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Análisis

La influencia de Sudáfrica en el Gobierno Trump: Musk se va, pero su sombra sigue en la Casa Blanca

  • Elon Musk no es el único magnate de las tecnológicas con vínculos con Sudáfrica e influencia sobre el Gobierno Trump
  • Peter Thiel, sin puesto en el gobierno, está en el núcleo de un círculo de cargos de la presidencia Trump
La influencia de Sudáfrica en el Gobierno Trump: Elon Musk posa en la Casa Blanca
Imagen de archivo de Elon Musk en una reunión de gabinete en la Casa Blanca. REUTERS / EVELYN HOCKSTEIN
ANNA BOSCH

En la primera candidatura a presidente, Donald Trump acuñó el lema de campaña Make America Great Again (volver a hacer de los Estados Unidos un país grande), convertido ya para siempre su acrónimo, MAGA, en marca del movimiento nacional populista que lidera Trump. Pronto sus críticos rebautizaron el lema como Make America White Again (volver a hacer de los Estados Unidos un país blanco), interpretando así el mensaje que subyacía en esa llamada a la nostalgia por un pasado supuestamente mejor que el presente.

En la tercera campaña electoral, y esta segunda presidencia, esa interpretación ha ido más lejos al analizar el círculo más influyente en Trump y ver la presencia destacada de personajes, todos hombres blancos, que se formaron en la Sudáfrica del apartheid, el régimen de segregación racial y discriminación de la población negra. Los artífices y ejecutores más duros de aquella política fueron los afrikáners, los descendientes de colonos de los Países Bajos, el propio término apartheid es de origen neerlandés.

La "PayPal mafia" y los Tecno Bros

La denominación prejuiciosa de PayPal mafia surgió a principios de siglo para referirse al grupo de jóvenes brillantes en matemáticas y ambición que crearon la plataforma de pago, un grupo que luego se disgregaría y cuyos miembros fundarían o tendrían relieve en otras empresas tecnológicas, es decir, pasarían de la "mafia" de PayPal al club de los Tecno Bros, los machos alfa de las tecnológicas, a quienes me refiero más abajo.

La revista económica Fortune publicó en 2007 un reportaje que ya es un referente y lo tituló simplemente "The PayPal Mafia". Uno de los párrafos evidencia la trascendencia de aquel grupo de jóvenes: "En los últimos cinco años [de 2002 a 2007] han estado construyendo sin parar empresas de inversión, de energía solar, coches eléctricos, una empresa que pretende colonizar Marte y, por supuesto, un sinfín de empresas en internet". Una frase a retener es "la cultura en PayPal era anti gobierno y anti pensamiento mayoritario".

Por TecnoBros se conoce a los magnates de las empresas tecnológicas, casi todos ellos hombres blancos, radicados en California, asociados con los avances en inteligencia artificial y nuevas plataformas de comunicación. Mayoritariamente ese sector había sido siempre cercano al Partido Demócrata, pero en estas últimas elecciones se decantaron por Donald Trump por interés en sus políticas económicas, desreguladoras, con menor control sobre la economía cripto y la inteligencia artificial, y, quizá también, por miedo a represalias en sus negocios si Trump volvía a ser presidente. Además de un hecho, apoyar a Trump en 2024 no parecía tan impopular como hacerlo en 2020 o inmediatamente después del asalto al Capitolio en 2021.

En enero el frío forzó a Donald Trump a llevar su toma de posesión al interior del Congreso y reducir mucho el número de invitados, pero aún así hubo sitio privilegiado para que esos bros estuvieran muy cerca del protagonista y, como suele decirse en el argot televisivo, chuparan cámara. Ahí estaban Elon Musk (Tesla, SpaceX, X), Mark Zuckerberg (Meta: Facebook, Instagram, Whatsapp), Jeff Bezos (Amazon, Blue Origin, The Washington Post), Tim Cook (Apple), Sundar Pichai (Google) y Sam Altman (OpenAI).

Todos menos uno, hombres blancos. Un club de machos alfa. Ni una mujer. "Al igual que en la mafia de verdad -reflexionaba el artículo de 2007- PayPal no era precisamente acogedor para las mujeres".

