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El PP busca recuperar los votos perdidos e influir en la gobernabilidad de Euskadi tras caer a su suelo electoral

  • En 2020, el PP cosechó su peor resultado en coalición con Cs, con un discurso muy duro contra el nacionalismo
  • Javier de Andrés ofrece un perfil más moderado que Iturgaiz y podría apoyar a PNV y PSE para que no gobierne Bildu

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El candidato del PP a las elecciones vascas del próximo 21 de abril, Javier de Andrés
El candidato del PP a las elecciones vascas del próximo 21 de abril, Javier de Andrés EFE/ Adrian Ruiz Hierro

El Partido Popular no está dispuesto a que vuelva a ocurrir en las elecciones vascas lo que sucedió hace cuatro años, cuando tocó fondo con su peor resultado histórico. Entonces, vio cómo muchos de sus votantes se quedaron en casa, mientras que otros apoyaron a Vox o, incluso, al PNV. Ahora, ha optado por pasarse a un perfil más moderado con la candidatura de Javier de Andrés, con el que espera remontar el vuelo y, si es posible, ser decisivo en la gobernabilidad de Euskadi en caso de que los ‘jeltzales’ y el PSE-EE no sumen mayoría absoluta.

Para este 21A, el líder nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, ha decidido recuperar a un candidato que llevaba años apartado de la primera línea de la política. Javier de Andrés, que recibió el respaldo del 97,39% de los afiliados en el congreso celebrado el pasado mes de octubre, presenta un perfil más laxo que el de su predecesor, Carlos Iturgaiz, respecto al nacionalismo y más moderado a la hora de atacar a sus contrincantes aludiendo al terrorismo de ETA. De hecho, ni siquiera mencionó esta cuestión durante el debate a siete el pasado martes en RTVE, en el que se centró en criticar la gestión del gobierno vasco de PNV-PSE y en lanzar sus propuestas.

Esto pone en evidencia un claro giro estratégico respecto a 2020, especialmente cuando ha quedado patente que el nacionalismo no es una preocupación para los vascos, que lo sitúan en el número 18 de sus problemas, según el CIS. El sondeo preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas sitúa además a la independencia y la autodeterminación por detrás, como el problema número 19 para los ciudadanos de Euskadi. 

La debacle de la coalición PP+Cs en 2020 liderada por Iturgaiz

Hace cuatro años, el PP decidió concurrir junto con Ciudadanos bajo la candidatura de Iturgaiz, un experimento que llevó al Partido Popular a su peor resultado histórico con 60.299 votos, el 6,75%, dejándose por el camino 47.058 papeletas que había logrado en 2016 el ‘popular’ Alfonso Alonso. En un principio, Alonso había sido el candidato designado por el entonces líder del PP, Pablo Casado, para repetir en las elecciones de 2020, pero su rechazo al pacto con Cs llevó a Casado a apartarle y poner en su lugar a Iturgaiz.

En las elecciones de 2020, cuando PP+Cs se reivindicaba como "la única alternativa constitucionalista" en Euskadi y alertaba de partidos que querían “romper España”, ocurrió algo muy llamativo. El electorado del PP fue el menos fiel de todas las formaciones que se presentaron, y solo el 54,5% de quienes votaron al Partido Popular en 2016 repitió con la papeleta azul y naranja. En cambio, un 25,2% se quedó en casa, pasándose a la abstención. Además, un 11,4% de exvotantes ‘populares’ apoyó a Vox, y un 3,8% al PNV, según el CIS postelectoral.

Para no caer en los mismos errores y recuperar esos votos perdidos, De Andrés está dejando en un segundo plano las polémicas a nivel nacional, como puede ser la ley de amnistía, y está postulando a un PP que “representa la alternativa centrada, la Euskadi abierta que necesitan los vascos”. Todo, frente al “modelo caduco” que representa a su juicio el PNV en Euskadi, que impone “la ideología” frente a los servicios públicos. Además, los ‘populares’ se presentan como la única alternativa al “sanchismo” y a un “cuatripartito” conformado a su juicio por PSE-EE, PNV, EH Bildu y Podemos, todos aliados de Pedro Sánchez.

De Andrés espera ser “determinante” para un gobierno sin Bildu

De Andrés está pidiendo el voto para que el PP sea “determinante” y pueda evitar un gobierno de EH Bildu y dar “centralidad” a la política vasca. Y es que duda de que tanto el PNV como el PSE se cierren en realidad a un pacto con el partido de Arnaldo Otegi. Lo hace en un contexto en que el candidato nacionalista, Imanol Pradales, no ha cerrado del todo la puerta después de que en el debate a siete en RTVE el PNV dijera ver “muy difícil” o “casi imposible” un acuerdo con los ‘abertzales’. Además, el ‘popular’ no se cree al candidato del PSE-EE, Eneko Andueza, cuando afirma tajantemente que no apoyará un gobierno de EH Bildu, ya que considera que la decisión no la tomará él, sino Pedro Sánchez y que el Partido Socialista “puede decir hoy una cosa y mañana cambiar de opinión”.

Lo que, en definitiva, espera el PP es que sus votos sean claves en caso de que el PNV y el PSE-EE no sumen mayoría absoluta (situada en 38 diputados) para reeditar el gobierno de coalición, y podría llegar a apoyarles con tal de que no gobierne EH Bildu. Actualmente, el promedio de encuestas de RTVE sí prevé que nacionalistas y socialistas sumen 38 escaños y puedan mantener el ejecutivo de coalición, pero un diputado menos ya les haría tener que buscar otros apoyos. Así, el PP podría ser la llave en un contexto en el que Podemos y Sumar podrían no obtener representación y en el que, además, rechazan apoyar al PNV.

No sería la primera vez que el PP vasco apoya al PSE y al PNV para evitar que el partido ‘abertzale’ acceda a cotas de poder. Tras las municipales del 28 de mayo, apoyó a los socialistas para que se hicieran con la alcaldía de Vitoria y también a los nacionalistas vascos en otras cinco localidades para evitar gobiernos de EH Bildu (Durango, Kuartango, Zigoitia, Oion y Bernedo). Igualmente, facilitó el gobierno al PNV en la Diputación de Gipuzkoa con el mismo fin de alejar a EH Bildu del poder.

Sin embargo, todos estos apoyos del PP son una excepción a la oposición férrea que ha hecho en esta legislatura el Partido Popular al Gobierno Vasco, como ha quedado patente ante su rechazo a leyes de Educación, Cambio Climático o Memoria Histórica. También han rechazado los Presupuestos a lo largo de los últimos cuatro años. Sí que se sumaron, en cambio, a consensos mayoritarios como las leyes de Movilidad Sostenible, la de Protección de Animales Domésticos y la de Cooperación.

Ahora, está por ver qué resultados reflejan las urnas el próximo 21 de abril. Los ‘populares’ podrían mejorar sus resultados, según las encuestas, que le otorgan siete (uno más de los que tiene actualmente). Con todo, en el PP confían en que, tradicionalmente, en las urnas obtienen más escaños que en los sondeos.