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Análisis

El ataque israelí a Irán, un "acto de guerra" que pone en jaque las negociaciones nucleares con EE.UU.

El ataque israelí a Irán hace peligrar las negociaciones nucleares con EE.UU.
Un retrato de Netanyahu y de Ali Jameneí AP
EBBABA HAMEIDA

La calma tensa entre Israel e Irán se ha vuelto a romper y Oriente Próximo se precipita a un nuevo punto de inflexión beligerante. Durante la madrugada del viernes, Tel Aviv ha llevado a cabo un ataque quirúrgico y a gran escala contra Teherán. Más de 100 drones han impactado sobre instalaciones nucleares, fábricas de misiles balísticos y sistemas de defensa. En el ataque han muerto altos mandos militares y científicos nucleares iraníes y la cúpula armada de los ayatolás ha quedado descabezada con la muerte del comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, el general Hosein Salami, y el jefe Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el general Mohamad Hosein Baqerí, entre otros. Se trata de un ataque sin precedentes contra una decena de ciudades persas.

La artillería ha alcanzado la principal planta nuclear del país en Natanz, según ha confirmado el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). "Este acontecimiento es muy preocupante. He afirmado en repetidas ocasiones que las instalaciones nucleares nunca deben ser atacadas, independientemente del contexto o las circunstancias, ya que podría perjudicar tanto a las personas como al medioambiente", ha denunciado el director general del OIEA, Rafael Grossi. La Guardia Revolucionaria ha prometido que Israel "pagará un alto precio por ello", mientras el Ejército hebrero ha asegurado que es una operación "ofensiva, preventiva, precisa y combinada, basada en inteligencia de alta calidad".

En este contexto convulso, la imprevisibilidad vence a la lógica de las relaciones internacionales. La primera incógnita es por qué ahora, en plenas conversaciones entre Estados Unidos con Irán para un nuevo acuerdo nuclear. Las negociaciones están estancadas, aunque la próxima cita está prevista para el domingo en Omán a pesar de que el presidente estadounidense, Donald Trump, confía "cada vez menos" en llegar a un acuerdo. Tras lo ocurrido este viernes, Irán está acusando directamente a Estados Unidos de haber "autorizado, ayudado o alentado" a que este ataque se llevase a cabo, a pesar de que la Casa Blanca ha dicho estar al margen. Y tras los últimos acontecimientos, "lLos iraníes dicen que los estadounidenses ya sabían que iba a pasar, es muy difícil creer que Irán vuelva a confiar en Estados Unidos y se sienta una mesa de negociaciones", argumenta el profesor investigador del Centro de Estudios del Golfo de Qatar University, Luciano Zaccara.

"Un escenario de cuanto peor, mejor"

Pero la gran incógnita reside en los motivos de Israel. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, "se está moviendo en un escenario de cuanto peor, mejor, de guerra permanente con todo su vecindario y lo último que le beneficia es que Estados Unidos empiece a entenderse con alguno de sus rivales tradicionales", argumenta el catedrático de Estudios árabes e islámicos de la Universidad Complutense de Madrid, Ignacio Álvarez-Ossorio. No le interesa, bajo ningún concepto, que se vuelva a la dinámica del levantamiento de sanciones contra Irán. A este elemento se suma el informe crítico del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que ha adoptado una resolución negativa frente a las actividades nucleares de Teherán. Tampoco es la primera vez que Israel lleva a cabo una operación encubierta en los últimos años para intentar acabar con los máximos responsables de ese programa y la situación puede agravarse si Teherán decide expulsar a todos los inspectores de la OIEA. Este ataque "preventivo" de Israel recuerda al escenario previo a la guerra de Irak de Sadam Huseín, en 1980, advierte Zaccara.

El ataque se produce, además, en un momento crítico para Israel ante las voces cada vez más contrarias a su ofensiva en Gaza. "Israel está teniendo una imagen mucho más negativa con lo que está haciendo en Gaza y necesitaba desviar la atención", explica el profesor investigador del centro de estudios del Golfo. Lo ocurrido es tan grave que obliga a Irán a dar una respuesta contundente en comparación con las amenazas verbales, tibias y predeterminadas llevadas a cabo hasta ahora.

Desde la reactivación de la guerra en Gaza, los dos enemigos históricos en la región se han medido en varias ocasiones. Los Ayatolás forman parte del denominado 'Eje de la Resistencia' junto a Hamás, Hizbulá, los hutíes de Yemen y milicias chiíes en Irak. Y la alianza se encuentra cada vez más debilitada frente al Estado hebrero. "Ha habido varias subidas de tono, pero este ataque no me lo esperaba. Aunque el movimiento de Washington de evacuar a su personal de Irak fue una clara señal", analiza Anahita Nassir politóloga hispano-iraní. "Ha sido una acción muy inminente y precipitada", dice.

¿A la espalda de Trump?

