Un hombre desaparecido hace 41 años aparece entre las víctimas mortales de la dana en Valencia
- Vivía en el municipio granadino de Dúrcal con su familia y ahora tendría 72 años
- La Guardia Civil lo identificó como Miguel Morales a través de las huellas dactilares
Un hombre al que en 1994 habían dado legalmente por muerto tras llevar diez años desaparecido fue localizado sin vida en la localidad valenciana de Quart de Poblet como una de las 227 víctimas mortales de la dana del pasado 29 de octubre.
La víctima cuyo cuerpo fue encontrado el pasado mes de noviembre ha sido identificada como Miguel Morales y ahora tendría 72 años. Vivía en el municipio granadino de Dúrcal con su familia. En 1984, con 31 años y dos hijas pequeñas, desapareció de su domicilio sin portar ningún documento oficial.
Una de sus hijas, Sara Morales, ha explicado a EFE que recibieron la noticia del hallazgo del cuerpo sin vida de su padre el pasado mes de noviembre. La Guardia Civil les comunicó que lo habían identificado como Miguel Morales a través de las huellas dactilares.
"Pensamos que era una equivocación. Como había tanto revuelo por la fatídica situación de la dana, creímos que se trataba de un cruce de datos", explica Sara, que tenía apenas un año cuando desapareció su padre. No fue hasta que les llamó la jueza forense cuando dieron credibilidad a la historia.
Más de 40 años sin pistas sobre su paradero
Pero antes de que su cuerpo sin vida apareciera en un campo de naranjas de Quart de Poblet como víctima de la dana, Miguel Morales ya había sido dado por muerto por un juzgado de Granada en 1994, al cumplirse diez años de su desaparición sin rastro alguno de su paradero.
Durante esos diez años, explica Sara, no tuvieron ninguna noticia de él, ni tampoco hubo movimientos bancarios ni rastro de actividad en la seguridad social: "Nuestra hipótesis es que ha vivido como un indigente durante todos estos años".
No era la primera vez que abandonaba el domicilio: "Tenía la costumbre de irse dos días o un mes pero siempre volvía, hasta que aquella vez no lo hizo (...) Él tenía problemas psiquiátricos, estuvo un par de veces ingresado en un centro psiquiátrico de Granada cuando éramos pequeñas, pero también se iba y luego volvía".
Dice sentir cierto "alivio" por el hallazgo del cuerpo de su padre pero lamenta no haber recibido una explicación por su parte en todos estos años, aunque la familia, que aún conserva su pasaporte y el libro de familia, "pasó página" y su madre "rehízo su vida".
"Después de la dana, me llamó un funcionario de la seguridad social para decirme que a los 65 años le hubiera correspondido una paga de jubilación, pero no la solicitó", detalla.