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Podemos y Sumar se juegan la representación en el País Vasco en una guerra directa por el mismo electorado

  • Miren Gorrotxategi (Podemos) y Alba García (Sumar) compiten por separado tras un breve intento de ir en coalición
  • Podemos, que en 2016 tocó su techo como tercera fuerza, y Sumar, lograrían entre cero y un escaño, según las encuestas

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Las candidatas de Podemos y Sumar a las elecciones vascas, Miren Gorrotxategi y Alba García, respectivamente.
Las candidatas de Podemos y Sumar a las elecciones vascas, Miren Gorrotxategi y Alba García, respectivamente.

La guerra entre Podemos y Sumar vuelve a la arena electoral en un pulso directo por el mismo electorado y por la propia existencia en el Parlamento Vasco, donde ambos se juegan tener representación tras las elecciones vascas del 21 de abril. Por ahora, las encuestas no les son muy favorables y todo dependerá de si superan o no la barrera provincial del 3% de los votos. Todo, ante un EH-Bildu que les está comiendo terreno a ambos entre el electorado de izquierdas no nacionalista, joven y no afín al PSE-EE, y que disputa la victoria al PNV.

Podemos y Sumar trataron brevemente de explorar una coalición para concurrir juntos en estos comicios con el fin de evitar que se repita la debacle que ambas formaciones experimentaron en Galicia el pasado mes de febrero, la primera cita electoral en la que se presentaron separados y en la que ninguno obtuvo representación parlamentaria. 

Pero el intento fue en vano y solo sirvió para que ambas partes se reprocharan el fracaso de la negociación por la “falta de confianza”, por “deslealtad” o por que el contrario tenía “problemas con la democracia”, en palabras de sus líderes, Ione Belarra y Yolanda Díaz.

Finalmente, los ‘morados’ concurren bajo la fórmula Elkarrekin Podemos-Alianza Verde, la formación del exdirector de Greenpeace Juantxo López de Uralde, y sin Izquierda Unida, que da ahora el salto a Sumar. El partido de Yolanda Díaz, por su parte, se presenta como Sumar, Ezker Anitza-IU, Berdeak Equo y Más Euskadi. En 2016, Equo también había concurrido a las vascas con Podemos, pero no repitió fórmula en 2020 y ahora también se alía con los de Díaz. 

Ambos partidos han escogido mujeres como cabeza de lista. Podemos ha revalidado su confianza en Miren Gorrotxategi, profesora en Derecho y su portavoz en el Parlamento Vasco, pese a que en 2020 su candidatura hundió a la formación hasta los seis diputados autonómicos. Sumar, por su parte, ha puesto al frente a Alba García, la más joven de los candidatos a sus 35 años y la que menos experiencia de gestión tiene, aunque esta psicóloga cuenta con un amplio historial de activismo feminista y antirracista. 

Un espacio que tocó techo en 2016, se dividió y se hundió

Esta es la primera vez que Sumar concurre a las elecciones vascas, no así Podemos. En 2016, los ‘morados’ tocaron techo y lograron ser tercera fuerza en el Parlamento Vasco. ‘Sorpassaron’ al PSE-EE con 157.334 votos (casi el 15%) y 11 diputados en una candidatura que estuvo liderada por Pili Zabala, hermana del militante de ETA José Ignacio Zabala, asesinado por los GAL. Cuatro años más tarde, Gorrotxategi, fiel a Pablo Iglesias, se hizo con la candidatura de un Podemos dividido tras la escisión del ‘errejonismo’ y la pérdida en la candidatura de Equo. Y en este contexto, llevó a Podemos a desplomarse con 72.113 votos (un 8%), perdiendo así más de la mitad de las papeletas y quedándose en seis escaños.

La tendencia también se ha repetido en los resultados en Euskadi de las elecciones generales. En las de 2015, Podemos fue la fuerza más votada en la comunidad, superando al PNV en votos (316.441, el 26%), aunque no en escaños (cinco), y mejoró sus resultados en 2016 con una victoria completa en papeletas (355.740, el 29%) y en diputados (seis). Pero en las del pasado mes de julio, en las que Sumar entró en escena y concurrió en coalición con Podemos, la izquierda confederal solo obtuvo en Euskadi 128.234 votos (un 11%), quedando relegada a quinta fuerza con un único escaño por Bizkaia que ocupa actualmente Lander Martínez, que dimitió en 2020 como secretario general de Podemos Euskadi y ahora es secretario general de Sumar en la región. 

La unión política entre Podemos y Sumar no dio para más. Tras la ruptura en el Congreso, concurrieron por primera vez por separado en las elecciones gallegas del pasado mes de febrero, lo hacen ahora en Euskadi y la tendencia de la división sigue. Para las elecciones catalanas del 12 de mayo, Sumar concurrirá con los 'comunes', mientras que Podemos ha renunciado a presentarse.

Encuestas poco favorables para ambos

Para este 21A, los sondeos no prevén buenos resultados para el espacio que ambos partidos representan y por el que compiten directamente. El promedio de encuestas de Datos RTVE pronostica una debacle para Podemos, que podría desaparecer, mientras que Sumar, que aún no tiene una estructura sólida en Euskadi, entraría en la política autonómica con un diputado en el mejor de los casos.

El gran beneficiado del divorcio de ambos partidos podría ser EH-Bildu, que en su estrategia actual de apostar por las políticas sociales por encima del soberanismo ha ido ganando terreno en la izquierda no nacionalista, sobre todo la que representan Podemos y Sumar, y en el electorado joven. 

La formación ‘abertzale’, encabezada por Pello Otxandiano, disputa mano a mano la victoria con el PNV de Imanol Pradales y Podemos ya ha dejado claro que su intención es hacerle lehendakari "si los números dan". Sumar no ha sido tan explícito al respecto, pero se muestra dispuesto a apoyar un gobierno de izquierdas y deja fuera de la ecuación al PNV, al que rechazan respaldar.

Para combatir la amenaza a su espacio de EH-Bildu y para evitar que el enfrentamiento entre ambos pase factura, Podemos y Sumar han dejado de lanzarse puñales en las últimas semanas y han cambiado el discurso, centrándose en criticar “el agotamiento del modelo” de la coalición PNV-PSE, el “desmantelamiento” de los servicios públicos y, en especial, de la sanidad vasca (Osakidetza), o señalando la urgencia de desplegar la agenda social, verde y feminista de la "izquierda transformadora" en Euskadi.