La negociación del ERE de Azucarera culmina con un preacuerdo que no salva del cierre a la planta de La Bañeza
- La fábrica, ubicada en la provincia de León, es una actividad clave en la comarca
- El texto incluye bajas incentivadas, variables en función de la edad, traslados voluntarios y ayudas para la mudanza
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La dirección de la empresa Azucarera y los representantes sindicales han alcanzado un preacuerdo sobre el expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado por la compañía para sus factorías en España que, finalmente, no ha salvado del cierre a la fábrica de La Bañeza (León).
Tras un mes de negociaciones, el ERE supondrá más de 120 despidos y el cierre de la planta bañezana, una actividad "clave" para la provincia de León, así como para mantenimiento del sector en la Comunidad.
A falta de la concreción en la redacción definitiva, el texto incluye bajas incentivadas, variables en función de la edad, traslados voluntarios a otras factorías y ayudas para la mudanza, entre otras condiciones.
Así lo ha confirmado este miércoles a EFE el secretario general de la Federación de Industria de CCOO-Castilla y León, Miguel Brezmes, quien ha remarcado que, antes de formalizarse, el preacuerdo deberá ser ratificado por las asambleas de trabajadores.
Según ha dicho a Europa Press el secretario general de UGT FICA León, René Rodríguez, el preacuerdo alcanzado no ha sido votado favorablemente por la totalidad de los representantes sindicales.
Los sindicatos plantean que La Bañeza sirva para alguna "industria alternativa"
Rodríguez ha lamentado que algunos representantes de los trabajadores no hayan estado "a la altura" para poder parar un ERE que "camufla" el cierre de una fábrica.
"La representación de UGT La Bañeza somos los que realmente hemos velado por los intereses reales de la industria de León y de los puestos de trabajo", ha subrayado. No obstante, ha explicado que agotará "todas las posibilidades legales", siempre y cuando los trabajadores de la planta estén de acuerdo.
Los sindicatos se han planteado como reto trabajar junto a las administraciones públicas y la propia empresa para que las instalaciones de La Bañeza puedan servir a alguna "industria alternativa".
Este objetivo serviría para reducir el impacto de la decisión sobre el empleo y el propio tejido industrial de la comarca de La Bañeza, donde el cultivo de la remolacha azucarera ha servido de modo de vida de cientos de agricultores en las últimas décadas.
Brezmes ha remarcado que tienen que conseguir que las instalaciones que cesarían en su actividad para Azucarera no se conviertan en una "pequeña Chernobyl", en referencia a anteriores cierres de molturadoras de remolacha en Castilla y León.
Las tensiones laborales comenzaron a finales de mayo cuando Azucarera anunció un ERE con el fin de despedir a 251 trabajadores, lo que dio lugar a las negociaciones entre la empresa y los sindicatos.