El reportaje de Fortune se elaboró cuando el grupo originario de PayPal ya se había dispersado, con enfrentamientos y algún golpe de Estado interno de por medio, pero aún así casi todos aceptaron reunirse para una foto y, tal vez más sorprendente aún, se prestaron a parodiar una escena mafiosa digna de Los Soprano o El Padrino. En la foto aparecen 13 miembros y faltan tres, Elon Musk es uno de los ausentes porque aquel día estaba en otra ciudad. Otros dos miembros no acudieron porque a la empresa donde estaban, Google, no le pareció conveniente la parodia mafiosa.

Entre las empresas vinculadas al quién es quién de aquella foto están, al margen de PayPal, Youtube, Linkedin, Slide, Geni...La foto, recordemos, es de 2007, hace 18 años. Vista hoy llama la atención el alto porcentaje de miembros con conexiones con la Sudáfrica blanca del apartheid, 4 de 16, una cuarta parte: Elon Musk, Peter Thiel, David Sacks y Roelof Botha. De ellos, tres están en el círculo próximo de esta segunda presidencia Trump: Musk, Thiel y Sacks. El cuarto, Roelof Botha, nieto de Pik Botha, el último ministro de Exteriores del apartheid, sigue cercano a Musk, pero no a la política.

Musk, el más rico y famoso

Del cuarteto sudafricano de PayPal el más rico y famoso es Elon Musk, la persona más rica del mundo, nacido en la capital política, Pretoria. Se formó entre las élites blancas anglófonas, no afrikáners, hasta que dejó el país y se mudó al de su madre, Canadá. Se fue en 1989, en plenas revueltas de la población negra, cuando a Sudáfrica se le aplicaban vetos y sanciones por su régimen racista. Musk ya no vivió en la Sudáfrica democrática de Nelson Mandela y sus sucesores. No está clara la influencia que pudo tener en Musk crecer en aquella sociedad basada en apartar a la población negra, la originaria y mayoritaria, del poder y derechos básicos. Lo que sí es público son las críticas de Musk a las leyes de discriminación positiva en Sudáfrica, que hoy le imponen condiciones para poder establecer su empresa de internet por satélite Starlink en su país natal. Política y negocios.

Según datos oficiales, el magnate gastó, o invirtió, más de 290 millones de dólares en la última campaña electoral de Donald Trump y otros candidatos afines. Tal como había anunciado en campaña, Trump encargó a Musk la creación de un departamento que recortara de manera drástica el gasto público. Musk prometió eliminar 2 billones de dólares del presupuesto federal, luego lo redujo a la mitad y al final los 2 billones se han quedado en 1.500 millones. Lo ha hecho a base de despidos masivos de empleados federales y de la eliminación de organismos públicos.

El cargo de Elon Musk al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental tenía fecha de caducidad: 30 de mayo. Para esquivar el examen y votación del Senado al que deben someterse todos los cargos del Gobierno, el presidente lo nombró "Empleado especial del Gobierno", un subterfugio legal que evita el examen e impone una duración máxima de 130 días. Se cumplían ahora y Musk se despidió en su red, X, el 29 de mayo, un día antes del límite de su mandato.

Ideológicamente, el Elon Musk actual no deja lugar a dudas, ha apoyado la candidatura de extrema derecha Alternativa por Alemania y, como ya sabemos, ha transformado el antiguo twitter, hoy X, su red, en una plataforma que fomenta las ideas nacionalistas, las conspirativas y el odio, y penaliza las publicaciones progresistas.

Peter Thiel, el Musk discreto, el hombre de Trump en Silicon Valley

Peter Thiel fue el Don, el Padrino, de PayPal, según metáfora del artículo de Fortune, y fue quien firmó el primer cheque para crear Facebook. Thiel no nació en Sudáfrica, sino en Alemania, pero se crio en el país del apartheid. Thiel nunca ha escondido su ideología nacionalista y contraria a las democracias liberales, llegando a escribir que no creía que libertad y democracia fueran compatibles. El concepto libertario en los Estados Unidos no se refiere al anarquismo, sino a esa facción de la derecha que rechaza al máximo la regulación por parte del Estado, control sobre las ganancias y el patrimonio, control sobre las armas, educación o sanidad públicas...Una de las ideas de Thiel al crear PayPal fue precisamente realizar transacciones monetarias evitando el control fiscal, los impuestos. Libertad equiparada a hacer y decir lo que quieras con las menos cortapisas posibles.

