles, y partidos como ERC o Bildu pidieron también sancionar a empresas corruptoras y adoptar medidas para garantizar la regeneración democrática.

El PP, a la espera de la comparecencia para volver a tantear a los socios

Mientras tanto, el PP insiste en la dimisión de Sánchez porque "quien degenera España no puede regenerarla", y ya se preparan para volver a sondear a los socios de cara a una posible moción de censura. Aunque por el momento, todos ellos les han cerrado las puertas y el PP insiste en cargar contra ellos. "A todos les conviene que siga el Gobierno para seguir sacando rédito", ha señalado el portavoz del PP, Miguel Tellado, que lejos de acercar posturas con los socios, sigue criticándolos.

El recientemente proclamado como 'número dos' del PP ha admitido que este miércoles será "especialmente interesante" escuchar lo que dice Sumar, ERC, Junts o PNV. En una entrevista en Ondacero, Tellado ha recordado que tras el ingreso en prisión de Cerdán, en Génova mantuvieron contactos "con distintos grupos parlamentarios para escucharlos y conocer si mantienen intacto su apoyo".

"Y yo lo que he detectado a través de esas conversaciones es que hay un malestar creciente en las filas de los partidos que hicieron posible la investidura de Pedro Sánchez y que entre esos partidos hay cierta preocupación sobre cómo repercute el mantener el apoyo a este Gobierno en estas circunstancias", ha dicho, para añadir que "en alguno de los casos, en esas llamadas" se emplazaron "a volver a hablar después de la comparecencia de Sánchez" de este miércoles.

Fuentes del PP han informado de que en la comparecencia de Sánchez, Feijóo se dirigirá "a los puntales parlamentarios del presidente para pedirles que se dejen de milongas: esto va de Sánchez o de decencia" y le instará a que responda a 50 preguntas.

Más duros aún son en Vox, que no esperan "absolutamente nada" de la comparecencia, más allá de "mentiras y propaganda", según la portavoz en el Congreso, Pepa Millán.