El periodismo a través del tiempo: Vicenç Sanclemente y la evolución de las historias
- Vicenç hace un recorrido por las noticias que más impacto han tenido en la historia
- El periodista subraya que es fundamental dejar tiempo para madurar el tema del reportaje
Llueve en Madrid. Vicenç Sanclemente García, de 65 años, viste una americana azul marino, una camisa rosa a cuadros y un pantalón negro. Toma un trago largo de su café y comienza la clase. Bolígrafo y libreta en mano, casi se podría adivinar a lo que lleva dedicándose toda la vida sin que pronuncie una palabra.
Vicenç Sanclemente viene a hablar de la historia de las noticias en televisión de la que él mismo forma parte. “No hay nada como que te apasione la gente y contar sus historias”, dice Vicenç. De eso se trata el periodismo.
Se sienta en la silla. Apunta en la libreta cada uno de los nombres del alumnado, que van hablando de sus perspectivas de futuro. Algunos lo tienen más claro que otros, pero todos coinciden en algo: de aquí a unos años estarán fuera del país haciendo periodismo.
El camino del reportero
Lejos de ser una entrada gloriosa, comenzó sus andaduras, como muchos, sin cobrar. Siete años que, sin embargo, le fueron recompensados con la habilidad de acercarse a las personas. Su viaje en TVE inició en Santiago de Compostela para continuar en Barcelona y más adelante en Madrid. Su etapa como corresponsal nace en Londres y sigue en México, y, desde entonces, se ha especializado “en abrir oficinas”. La Habana, Washington en 2001, o Pekín en 2003, fueron algunas de las corresponsalías inauguradas por Sanclemente.
Dar saltos por el globo, aprender de los errores y mantener viva la curiosidad son elementos que forman la figura del reportero internacional, que “también tiene sus cosas malas; la mayoría son viudos, solteros o están divorciados”.
El 11 de septiembre de 2001 estaba en Washington. La fecha habla por sí sola, y el reto que los acontecimientos de aquel día supusieron para todos los reporteros internacionales son evidentes. Muestra un vídeo de la cobertura. Aparece un Vicenç joven, en traje, desde Washington. Sonríe al verse a sí mismo. En aquel momento tenían miedo. Detrás de cada reportaje subyace también una historia personal.
Fotografía de la cobertura del periodista en Washington. RTVE
Un viaje histórico a través del reportaje
Junto con reportajes en blanco y negro, y otros ya a color, aunque con calidad reducida, los estudiantes del máster navegan a través de la historia de las noticias en televisión. Noticias icónicas que muchos recuerdan o por lo menos conocen. Pero, ¿cómo empezó todo? En realidad, las noticias en televisión fueron, en un principio, locuciones de radio retransmitidas. TVE empezó en 1956, no existía el video. Se inauguró sin informativos y una persona de radio recomendó que los diarios de Radio Nacional se dieran en televisión, por lo que estos consistían en una persona leyendo esos noticieros.
Vicenç pregunta sobre las noticias que más han impactado a los alumnos a lo largo de su vida. Después de un silencio dubitativo empiezan a sonar las primeras respuestas. El accidente del tren de Santiago de Compostela. El avión estrellado en los Alpes. El confinamiento. El 11M.
Vicenç hace un recorrido por las noticias que más impacto han tenido en la historia. El asesinato de John F. Kennedy, contado por el primer corresponsal de Televisión Española en Nueva York, Jesús Hermida. El 20 de julio de 1969 el hombre pisa por primera vez la Luna y es también Hermida quien lo relata con su característica fluidez, acompañando unas imágenes de cuestionable calidad.
“La noticia debe llevar actualidad, interés general, contexto, verificación, novedad“
El anuncio de la muerte de Franco. La legalización del Partido Comunista de España. El 23F, "aquí estábamos todos absolutamente asustados". Sanclemente se quita las gafas y continúa la clase.
La receta de un buen reportaje
Quizás la clave de un buen reportaje sea la contradicción. La teoría no es muy complicada. La noticia debe llevar actualidad, interés general, contexto, verificación, novedad, “pero yo añadiría sin duda un elemento que genere conflicto”. Los reportajes deben servir para reflexionar, cuestionarnos la realidad, y encontrar perspectivas que nos ayuden a despegarnos de esas ideas que hemos adquirido como propias. Vicenç insiste también en el poder de la imagen “lo básico y único son las imágenes”.
Acto seguido se traslada a Tiananmén acordándose del cámara de Televisión Española, José Luis Márquez, que estuvo cubriendo las revueltas estudiantiles y consiguió filmar unas imágenes que el mismo Gobierno chino quiso comprar para poder identificar a los manifestantes. En la clase resuenan las imágenes de las protestas.
Más allá de la estructura y la imagen, hay algo que trasciende en cualquier reportaje: la calidad humana. Cuando entran las personas, la teoría queda de lado. La misión de cualquier reportero debe ser encontrar a esa persona cuya historia sea especial, diferente. Ahí reside la magia de los grandes reportajes, y en ese sentido “es importante una buena agenda y unos buenos amigos”, comenta Vicenç.
Algunos de los objetos que Sanclemente suele llevar encima.
Narrar una historia requiere de mucho tiempo, dedicárselo a esas personas que se abren en canal para contarla. Y esto no ocurre por arte de magia, hace falta la confianza. Tiempo para madurar el tema del reportaje, para que sucedan los espacios de diálogo y para que el periodista se pueda convertir en el canal por el que se cuenta la historia.
La ética por encima de todo
Omaira Sánchez Garzón. Muchos en el aula conocen ese nombre. Viajamos en el tiempo a Colombia, a 1985. El volcán Nevado entra en erupción y sepulta un pueblo entero. Omaira queda atrapada y sus últimas horas de vida son transmitidas por cámaras de televisión. “¿Dónde está la ética de esas imágenes?”, se preguntan entre algunos compañeros. “Sabía que haríais esa pregunta”, comenta Vicenç acto seguido.
“El periodismo requiere de tener los valores afinados y los principios éticos muy claros“
Se abre en ese momento un debate entre los alumnos, que discuten sobre la forma más adecuada de informar de un suceso como el de Omaira.
El periodismo requiere de tener los valores afinados y los principios éticos muy claros. Aunque no siempre es tan fácil, y la conversación que se apodera del aula así lo demuestra. En esos términos, el reporterismo ha evolucionado mucho a lo largo de los años, y hoy en día sería prácticamente imposible que los espectadores viesen las imágenes de las últimas horas de vida de Omaira por televisión. “Yo no la hubiese emitido si no hubiese visto al cámara intentando ayudarla”, comenta Vicenç. “Yo tengo muchos sentimientos encontrados”, argumenta una compañera.
La clase termina repasando fragmentos de dos reportajes humanos. El caso 112 de Luis Fernández, y Recuperar tu historia, que guionizó el mismo Vicenç y que recorre España en busca de posibles bebés robados, hablando con los implicados y con mujeres víctimas de estos actos.
La luz exterior se ha extinguido por completo, solo queda luz artificial iluminando el aula. No queda más café en la taza de Vicenç. El periodismo, como muchas veces se ha dicho, es el primer borrador de la historia y hoy es uno de esos días en los que la evidencia es precisa. Sanclemente se despide de los alumnos esperando reencontrarse con ellos en el museo de Radio Televisión Española de San Cugat.
*Julia García González es alumna de Máster de Formación Permanente en Reporterismo Internacional de la Universidad de Alcalá de Henares y RTVE. Esther G. Pérez, redactora jefa de Sociedad, ha supervisado la elaboración completa de este texto.