Francisco, el papa que alentó a los jóvenes a "hacer lío": "Fue un transgresor con el sistema eclesial"
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En los primeros meses de su pontificado, el papa Francisco ya dejó ver el carácter progresista que lo avalaría a lo largo de su mandato. El 25 de julio de 2013, durante su visita a Río de Janeiro por la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Francisco se dirigió a los más de 30.000 jóvenes allí congregados con un mensaje contundente y transgresor: "Hagan lío". Durante su discurso alentó a la juventud a salir a la calle y a "luchar por sus valores", a la vez que animó a los ancianos a alzar la voz: "Enséñennos y transmítannos la sabiduría de los pueblos".
El papa Francisco quería que la Iglesia comenzara a actuar más allá de las instituciones y exponía el dinero como factor de exclusión de "los dos polos de la vida, que son las promesas de los pueblos". "Es tal el culto que la sociedad ha hecho al dios dinero, que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión hacia estos sectores", señaló.
Y los jóvenes captaron ese mensaje al instante. "Fue un transgresor con el sistema eclesial que representaba", señala a RTVE.es Cristhian Alvarenga, nicaragüense de 32 años. En la misma línea, Ana Gabriel, una mujer de la misma nacionalidad, recuerda que ha sido el único papa que pidió perdón por las cosas que no estaban bien en la Iglesia y "habló de lo que sus dos antecesores no fueron capaces de hablar".
El papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro EUROPA PRESS
Diez años después de su discurso en Río de Janeiro, el sumo pontífice, esta vez en Lisboa, renovó su mensaje a los jóvenes: "No tengan miedo. Ustedes son la luz de nuestro tiempo". Luis Fenoll, periodista de 24 años, vivió de cerca aquel momento en el que Francisco se quitó los anillos, se acercó a tocar a los enfermos e incluso "se arrodilló a besar los pies de la gente". Una escena que le impresionó: "Este hombre fue muy grande", subraya.
Aarón González, de 24 años, destaca, precisamente, esta cercanía característica de Francisco. El joven remarca su personalidad humilde y recuerda su última visita a una cárcel de Roma para estar con los reclusos: "El papa se arrodilló a lavar los pies de los presos en sus últimos días", resalta. Fenoll, en la misma línea, recuerda cómo Francisco "llegó incluso a saltarse los protocolos de seguridad que implanta el Vaticano" en una muestra más de humildad y cercanía con sus fieles.
El papa que intentó modernizar la Iglesia
Además de sus habituales apariciones públicas animando a los jóvenes a pasar a un primer plano en la sociedad moderna, el sumo pontífice siempre quiso estar en contacto con el pueblo. En una ocasión, un grupo de adolescentes se agrupó para charlar con Francisco sobre la sexualidad, la religión o el racismo, entre otras muchas cuestiones. En esta charla, posteriormente convertida en el documental, 'Amén, Francisco responde', el papa tuvo que hacer frente a preguntas de interés general entre los jóvenes, como si conocía el término 'no binario', o si dejar de lado el feminismo sumaría puntos para ser mejor cristiana. Alvarenga, en relación con el mensaje que transmite el filme, asegura que Francisco se atrevía a hablar "de los derechos humanos de las personas que se encuentran en la periferia eclesiástica, como el colectivo LGTBI".
El documental tenía como objetivo acercar las preocupaciones de los jóvenes al santo padre, sin intermediarios. Y Francisco aceptó. En la cinta aparece un papa sonriente, tranquilo y predispuesto a escuchar. Celia, una persona no binaria y cristiana, le pregunta sobre el espacio de las personas trans y no binarias en la religión católica. Relajado, Francisco responde con claridad: "Dios no rechaza a nadie. Dios es padre". Y asegura que él mismo no tiene derecho a excluir a nadie de la Iglesia. "Mi deber es recibir siempre", concluye.
La apertura de la Iglesia católica ha sido una de las insignias del papa Francisco durante su mandato. Y, según los jóvenes consultados por este medio, el pontífice "dio avances importantísimos", como destaca Alvarenga. Guillermo Fonseca, un vallisoletano de 26 años que no cree en la religión, admite que gracias al santo padre "la Iglesia se ha abierto más". Lo considera una persona "de andar por casa", por su cercanía con las personas y opina que la elección de un papa en la línea de Francisco, "conseguirá grandes avances".
La imagen del papa como persona es intachable, coinciden los jóvenes entrevistados. Marcos Barchet, argentino de 26 años, no cree en la fe y apunta que no tenía en gran estima a Francisco, pero es consciente de que "es una figura que ha abierto muchos discursos" y ha llevado a la mesa temas que eran impensados. Pese a ello, sostiene que la mayoría de esos discursos "no han surtido efecto en la práctica". Yunus Emre, turco de 25 años y seguidor del islam, destaca la influencia del papa y la importancia de la institución de mostrar una postura unificadora ante el "creciente racismo causado por la ola de migración en el mundo".
Francisco también luchó contra la desigualdad, como destaca Ana Gabriel, que lo recuerda como "el mejor papa de todos", el primero en "democratizar la fe sin llamar a discursos de discriminación". En relación a la modernización y crecimiento de la Iglesia en el S.XXI, esta recuerda la astucia del papa "para emplear los medios tecnológicos como canales de transmisión de su mensaje". Gracias a él, señala González, "la Iglesia se actualizó".
Tras rememorar la figura de Francisco, los jóvenes creyentes permanecen expectantes ante su sucesor y el futuro de la Iglesia. "Debe seguir el legado de Francisco", destaca Ana Gabriel, que recuerda que esperan que el nuevo pontífice "acerque a Dios a través del amor y no de la discriminación". Por su parte, Emre considera que el papa "debe mantenerse distante ante las actitudes estrictas y dañinas de algunos líderes" y "suavizar la atmósfera tensa que nos rodea, pronunciando mensajes de paz, tranquilidad y felicidad". Aarón González también opta por mantener la línea de Francisco, con un sucesor "que continúe la enseñanza de la fe católica desde otro punto de vista".
La imagen de un hombre cercano, campechano y tranquilo que Francisco transmitía ha calado en los jóvenes. Cristianos, musulmanes e incluso ateos coinciden en que la Iglesia debe mantener el carácter cercano y sereno que ha impregnado el pontífice desde su llegada al Vaticano. Lo más importante, como señala González, es que este papa "ha demostrado que se puede ser humilde, ostentando un cargo de máxima autoridad".
* Alejandro Picó es alumno del máster de Reporterismo Internacional RTVE/in y UAH. Paloma de Salas, redactora jefa de internacional de RTVE.es, ha supervisado este artículo.
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