Un intento de alquilar y una estafa inmobiliaria: el drama oculto tras la búsqueda de piso en España
- La Guardia Civil insta a no enviar documentación personal por canales digitales y verificar siempre la autenticidad de los anuncios
- En caso de haber sido víctima de fraude, el primer paso es denunciar de inmediato ante las autoridades


Sara Rodríguez (nombre ficticio) se despertó el 1 de febrero sabiendo que por delante tenía la misma rutina de los últimos diez días: un café, el teléfono en la mano y una nueva jornada de búsqueda de piso en Madrid. Entró en el portal inmobiliario Idealista y allí estaba, casi como una luz al final del túnel, un piso en Alcobendas por 1.050 euros.
Unos 55 metros cuadrados, dos habitaciones, un baño y un salón comedor. "No era ni un chollo ni para tirar cohetes, pero tampoco un engaño evidente", cuenta la joven de 26 años a RTVE.es. Recuerda que contactó con la inmobiliaria sin sospechar que, en menos de 24 horas, su vida daría un vuelco.
Javier era el comercial de ese piso. Lo llamó y habló con él. Para concertar la visita, necesitaba hacer "un estudio de solvencia y así demostrar que podía asumir el alquiler del piso". Sara sabía de qué le hablaba, ya se lo habían pedido otras inmobiliarias que gestionan pisos en la capital. Fruto de la necesidad de encontrar casa, accedió y envió una copia de su DNI y su última nómina. En cuanto confirmaron la cita, se sintió aliviada. "Quizás este sí sería el final de la búsqueda", pensó. Estaba un poco más cerca de poder descansar, de tener un techo bajo el que vivir.
Pero a las cuatro de la tarde, cuando quiso volver a ver el anuncio, el piso ya no existía. En su lugar, sobre fondo naranja, un aviso: "¡Ojo! Anuncio sospechoso". La plataforma inmobiliaria lo había dado de baja por ser un posible fraude. Y lo que en un principio parecía un descanso no tardó en convertirse en una pesadilla. Sin esperar más, Sara se fue a comisaría y denunció lo ocurrido.
"Igual no es un fraude", "quizá no usen los datos para nada", intentó tranquilizarla la agente de la Policía Nacional que redactó la denuncia. Pero el intento de consuelo se desmoronó menos de 48 horas después: alguien había pedido un préstamo a su nombre. Había sido víctima de una suplantación de identidad. Aquel mismo sábado, a las 11:30 de la mañana, apenas media hora después de enviar sus documentos.
El caso de Sara no es aislado. "Lo que estamos viendo es que ha crecido de manera exponencial la suplantación de identidad", explica la presidenta ejecutiva de Grupo Logalty, María Dolores Pescador, en una entrevista con RTVE.es. "Todo suele empezar con alguien a quien le roban los datos", reconoce la directiva de la empresa dedicada a identificación digital, emisión de certificados y contratación. Ese es el primer paso que dan los delincuentes; luego replican documentos y solicitan préstamos en distintas entidades sin que la víctima tenga conocimiento inmediato de lo ocurrido.
El silencio "de quienes ganan dinero"
Diez llamadas el lunes por la mañana a Cetelem, una entidad bancaria especializada en el crédito al consumo, le costó a Sara ser escuchada y que alguien "con empatía y ganas de hacer su trabajo" le explicase que se había solicitado un préstamo a su nombre. Había sido la propia agente de la Policía Nacional que redactó la denuncia quien le aconsejó que contactase con ellos. Que Sara sepa hasta ahora, detrás de la solicitud fraudulenta del préstamo "está un móvil de alta gama de 1.469€", una cifra que asciende a 1.708,56€ sumando los intereses. Ese es el precio que tuvo su desesperación por encontrar piso.
Pescador detalla que este tipo de fraudes están diseñados para pasar desapercibidos. "Los delincuentes suelen pedir cantidades pequeñas, entre 2.000 y 3.000 euros, para no levantar sospechas", explica. A diferencia de una hipoteca, donde se exigen nóminas y más documentación, "estos préstamos tienen menos controles, lo que facilita la estafa", reconoce la presidenta. "Y lo peor es que lo replican en varias entidades, multiplicando el daño a la víctima", concreta.
