Orbán rechaza la emisión de deuda conjunta de la UE para financiar el rearme comunitario
- El primer ministro húngaro no apoya que los países de la UE acudan a un crédito conjunto
- El dirigente magiar cree que esa opción "generaría una espiral de endeudamiento"
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El primer ministro de Hungría, el ultranacionalista Viktor Orbán, ha rechazado este viernes que la Unión Europea emita deuda conjunta para financiar el rearme del bloque.
"Hungría no apoya que los países de la UE acudan a un crédito conjunto. Hungría no participaría en ello", ha dicho Orbán en sus declaraciones de los viernes en la radio pública Kossuth.
Los líderes europeos respaldaron la semana pasada los planes de gastar más en defensa ante el temor de que Rusia, envalentonada por su guerra en Ucrania, pueda atacar a continuación a un país de la UE y de que Europa ya no pueda confiar en que Estados Unidos acuda en su ayuda.
El primer ministro húngaro ha subrayado que el país centroeuropeo debe participar en el fomento de la defensa conjunta del continente, pero no en la forma en la que se plantea ahora.
El lunes, los ministros de Finanzas de la UE empezaron a debatir cómo pagar la defensa mediante nuevos préstamos conjuntos, los fondos existentes de la UE y un mayor papel del Banco Europeo de Inversiones, con vistas a tomar decisiones en junio. "Debemos participar en los esfuerzos conjuntos de defensa, en la política común de defensa, y contribuir financieramente a la defensa colectiva, pero en ningún caso debemos hacerlo mediante préstamos conjuntos", ha defendido Orbán.
Evitar una "espiral de endeudamiento"
Orbán opina que la solución es que cada país comunitario aporte a un fondo europeo, no especificado, ya que un crédito conjunto "generaría una espiral de endeudamiento".
En este sentido, el dirigente magiar ha adelantado que en la cumbre de los Veintisiete prevista para la próxima semana habrá sobre el tema "una discusión fuerte y difícil". Una de las claves del fomento de la defensa europea es "cómo se financiará el ejército ucraniano y el europeo a la vez", ha destacado.
Respecto a Ucrania, Orbán ha reiterado que la mayoría de los países comunitarios "quieren seguir la guerra" de Ucrania, una postura que ha calificado de "loca" y "errónea". El primer ministro húngaro es un cercano aliado de Moscú y nunca ha apoyado la ayuda militar a la vecina Ucrania, atacada por Rusia. Aliado de Donald Trump, que también está cultivando lazos con Moscú, Orbán se ha negado a enviar armas a Ucrania desde el inicio de la guerra y ha dicho que, en lugar de prolongar la guerra, Europa debería apoyar las conversaciones de paz de Trump.
"El futuro de Ucrania se decidirá en la mesa de negociaciones y no en los campos de batalla", ha enfatizado Orbán. El miércoles el Parlamento Europeo instó a la UE que reduzca su dependencia de terceros países en el terreno de defensa.
Los eurodiputados acogieron favorablemente el plan para rearmar el club comunitario que la semana pasada presentó la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, con el que se espera movilizar alrededor de 800.000 millones de euros en inversiones en defensa.
Según la resolución aprobada por la Eurocámara deben explorarse "soluciones innovadoras para encontrar financiación adicional", como un sistema de bonos europeos para financiar grandes inversiones militares.
El Parlamento llamó a la UE "a actuar urgentemente para garantizar su propia seguridad", lo que según los eurodiputados requiere reforzar sus asociaciones con socios afines y "reducir significativamente su dependencia de terceros países en materia de defensa".
La UE supera las reticencias de Hungría
El Consejo de la Unión Europea ha prolongado este viernes otros seis meses las sanciones selectivas contra personalidades y entidades rusas por socavar la soberanía e integridad territorial de Ucrania, tras superar las reticencias de Hungría y sacar de la lista negra a cuatro personas, así como a otras tres que habían fallecido.
Fuentes diplomáticas confirman que se mantiene en la lista de sancionados el magnate ruso-israelí Mikhail Fridman, exaccionista de LetterOne que es, a su vez, el mayor accionista del Grupo de Supermercados DIA.
Budapest había solicitado a sus socios comunitarios eliminar varios nombres de la lista negra para aceptar la prolongación de las sanciones, pero en Bruselas había el temor de que la eliminación de ciertas personas clave pueda afectar a la eficacia general de estas medidas restrictivas.
En septiembre pasado se aprobó la última prolongación de estas sanciones, que expiraban al término de la jornada de este sábado 15 de marzo si los Veintisiete no llegan a un acuerdo por unanimidad.
