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Un 33 % de las personas LGTBIQ+ ha pensado en suicidarse: la salud mental, una deuda pendiente

  • La comunidad LGTBIQ+ declara una situación emocional significativamente peor que la de la población general
  • El 75% de los miembros de la comunidad afirmaron sentirse desanimados o deprimidos en las últimas dos semanas
Un grupo de personas sujetan una bandera arcoíris en una celebración del Orgullo LGTBIQ+.
Un grupo de personas sujetan una bandera arcoíris en una celebración del Orgullo LGTBIQ+. GETTY
CRISTINA ÁLVAREZ*

La salud mental sigue siendo una de las grandes asignaturas pendientes en la sociedad española. Según los últimos datos, un 34 % de la población reconoce haber atravesado algún problema de salud mental, una cifra impulsada por el aumento de trastornos como la ansiedad, la depresión o el estrés crónico. Sin embargo, esta realidad se agrava aún más en determinados colectivos vulnerables.

Entre ellos, las personas LGTBIQ+ presentan indicadores notablemente más preocupantes que la media general. A pesar de los avances legislativos y sociales alcanzados en las últimas décadas —como la aprobación del matrimonio igualitario en 2005, de la que se cumplen ahora 20 años—, los datos muestran que el bienestar psicológico del colectivo sigue lastrado. De hecho, según señala David Armenteros, vicepresidente de la Federación Estatal LGTBI+, las personas LGTBIQ+ casadas reportan niveles de felicidad y bienestar subjetivo significativamente inferiores a los de las parejas heterosexuales.

A continuación, repasamos algunos indicadores que perfilan una sencilla radiografía de la salud mental de las personas LGTBIQ+ en España, según estudios recientes.

Tres de cada cuatro personas LGTBIQ+ se sienten deprimidas

Las personas LGTBIQ+ en España declaran un estado de ánimo en general negativo. Tres de cada cuatro afirmaron sentirse desanimados o deprimidos en las últimas dos semanas, según datos de la macroencuesta de la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) de 2023 sobre experiencias y opiniones de personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales.

Este deterioro emocional no puede atribuirse únicamente a factores individuales. Para el vicepresidente de la Federación Estatal LGTBI+, se trata de un fenómeno estructural, fruto de años de discriminación, invisibilidad y exclusión social. Aunque se hayan conquistado importantes derechos legales como el matrimonio igualitario, el entorno social aún no garantiza un marco libre de violencia, estigmatización o miedo, lo que impacta de forma directa sobre el bienestar de las personas del colectivo.

Pensamientos suicidas, sobre todo en transgénero y bisexuales

El sufrimiento emocional que declaran las personas LGBTIQ+ españolas va mucho más allá del malestar cotidiano. Un 33% admite haber pensado en suicidarse en el último año y un 18% confiesa haberlo intentado, lo que contrasta con el 14,5% de la población general que afirma que ha intentado suicidarse o ha tenido ideación suicida, según el estudio La situación de la Salud Mental en España, de la Confederación Salud Mental España.

Los colectivos más afectados son los hombres trans (42% afirma que ha intentado suicidarse) y bisexuales (35%), seguidos de las personas intersexuales, las mujeres trans y las bisexuales.

Armenteros explica que las personas trans (especialmente las mujeres trans jóvenes) son el grupo más afectado, no porque su identidad implique por sí sola malestar, sino por la mayor violencia estructural a la que están expuestas: patologización, precariedad, transfobia, discriminación laboral, o negación de la identidad en los entornos sanitarios, familiares o educativos.

“Este panorama no es una fatalidad ni una cuestión individual: es el resultado directo de un entorno hostil. Por eso, hablar de suicidio en la comunidad LGTBI+ no puede reducirse a una lectura clínica. Es un problema político y social, que interpela al sistema educativo, sanitario, familiar y legislativo”, argumenta el vicepresidente de la Federación Estatal LGTBIQ+, para quien la solución pasa por garantizar vidas seguras, visibles y libres desde la infancia.

España, 5º país de la UE en satisfacción con la vida de personas LGTBIQ+

Aunque declaren problemas de salud mental con mayor frecuencia que la población general, España es uno de los países del entorno europeo donde las personas del colectivo se sienten más satisfechas. En concreto, España es el quinto país de la Unión Europea donde las personas LGTBIQ+ afirman tener mayor nivel de satisfacción con la vida, por detrás de Finlandia, Dinamarca, Austria y Países Bajos.

Al margen de la imagen fija de la salud mental, esta es el reflejo individual de un contexto social y político general, explica David Armenteros, y cambiarlo requiere recursos, compromisos institucionales sostenidos y un cambio cultural que coloque el cuidado, la escucha y el respeto en el centro de las políticas. Sostienen que defender los derechos también es garantizar vidas que merezcan ser vividas.


* Cristina Álvarez es alumna del máster en Documental y Reportaje Periodístico Transmedia de la Universidad Carlos III de Madrid, en colaboración con RTVE. Este artículo ha sido supervisado por el coordinador del equipo de DatosRTVE José Ángel Carpio.