Vuelta a comisaría, había que ampliar la denuncia. A partir de ahí ella ya no podía hacer nada, pero parecía que la Policía tampoco. "Es muy difícil dar con ellos", le explicaron. Pero "tenía suerte", no le habían robado dinero, como mucho el día de mañana aparecería en algún fichero de morosos por alguna deuda pendiente, que al no ser suya y tener denuncia, "se solucionaría fácil".
Sara no reconoce la suerte y lamenta la soledad a la que se ha enfrentado: "La poca ayuda de quienes ganan dinero". Entre la primera denuncia y la segunda había intentado dar de baja el préstamo con la entidad bancaria, pero no fue posible. La entidad bancaria aseguraba que ya no podía hacer nada, el préstamo para la compra del producto ya había sido aprobado el sábado.
Fuentes de BNP Paribas Personal Finance, compañía a la que pertenece Cetelem, subrayan en una entrevista escrita con RTVE.es que utilizan "capacidades de detección de documentos falsificados tanto con el empleo de tecnologías (OCR/IDP, robot inteligente o video reconocimiento facial), consultas a bases de datos de confianza y a través de analistas de fraude". Sin embargo, en este caso específico, el préstamo fue aprobado sin estar asociado ni a su email, ni a su teléfono, y "peor aún", ni a su cuenta bancaria, lo que plantea dudas a clientes como Sara sobre la efectividad de estas medidas de verificación.
El proceder no le sorprendió el día que se enteró de que "después de cada llamada, la misma empresa que había concedido un préstamo sin comprobar la identidad enviaba una encuesta de satisfacción". No a Sara, sino al correo de los estafadores. Eso le parece "anecdótico" dentro del problema. Lo que no le resulta tan irrelevante es que solicitó en tres ocasiones que se prohibiera autorizar más préstamos a su nombre, adjuntando DNI y denuncia y diez días más tarde, aún espera una respuesta. Pero el caso de Sara no es único, desde 2015 este tipo de estafas a través de Internet se han multiplicado por siete.
Desde BNP Paribas Personal Finance, explican que sus servicios de atención al cliente están "formados para atender a los clientes que hayan sido víctimas de fraude". Sin embargo, no responden a la pregunta de RTVE.es de si es una práctica habitual que las víctimas no reciban respuesta tras solicitar el bloqueo de nuevos préstamos ni el tiempo promedio que tarda la entidad en resolver estos casos.
Con la empresa de telefonía en la que los estafadores adquirieron el teléfono, "más de lo mismo". El producto ni siquiera había salido de sus almacenes aquel lunes que contactó con ellos. Para Sara, la solución era sencilla: detener el envío. Para la empresa no lo era tanto. Sin superar el cuestionario de seguridad, era muy complicado hacer algo, pero le aseguraron que lo intentarían. Se ofreció a adjuntar la denuncia y su DNI, pero nada. Y ahora, nadie la informa de qué ocurrió finalmente: "Protección de datos, dicen".
Sara reconoce su error, pero también siente rabia. Rabia por la falta de ayuda. "Por el silencio de quienes hacen negocio con la desesperación". "Por la falta de medios y acción de aquellos que dicen estar 'comprometidos contigo'". Y sabe que todo lo que le queda es esperar. Esperar a que alguien, en algún despacho, decida que su problema merece ser resuelto.
Un negocio delictivo difícil de rastrear
En el Grupo de Delitos Económicos de la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil están familiarizados con esto. De hecho, fuentes expertas de esa unidad han alertado a RTVE.es sobre el "aumento de estafas en portales de alquiler como Idealista o Fotocasa", donde los delincuentes publican anuncios falsos para captar datos personales de los interesados.
Su modus operandi consiste en contactar con la víctima a través de la plataforma y luego trasladar la conversación a aplicaciones de mensajería. Con la excusa de verificar la solvencia del inquilino, formalizar el contrato, verificar los antecedentes, o solamente para agendar la visita, solicitan fotografías del DNI o nóminas. Esa información posteriormente la "utilizan para solicitar créditos, cometer otras estafas en su nombre, contratar servicios de telefonía móvil o abrir cuentas bancarias". O lo que es lo mismo, para todo lo que sea posible contratar a través de teléfono sin necesidad de más comprobación que un DNI.