Trump se ha desvinculado del ataque, pero los expertos coinciden en que podría haber sido más o menos cómplice de la orden del primer ministro israelí. De hecho, Estados Unidos ha admitido que se le informó con antelación. "Si Trump estaba haciendo un esfuerzo para evitar que Israel ataque a Irán ha fracasado y no es el caso", asegura Luciano Zaccara. El experto considera que ha sido más bien lo contrario: "Les ha dicho 'atácales' para que entren en razón y se sienten a hablar con nosotros", apunta. De hecho, este viernes el presidente ha instado al país persa a llegar a un acuerdo sobre su programa nuclear, afirmando que aún hay tiempo para que el país evite un mayor conflicto con Israel. "Ya ha habido gran muerte y destrucción, pero aún hay tiempo para poner fin a esta masacre con los próximos ataques ya planeados aún más brutales", ha escrito en su red social.

Álvarez Ossorio no cree que Trump haya dado luz verde al ataque. "De ser así, Washington habría participado directamente, que es lo que quiere Tel Aviv, y habría sido una acción mucho más lenta que sacudiría por completo a la región". La diferencia frente a las escaladas de 2024 es que este choque a gran escala llega con Trump como inquilino de la Casa Blanca desde hace cinco meses. Ahora se ha apostado por la vía de la guerra: Irán ya ha anunciado que se levanta de la mesa de negociaciones. Un escenario que también pone en duda a la capacidad del magnate estadounidense para conseguir la paz en un tiempo récord.

Los recientes acontecimientos podría romper cualquier puente de diálogo, llevando a la confrontación a una potencia nuclear con otra militar en el continente asiático. La gran incertidumbre es, expresa la analista hispano-iraní, hasta cuándo la Administración estadounidense secundará la "locura de Netanyahu". Y tal y como recuerda Zaccara, el ataque de Israel es el peor escenario posible que podía plantearse en Oriente Próximo.

La falta de respuesta podría ser el fin los ayatolás

El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, ha dicho que "la nación y las autoridades iraníes no guardarán silencio ante este crimen" y ha advertido que "la respuesta legítima y contundente de la República Islámica de Irán hará que el enemigo se arrepienta de su insensato acto". Lo cierto es que "Israel ha dañado la estructura político y militar y al único al que no han matado es al líder supremo, Alí Jameneí, aunque podría hacerlo", asegura Zaccara.

Los tres expertos en el país persa tienen claro que la República Islámica tendrá que responder, pero se desconoce cómo, cuándo y con qué potencia. Hasta ahora, el tono amenazante que ha mantenido con Netanyahu no se ha demostrado con acciones y hechos. La falta de respuesta de Irán, dice Zaccara, podría ser el fin de la Revolución Islámica. La misma población lo va a exigir, ya que en esta ocasión han atacado a más de diez ciudades distintas y capitales de provincia.

"Este ataque es un acto de guerra, no hay otra forma de interpretarlo", asevera. En esta ocasión nadie pone en duda que Irán va a responder, pero lo hará cuando a le convenga. Medirá los tiempos y es consciente de la presencia militar desplegada de Estados Unidos, que actuará como dique de contención para evitar que muchos de los misiles que se lancen hacia Israel no lleguen a su destino. Por el momento, Tel Aviv ha declarado el estado de emergencia especial en todo el país ante una posible respuesta iraní.

"Irán sigue siendo Irán"

Otras de las grandes preguntas es la capacidad que tiene el régimen islámico para contraatacar al Estado hebrero, que ha demostrado tener una capacidad militar incomparable con sus vecinos. "Irán tiene capacidad. El tema es cómo la usa", zanja Luciano Zaccara. Sin embargo, Nassir aclara que su país "no tiene la misma capacidad militar que Israel, pero puede hacer daño en guerras no convencionales como los ciberataques o con el uso de drones.

Además, Irán es consciente de que todos sus aliados han sido diezmados desde el comienzo de la guerra en Gaza. La caída en Siria de Bachar al Asad, la debilidad de Hizbulá tras la guerra reciente en Líbano y el asedio que sufre Hamás dejan a los clérigos persas vulnerables en un momento de máxima tensión.

Y aunque la tensión es máxima, Irán no quiere una guerra abierta con Israel y los iraníes tienen claro que el régimen tampoco va a caer: "No solamente es todo el entramado político, económico, militar, financiero. Todo el tejido estratégico del país gira alrededor del régimen. Entonces es muy complicado que caiga porque le tiren dos bombas", explica la experta hispanoiraní. Sin embargo, tampoco hay que subestimar la fortaleza del régimen liderado por Alí Jameneí que lleva en pie 45 años. Tiene capacidad para resistir y un conflicto con Israel no tiene porqué enterrarlo. "Irán sigue siendo Irán y tiene una capacidad que no tienen los otros países. A Irán no se le puede destruir en dos días, ni eliminar su ejército, ni eliminar a su régimen político rápidamente", concluye Zaccara.