La "decepcionante" llamada de Trump a Putin para frenar la guerra en Ucrania: "No se ha avanzado nada"
- Trump ha dejado la negociación a las partes y no ha tomado ninguna medida para presionar a Rusia
- Putin espera que el estadounidense se canse de la guerra y cese la ayuda militar a Kiev, según algunos expertos
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llamó este lunes por separado a los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Ucrania, Volodímir Zelenski, en un nuevo intento por avanzar en las negociaciones para poner fin a la guerra. Esta llamada, la tercera entre Putin y Trump, había levantado grandes expectativas tras el fallido intento negociador en Estambul.
Trump ha dado una versión halagüeña de su conversación "de dos horas" con Putin. "Rusia y Ucrania empezarán inmediatamente negociaciones hacia un alto el fuego y, más importante, el final de la guerra", escribió en su red social Truth Social. "Las condiciones para eso serán negociadas entre las dos partes, como solo puede ser, porque conocen detalles de una negociación de las que nadie más está al tanto".
Trump añadía que en el proceso pueden jugar un papel varios países europeos y la Unión Europea (UE), con cuyos mandatarios habló posteriormente, e incluso el Vaticano.
Sin embargo, la versión de Putin de la misma conversación no suena tan prometedora, ni las negociaciones tan inminentes. El presidente ruso ha dicho que los esfuerzos de paz estaban "en general en el camino correcto". "Hemos acordado con el presidente de EE.UU. que Rusia propondrá y está lista para trabajar con la parte ucraniana en un memorándum de un posible acuerdo de paz futuro", ha añadido, en declaraciones desde Sochi. Sin rastro en estas palabras de una negociación inminente ni de un alto el fuego, como pedían Kiev y sus aliados europeos.
"La conversación ha sido decepcionante - resume Enrique Ayala, analista de la Fundación Alternativas, en declaraciones a RTVE.es - Trump sigue sin forzar a Rusia a ninguna negociación, sino que acepta las posiciones de Putin, y, por tanto, esto es muy decepcionante para Ucrania y para Europa".
"La llamada fue un gran fracaso - coincide por su parte Jason Xidias, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas, en RNE - Aunque en la superficie Trump ha declarado una victoria parcial, si leemos entre líneas dijo que las condiciones de cualquier acuerdo serían negociadas entre Rusia y Ucrania, y que el Vaticano podría desempeñar un papel en las negociaciones". "Eso es muy distinto a decir 'voy a resolver el conflicto en 24 horas'", ha apostillado Xidias, en referencia a la promesa electoral del republicano.
Bernardo Navazo, politólogo especializado en Relaciones Internacionales, considera que "Washington ha caído en esta trampa, en la que Putin solo tiene que decir que no". "Lo que se lee por parte de Trump es una interpretación muy generosa con su papel, mientras que desde Moscú dicen que no se han movido ni un ápice, rechazan cualquier tipo de diálogo, ven que pueden aguantar la situación. Y esto va en detrimento de Ucrania, porque si Trump se cansa, dejará de suministrar ayuda militar e inteligencia, y en la frontera de la UE tendríamos un problema", ha explicado Navazo en La hora de La 1.
Trump deja la negociación en manos de dos contendientes desiguales
Los analistas consultados recuerdan que la situación de Rusia sobre el terreno es mucho mejor que la de Ucrania, por lo que en cualquier negociación bilateral Moscú tiene las de ganar.
"Rusia tiene una economía que es muy difícil de bloquear con sanciones, controla una cierta parte del territorio. Ucrania ha perdido parte de territorio, depende de la ayuda financiera de EE.UU., que la UE podría en parte completar, pero sobre todo de la ayuda militar y la ayuda de inteligencia. Eso significa que EE.UU., en realidad, no tiene tanta capacidad de presión sobre Rusia y, sin embargo mucha capacidad de presión sobre Ucrania", ha afirmado en TVE Bernardo Navazo.
Precisamente, Trump abordó el conflicto de Ucrania tras llegar a la Casa Blanca presionando a Zelenski, no a Putin, e incluso lo escenificó con una bronca en el Despacho Oval. En cambio, a Putin le ha pedido "por favor" que detenga los bombardeos, y le ha amenazado con sanciones que no ha llegado a aprobar.
"Eso generó una sensación a Putin y a Moscú de que habían alcanzado gran parte de sus objetivos iniciales, y ahora van al máximo - continúa Navazo - Sus últimos comentarios son maximalistas: 'desnazificar' Ucrania, la idea de poner un límite entre Ucrania oriental y Ucrania occidental, o que haya un máximo de 100.000 soldados en esta otra zona".
"No hay ninguna noticia de que vaya a haber ningún tipo de presión, ningún tipo de sanción, absolutamente nada", se lamenta Enrique Ayala. "Lo único que se deduce es que las conversaciones seguirán entre ellos dos [Rusia y Ucrania]. Eso no soluciona nada, porque las posturas son muy diferentes".
