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Bruselas urge a Hungría a permitir las manifestaciones contra la homofobia tras prohibir una marcha LGTBI

  • España y otros 16 países de la UE exigen a Bruselas actuar contra el veto de Hungría a estas protestas
  • La Ley de Propaganda húngara prevé multas de hasta 500 euros para los participantes en estas marchas
Imagen de archivo de una marcha LGTBI en Budapest en 2021
Imagen de archivo de una marcha LGTBI en Budapest en 2021 EFE/EPA/SZILARD KOSZTICZAK
RTVE.es/Agencias

El comisario europeo de Justicia, Michael McGrath, ha urgido este martes a Hungría a respetar el derecho de sus ciudadanos a reunirse de manera pacífica después de que la policía húngara prohibiera este lunes una manifestación contra la homofobia y la transfobia invocando la controvertida ley que prohíbe las marchas LGTBI+ bajo el argumento de proteger a los menores.

"Se deben respetar los derechos fundamentales de los ciudadanos de Hungría y en toda la UE. El derecho a reunirse libremente y de manera pacífica debe respetarse en todo momento. Desde la Comisión Europea estamos examinando de cerca la ley concreta que ha llevado a esta prohibición", ha dicho McGrath a su llegada a un Consejo de Asuntos Generales en Bruselas.

En este encuentro, los ministros de los Estados miembros debatirán la situación del Estado de derecho en Hungría en el marco del expediente que este país tiene abierto en Bruselas desde 2018, que eventualmente podría acabar en sanciones para Budapest pero que no ha logrado en siete años la unanimidad necesaria para progresar.

17 países miembros piden actuar

España y otros 17 Estados miembros de la Unión Europea han instado este martes a la Comisión Europea a actuar con "prontitud" y aprovechar las herramientas del Estado de derecho a su disposición para obligar a Hungría a dar marcha atrás en su prohibición de la marcha LGTBI+ prevista el 1 de junio.

El documento, firmado por Austria, Bélgica, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Eslovenia, España y Suecia, ha sido publicado por el gobierno neerlandés, promotor de la iniciativa.

El comisario ha insistido en que la libertad de reunión es un derecho fundamental que "no supone una amenaza a la infancia o a nadie" -como arguye Budapest- y avanza que Bruselas examina sus opciones para presionar a Hungría para que permita este tipo de marchas.

En el Consejo de este martes, la Comisión Europea presentará los casos abiertos que tiene contra el país centroeuropeo (algunos de los cuales ya están ante la justicia europea en Luxemburgo) mientras que Hungría asegura que "explicará a sus homólogos el marco legal y constitucional" de su país.

"Espero que tras este debate mis colegas salgan con una visión más matizada de la legislación húngara", ha dicho a su llegada el ministro húngaro para las relaciones con la UE, Janos Boka, que niega que en Hungría exista una "prohibición del Orgullo".

Algunos ministros de Asuntos Europeos presentes en la reunión de este martes, como la sueca Jessica Rosencrantz, han lamentado que el proceso se esté alargando tantos años y considera "un sinsentido" seguir con las audiencias con las autoridades húngaras si no hay un cambio de actitud por su parte.

Para avanzar en el expediente abierto por Bruselas y decidir si retirar a Hungría el derecho a voto, los otros 26 países de la UE tienen que estar plenamente de acuerdo; en los primeros años de proceso era el gobierno ultra de Polonia el que vetaba seguir adelante y ahora lo hace Eslovaquia.

Ley de Propaganda, la enmienda que prohíbe las marchas LGTBIQ+

Este lunes, las autoridades húngaras prohibían por primera vez una manifestación contra la homofobia y la transfobia haciendo uso de la polémica Ley de Propaganda impulsada por el Gobierno de Viktor Orbán y aprobada en marzo de 2025. Esta prohíbe, bajo el pretexto de la protección de la infancia, las reuniones que "promuevan" el cambio de sexo o la homosexualidad, así como la participación en ellas. La Unión Europea se ha mostrado en contra de la decisión del gobierno de Orbán, denunciando que estas enmiendas legislativas son un ataque contra el derecho de las minorías.

Si cualquier marcha se prohíbe bajo esta ley, las personas que asistan pueden ser multadas con hasta 200.000 forintos, unos 500 euros. Esta enmienda también permite el uso de software de reconocimiento facial para imponer multas a los participantes de dichos eventos.

Indignación en el resto de Europa

"Nos preocupan las implicaciones de estas medidas para la libertad de expresión, el derecho de reunión pacífica y el derecho a la privacidad", precisan los 17 países firmantes de la declaración. Manifiestan que estarán "profundamente" preocupados por las recientes enmiendas legislativas y constitucionales, aprobadas en marzo de 2025, que vulneran los derechos fundamentales de las personas LGBTIQ+.

La declaración transmite "un descontento e indignación por estos acontecimientos que contradicen los valores fundamentales como la libertad, la igualdad y el respeto a los derechos humanos, establecidos en el artículo 2 del Tratado de la Unión Europea".

De esta manera exigen a Hungría a rectificar las medidas y a la Comisión Europea actuar con prontitud y con contundencia. Un asunto que sobrevuela la agenda del Consejo de Asuntos Generales, incluyendo un punto sobre el procedimiento del Artículo 7 de Hungría, en el que los países consideraran si despojar al gobierno de Orbán de sus votos en la UE tras violar en continuas ocasiones el Estado de Derecho.

La comunidad LGTBIQ+, sin derechos

Orbán llegó al poder en 2010 y en los últimos 15 años su Gobierno ha limitado legalmente los derechos de la comunidad LGTBI+. La prohibición de la manifestación se produce en un momento en que el Parlamento húngaro, con mayoría absoluta del partido de Orbán, discute medidas que pueden restringir aún más la actividad de ONG y organizaciones civiles, e incluso permitir su cierre.

Ante las demandas de la población en contra de esta ley, el Estado plantea una nueva iniciativa que busca crear un registro de organizaciones que amenazan la soberanía de Hungría con ayuda extranjera, siguiendo el modelo ruso de la ley sobre "agentes extranjeros" adoptada por el presidente ruso, Vladímir Putin, en 2012.

Pese a las amenazas y los bloqueos a través del gobierno de Orbán, las ONG han adelantado que siguen planeando celebrar la marcha de Orgullo y que quieren que sea "más grande, y debe ser más grande que nunca".