El problema viene después. En muchas ocasiones la persona no es consciente de que esto está ocurriendo. "Entonces, de repente, les llega una carta de una compañía diciendo que están en la lista de morosos o que tienen una deuda pendiente", detalla el grupo de la Guardia Civil.
Detrás de estos delitos están diferentes perfiles, desde personas que actúan de forma individual a organizaciones criminales. "El mayor número de detenciones sí que se produce a personas españolas", reconocen desde Guardia Civil. Si bien hay que tener en cuenta que "el número de denuncias es superior al de detenciones".
Cuando se habla de denuncias no hay una nacionalidad predominante. Se están detectando estafas que vienen de Nigeria, Marruecos, Brasil o Colombia. Pero, uno de los mayores desafíos para las fuerzas de seguridad es que "muchas de estas redes operan desde el extranjero, lo que dificulta las investigaciones y retrasa la acción judicial", reconocen fuentes del grupo.
Por ello, recomiendan no enviar documentación personal por canales digitales y verificar siempre la autenticidad de los anuncios, ya sea con una búsqueda inversa de imágenes en Google o acudiendo a la dirección para asegurarse de que el inmueble realmente existe y está en alquiler. Y piden también especial precaución de cara a vacaciones: "Con los alquileres vacacionales, este tipo de estafas suben".
Si ya se ha sido víctima de este fraude, el primer paso es denunciar de inmediato, además de contactar con bancos o compañías afectadas para bloquear cualquier uso fraudulento de la identidad.
"Lo que tienes que hacer es denunciar en Policía, Guardia Civil o directamente los juzgados y plantear que se abra un procedimiento penal porque se ha sido víctima de una estafa, de falsedad documental y de usurpación de identidad", coincide en una entrevista con RTVE.es el secretario general de FACUA-Consumidores en Acción, Rubén Sánchez.
La importancia de denunciar
"Que yo tenga tus datos y se los aporte a Cetelem diciendo ser tú, eso no significa que luego tú vayas a tener que pagar ese préstamo", explica Sánchez. En esos casos, la entidad bancaria necesitaría, según el experto, un elemento probatorio para acreditar la titularidad del contrato.
Si bien, en estos casos lo normal es que la entidad reclame el importe del préstamo a la persona que consta en sus archivos, desde FACUA insisten en la importancia de no pagar. "No tienes que decir 'voy a ir pagando mientras se resuelve el tema, no vaya a ser', si tú no has pedido el dinero no pagues absolutamente nada, eso es lo que quisiera la compañía en cuestión, ver dinero de alguien y a lo mejor eso es lo que provoca precisamente que no se resuelva", insiste Sánchez.
La presidenta ejecutiva de Logalty es tajante sobre la responsabilidad de las entidades financieras a la hora de comprobar la documentación, especialmente el DNI. Ahí radica parte de la importancia de la denuncia ante las autoridades. "Cubre legalmente a la víctima, que puede acudir a la entidad financiera con la denuncia para demostrar que no es responsable de la deuda", sentencia Pescador.
Pese a esto, cuando se es víctima de un delito similar, se puede acabar en un fichero de morosos. "Un calvario", reconoce Pescador, del que, en muchas ocasiones, "la víctima no se entera hasta meses después, cuando la entidad financiera reclama los pagos".
Ahí, el primer paso es contactar con el fichero y argumentar que se ha sido víctima de un delito para así exigir que te saquen. Desde FACUA recomiendan también "contactar con la compañía que te ha incluido en el registro y solicitar que te saque argumentando que has sido víctima de suplantación".
Sobre esa responsabilidad financiera, BNP Paribas Personal Finance reconoce que "cuando una persona es víctima de un fraude, y ese delito queda demostrado, queda libre de cualquier compromiso y somos las entidades financieras las que asumimos las pérdidas económicas".
Son pasos obligados que no pueden dejar de lado la paciencia. Aun sin ser culpables, las víctimas como Sara tienen un largo camino por delante mientras su identidad sigue en el aire, vulnerable, a la espera del próximo fraude. Y cada día, alguien más cae en la misma trampa, y los culpables siguen operando con total impunidad.