Hungría mantiene la Marcha del Orgullo LGTBIQ+ del 28 de junio pese a prohibir otras manifestaciones
- En marzo, el Gobierno de Viktor Orbán prohibió todo contenido que "promueva la homosexualidad"
- 17 países de la UE criticaron, el pasado martes, las políticas anti LGTBIQ+ húngaras
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El Gobierno húngaro mantiene de momento la "Marcha del Orgullo" LGTBIQ+ que recorrerá la ciudad el 28 de junio pese a que ha restringido una convocara para el 1 de junio y ha prohibido el desfile "arcoíris" previsto para ese día. La restricción se basa en una ley que Fidesz, el partido del ultranacionalista Viktor Orbán, aprobó el pasado marzo.
La controvertida enmienda establecía la prohibición de todo contenido que "promueva o muestre desviaciones del género asignado al nacer, reasignación de género y homosexualidad", con la justificación de "proteger a los menores de edad". Pride Budapest –que organiza todos los años la marcha del orgullo– dijo en un comunicado que la norma "no es protección de menores, es fascismo".
La ley prevé que las personas que asistan a marchas de este tipo puedan ser multadas con hasta 200.000 florines, unos 500 euros. La enmienda también permite el uso de software de reconocimiento facial para imponer sanciones a los participantes de dichos eventos.
Este abril, además, el Gobierno del país aprobó otra enmienda, de carácter constitucional, que blindaba la ley anti LGTBIQ+. El texto reflejó que "el derecho del menor al adecuado desarrollo físico, mental y espiritual prevalecerá sobre todos los demás derechos fundamentales, con la excepción del derecho a la vida", lo que supone que el derecho de reunión se subordina a esta "protección de la infancia".
La Unión Europea, contra la prohibición
El pasado martes, 17 países de la Unión Europea –entre ellos España– firmaron una declaración en la que condenaban el anuncio de la prohibición de la marcha del 1 de junio. Instaban a la Comisión Europea a "actuar con prontitud" y aprovechar las herramientas del Estado de derecho a su disposición para obligar a Hungría a dar marcha atrás en su prohibición de la marcha.
"Nos preocupan las implicaciones de estas medidas para la libertad de expresión, el derecho de reunión pacífica y el derecho a la privacidad", precisaron los 17 países firmantes. Manifestaron estar "profundamente" preocupados por las recientes enmiendas legislativas y constitucionales húngaras.
El comisario europeo de Justicia, Michael McGrath, ese mismo martes, también criticó las recientes medidas de Hungría: "Se deben respetar los derechos fundamentales de los ciudadanos de Hungría y de toda la UE. El derecho a reunirse libremente y de manera pacífica debe respetarse en todo momento. Desde la Comisión Europea estamos examinando de cerca la ley concreta que ha llevado a esta prohibición".
La "marcha gris" que se enfrentó a Orbán
Las protestas a la reciente legislación húngara no han llegado solamente desde el plano internacional, sino también desde el propio país. El pasado abril, poco antes de que el Gobierno blindara en la Constitución la prohibición, una marea incolora formada por miles de personas recorrió las calles de Budapest.
Los manifestantes, que vestían prendas grises, blancas y negras y banderas sin color, buscaban ironizar sobre la norma de Orbán –que prohíbe las banderas LGTBIQ+, multicolor, en las manifestaciones– y defender la diversidad y la democracia liberal.
La marcha partió desde y terminó en la Plaza de los Héroes de la ciudad. La convocó el Partido del Perro de Dos Colas (MKKP), una formación satírica sin representación parlamentaria pero muy popular, cuyo lema es "seamos todos iguales y grises".
"Es especialmente importante defender a las personas LGTBI", aseguró la formación en un comunicado, recordando la seriedad de la protesta pese al tono festivo e irónico que tuvo.