Sin llegar a las cifras de Elon Musk, Thiel, milmillonario también, es uno de los principales donantes a la campaña de Donald Trump y candidatos próximos desde 2016. La gran diferencia con Musk es el perfil público: Musk busca, disfruta haciéndose el fanfarrón bajo los focos; Thiel prefiere el segundo plano mediático.

Thiel no ha tenido ningún puesto en este Gobierno, pero una idea de su influencia la da que financió la campaña al Senado de JD Vance en 2022 y posteriormente fue él quien presentó Vance a Donald Trump. JD Vance trabajó en una de las empresas financieras de Peter Thiel y hoy es el vicepresidente de los Estados Unidos. Según varias informaciones, en torno a Peter Thiel gira un universo de cargos de la actual Casa Blanca; más de una docena de personas vinculadas a Thiel tienen cargo en el Gobierno, según Bloomberg.

David Sacks, el zar de la IA y de la criptoeconomía

David Sacks nació en Ciudad del Cabo y fue otro de los jóvenes talentosos de Paypal. En su segunda presidencia Trump lo ha nombrado "zar", supervisor, de inteligencia artificial y criptomonedas. Dos esferas en las que Trump y aquellos jóvenes convergen en interés tanto intelectual como económico, y con la misma alergia a las regulaciones que planteaba el expresidente Joe Biden. En palabras de Trump, "Sacks ha defendido la libertad de expresión y ha desafiado el sesgo y la censura de las Big Tech". Es decir, fuera los controles que imponían la progresía y lo políticamente correcto.

¿Puede desprenderse de las biografías sudafricanas de este entono una influencia en las políticas del Gobierno Trump? Así lo creen algunos críticos, pero tal vez sea una lógica demasiado simple. Sí llama la atención ese denominador común, esa intersección entre aquella Sudáfrica de los 70 y los 80 del siglo pasado y las mentes audaces y libertarias de este siglo en el entorno del presidente Trump.

La visita del presidente Ramaphosa, el supuesto genocidio y los refugiados blancos

En esa trampa jaula en que parece haberse convertido el Despacho Oval de la Casa Blanca, el presidente Trump y su equipo idearon para el presidente de Sudáfrica una encerrona parecida a la que sufrió el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Y no les salió como pretendían. El presidente africano, Cyril Ramaphosa, fue muy preparado, para el encuentro televisado con Trump y por la vida. Ramaphosa es un político curtido, sindicalista negro en los años duros del apartheid, sufrió la represión con Nelson Mandela y en la Sudáfrica democrática hizo fortuna como empresario hasta llegar a la presidencia del país.

Ramaphosa visitó la Casa Blanca el mismo día que Estados Unidos acogió como refugiados a una cincuentena de sudafricanos blancos, de la minoría afrikáner, víctimas, según el Gobierno Trump, de un supuesto genocidio contra los granjeros blancos. Ramaphosa sabía que la cuestión saldría en el encuentro y podía sospechar que lo convirtieran en un espectáculo televisivo. Así fue.

El presidente Trump le mostró una serie de recortes de prensa donde aparecían, supuestamente, granjeros blancos muertos, y mostró una recopilación de videos de extremistas como Julius Malema llamando a la matanza de boers, los granjeros afrikáners. Trump usó un tono de fiscal agresivo, Ramaphosa optó por escucharlo y responderle con tono sosegado, como de profesor que explica algo a un alumno con dificultades para entender. Le explicó que esos videos no eran de nadie del Gobierno, le explicó por encima la política oficial y, sobre todo, le presentó a varios miembros blancos de su delegación cuyo testimonio desmontaba las acusaciones de genocidio. Algunas de las falsas acusaciones las ha documentado el equipo de RTVE Verifica.

Sin sonrojarse, Trump dijo que el hecho de que fueran blancos no contó para tramitar por vía urgente la acogida como refugiados de esos sudafricanos, una afirmación que se hace cuando menos dudosa, si la contrastamos con la política de acogida en estos cuatro meses de Trump 2. Nada más tomar posesión, el dirigente suspendió el programa de acogida de refugiados y retiró esa protección legal a centenares de miles de extranjeros que habían entrado en los EE.UU. como refugiados: venezolanos, haitianos, ucranianos y afganos.

Además de la influencia que pueden haber ejercido sudafricanos como Elon Musk y Peter Thiel, la animadversión de Trump contra el actual Gobierno de Sudáfrica se cimenta también en la denuncia de Sudáfrica contra las acciones de Israel en Gaza ante el Tribunal Internacional de Justicia.