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La guerra de Milei contra la prensa: "No concibe que se le discuta, se le investigue o se le critique"

  • En 15 meses al frente del país no ha dado ruedas de prensa, solo entrevistas a medios afines a su Gobierno
  • Antes de ser presidente, sin embargo, se forjó delante de las cámaras como tertuliano
La guerra declarada de Javier Milei contra la prensa
ANA JIMÉNEZ, corresponsal en Buenos Aires (Vídeo) / RTVE.es (Texto)

El presidente de Argentina, Javier Milei, ha declarado la guerra a la prensa. Ha retirado la publicidad oficial de los medios y veta a periodistas, les insulta o les ignora. En 15 meses al frente del país no ha dado ni una sola rueda de prensa, solo entrevistas a medios afines a su Gobierno y siempre a hombres.

"Presidente, presidente", le gritan los fotógrafos para que el mandatario se acerque a ellos tras terminar su discurso en el Congreso. El Javier Milei de ahora prefiere pasar de largo. "No necesitamos periodistas mentirosos pagados por el erario público", sentenció el presidente.

Sin embargo, el Javier Milei de antes se forjó precisamente delante de las cámaras. Se hizo famoso como tertuliano, faltón y deslenguado y, de los platós, saltó a la política.

Milei se considera "dueño de la verdad"

Milei no cree en el debate, en el diálogo, en la discusión, en la confrontación de ideas. "Él está superconvencido de que es dueño de una verdad que va a ser muy beneficiosa para el país", afirma el profesor de Comunicación Política, Universidad de Buenos Aires Damián Fernández.

La otra gran batalla del Javier Milei actual está en las redes sociales, donde insulta a periodistas a los que acusa de recibir dinero. "Muchos periodistas son parte del problema, coimeros [que da o recibe sobornos]", afirma uno de sus mensajes, publicado en su cuenta de X.

"La cuestión ahí es de nuevo mesiánica, religiosa, donde Milei no concibe que se le discuta, se le investigue, se le critique", explica el periodista y autor de la biografía El loco: la vida desconocida de Javier Milei, Juan Luis González. Este informador está vetado por haber contado en su libro, entre otras cosas, que el presidente habla con su perro muerto, algo que, sin embargo, había sido reconocido por el propio Milei.

La televisión oficial también está al servicio de su imagen y, en un plano antitelevisivo tomado desde arriba, hace desaparecer a la vicepresidenta, con la que no se habla. Además, como explica Fernández, lo tienen que hacer así "para que no quede tan evidenciada su papada, por este complejo que tiene debido a su narcisismo".