El analista de la Fundación Alternativas recuerda dónde están las posiciones respectivas: Ucrania quiere un alto el fuego inmediato, "porque está al borde de su resistencia", y unas negociaciones en las que se impliquen la UE y EE.UU.; Rusia, en cambio, quiere que se cumplan primero sus condiciones, y luego declarar el alto el fuego.
"Putin no quiere un alto el fuego, porque beneficia al que va perdiendo - explica Ayala, general de brigada retirado - Rusia está ganando ahora mismo, está en una situación de superioridad en el campo de batalla, está ganando terreno, aunque sea poco a poco y con muchas bajas, y un alto el fuego lo único que puede producir es que se reorganicen las tropas ucranianas y que reciban más material de la Unión Europea para recuperar sus pérdidas".
Para Jason Xidias, "es evidente que Trump ya no cree que pueda mediar en un acuerdo de paz, o cree que Zelenski y Putin están demasiado atrincherados en sus posiciones y no están dispuestos a hacer concesiones suficientes".
Putin espera que Trump se canse y abandone a Ucrania
Xidias cree que el presidente ruso está "toreando" a su homólogo estadounidense y espera que se canse y abandone cualquier papel en la finalización del conflicto.
"Es ingenuo pensar que Putin tiene alguna buena voluntad para negociar: no la tiene", ha advertido el profesor de Comillas en RNE. "Trump, a diferencia de Zelenski, nunca ha entendido a Putin, que le ha toreado desde el principio. Si lo entendiese, hubiera brindado más apoyo a Ucrania e incrementado las sanciones contra Rusia. Putin cree que si prolonga las negociaciones y continúa su ofensiva militar, Trump acabará aceptando su postura maximalista o simplemente se cansará y abandonará el conflicto"
Trump dejó claro durante la campaña electoral que esta no era su guerra, sino la de su antecesor, Joe Biden. Desde su llegada a la Casa Blanca ha reducido la ayuda militar a Kiev. Este mismo lunes, el presidente dijo ante la prensa que sin un progreso de las negociaciones, "me doy la vuelta y me voy". "Esta no es mi guerra", volvió a decir.
La firma de un tratado para que EE.UU. se beneficie de la extracción de tierras raras en Ucrania no parece haber sido suficiente incentivo para que Trump haga caer su peso del lado ucraniano. "Da la sensación que el acuerdo mineral fue un pequeño trampantojo - considera Navazo - Se tardarían 10-15 años en sacarle beneficios, es un largo plazo".
La realidad es que Washington está más interesado en que China no se beneficie de una relación privilegiada con Rusia, que de lo que le ocurra a Ucrania.
"EE.UU. no cree que Europa Occidental esté en peligro ni que pueda verse involucrada en una guerra total ni nada de eso - explica Enrique Ayala -. En realidad, desde un punto de vista estratégico, a EE.UU. le interesa bastante que Rusia no se alinee con China, que no le ofrezca todos sus enormes recursos minerales y energéticos".
"Es evidente que sus analistas le habrán dicho a Trump que Ucrania no puede echar a los rusos del territorio en el que están, y que si EE.UU. no lo va a hacer con una guerra mundial, ¿quién lo va a hacer? - dice el analista de Fundación Alternativas - Como buen comerciante, Trump es un hombre realista, y se da cuenta de que si nadie va a echar a Rusia de los territorios en los que está, la solución de la paz tendrá que pasar por admitirlo. Y eso es muy difícil para cualquier gobierno ucraniano".
Además, Ayala resalta el papel que juega la relación de afinidad personal entre ambos mandatarios. "En su mensaje, Trump casi le ofrece a Putin una alianza si consigue la paz en Ucrania. Esto es muy negativo para Ucrania y para sus intereses, porque Putin pretende convertirla en poco más que un Estado sometido. Esto no lo pueden aceptar ni Zelenski ni Europa".
Un problema para la UE
Tras la conversación con Putin, Trump transmitió el contenido de la llamada a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; al presidente francés, Emmanuel Macron; al canciller alemán, Friedrich Merz, y al presidente finlandés, Alexander Stubb. Todos ellos le insistieron en que había que presionar a Rusia, y le avanzaron que la UE aumentará las sanciones.
Sin embargo, en opinión de Jason Xidias, "Europa no tiene ningún peso en las negociaciones, Putin no piensa negociar con ellos".
El profesor de la Universidad de Comillas se ha declarado "pesimista" sobre la evolución del conflicto. "Lo mejor que podemos esperar es un apoyo militar continuo por parte de Occidente, Europa particularmente, y un aumento de las sanciones a Rusia. El problema es que aumentar las sanciones podría afectar negativamente a la UE y a Europa, con subidas en los precios de la energía, inflación y perjuicios económicos a sus empresas, y tensiones con terceros países como China e India".
Para Bernardo Navazo, el peor escenario es aquel en el que EE.UU. retire toda la ayuda a Ucrania, y podría crear un quebradero de cabeza en la frontera oriental de la UE. "Conclusión: no hemos avanzado nada, la situación es más favorable para Putin y puede que tengamos un problema en Ucrania".