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Radiografía del PNV

El PNV lucha por mantener su hegemonía en el País Vasco, una tierra que domina desde hace décadas

  • Urkullu se despide y da el relevo a Pradales, que busca formar parte de la lista de lehendakaris peneuvistas
  • El PNV ha gobernado durante décadas, en solitario o con EA y el PSE, y salvo en 1986, siempre ha ganado los comicios

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Primer encuentro de Urkullu y Pradales tras su designación como candidato a lehendakari
Primer encuentro de Urkullu y Pradales tras su designación como candidato a lehendakari

El éxito electoral del PNV en el País Vasco es arrollador con unos datos que hablan por sí solos. Ha ganado todas y cada una de las elecciones autonómicas que se han celebrado en esta comunidad, de las denominadas históricas, salvo en el año 1986, en las que el PSE-EE logró más escaños, aunque no más votos, pero los peneuvistas consiguieron retener la Lehendakaritza.

Su única legislatura en blanco sin tocar poder fue la del periodo 2009-2012, aquella en la que un pacto histórico en Euskadi entre PSOE y PP hizo lehendakari a Patxi López en unas circunstancias muy concretas y especiales con la izquierda abertzale ilegalizada por la ley de partidos. En esas elecciones de 2009, el PNV también ganó en una región a la que históricamente han tomado la medida.

Pero este próximo 21 de abril un PNV a la baja y con una pérdida de voto paulatino en las últimas citas electorales, se enfrenta a una posibilidad muy real, según apuntan las encuestas, de que EH Bildu le arrebate la primera posición, por primera vez, en unas elecciones autonómicas y en una de las citas más reñidas que se recuerdan. Lo hace, además, con un nuevo candidato, Imanol Pradales, tras la despedida de Iñigo Urkullu.

Son las elecciones más inciertas que se recuerdan para el PNV desde 1986, cuando se partió por la mitad con la escisión de Eusko Alkartasuna liderada por el exlehendakari Carlos Garaikoetxea.

La identificación de Euskadi con las siglas del PNV es muy alta siendo un partido vinculado a la gestión y, además, clave en la gobernabilidad de España. El PNV ha sabido pactar a nivel nacional históricamente a izquierda y derecha, dando y quitando gobiernos a PSOE y a PP, con unos votos siempre decisivos en el Congreso de los Diputados.

Fundado en 1895 por Sabino Arana, el PNV es el segundo partido político más antiguo de España, tras el PSOE, y se define a sí mismo como "partido vasco, democrático, participativo, plural, aconfesional y humanista, abierto al progreso" y reconoce a Euskadi como patria y como territorio con la ikurriña como bandera.

Duelo entre PNV y EH Bildu por la primera posición en Euskadi

Con la campaña vasca recién iniciada, los sondeos apuntan a una nueva victoria del PNV, más que ajustada, con 28 diputados, seguido muy de cerca de EH Bildu, con otros 28, en un práctico empate. Este escenario augura la bajada del PNV y la subida de EH Bildu, con un PSE-EE que volvería a tener la llave para alcanzar los 38 escaños que marcan la mayoría absoluta en el Parlamento vasco, según el promedio de encuestas elaborado por DatosRTVE.

Desde 2016 el PNV gobierna en coalición con el PSE y ambas formaciones han manifestado su intención de reeditar la suma si dan los números, de tal forma que, aunque EH Bildu consiguiese el hito de alzarse con el triunfo en las urnas, es casi seguro que no gobernará. Ante la posibilidad de repetir esa coalición, Aitor Esteban señalaba recientemente en TVE: "Sería lo lógico, pero habrá que ver". El candidato, Imanol Pradales, ha llegado a poner en duda la coalición por los "cambios de opinión de Pedro Sánchez". El propio presidente del Gobierno y líder del PSOE ha apostado ya por repetir esa coalición y el candidato del PSE-EE, Eneko Anduenza, cierra la puerta totalmente a facilitar un lehendakari de EH Bildu, ni siquiera con una abstención.

El PNV siempre se ha movido en porcentajes de voto entre el 35 y el 40 por ciento en las elecciones autonómicas salvo entre 1986 y 1998 cuando Eusko Alkartasuna, escisión del partido, le disputó el voto con fuerza antes de irse diluyendo entre el PNV y la izquierda abertzale.

El partido llega a estos comicios autonómicos tras sufrir un fuerte desgaste. Ha ido perdiendo la ventaja que siempre ha tenido con relación a la izquierda abertzale y todos los sondeos (incluido el último realizado en marzo por el Gobierno vasco) pronostican que cualquiera de estos dos partidos nacionalistas podría resultar triunfador en la noche electoral.

La formación 'jetzale' llega a esta campaña con una clara pérdida de voto en las municipales de mayo y las generales de julio, ambas en 2023. Así, en las municipales bajó del 36,24% al 31,69% de sufragios y EH Bildu le superó en número de concejales; mientras que en las generales los abertzales le superaron en porcentaje de voto y en número de escaños, ya que empataron a cinco escaños cada partido por el País Vasco, pero EH Bildu sacó uno más por Navarra.

Urkullu, el último de la lista de lehendakaris peneuvistas

El actual lehendakari Íñigo Urkullu es el sexto de una lista de dirigentes peneuvistas que conforman además Juan José Ibarretxe, José Antonio Ardanza, Carlos Garaikoetxea, Jesús María de Leizaola y José Antonio Agirre y Lecube. El actual dirigente vasco se despide tras ocupar la Lehendakaritza los últimos 12 años durante tres legislaturas consecutivas. Se queda a tan solo dos años de los 14 que ocupó José Antonio Ardanza, el lehendakari más longevo, y supera la década gobernada por Juan José Ibarretxe.

El techo electoral del PNV está en el año 2001, con 33 representantes, y su peor resultado fue en 1986, con 17 escaños. Aunque su hegemonía en el País Vasco durante décadas es clara, el PNV nunca ha obtenido la mayoría absoluta que marcan los 38 diputados.

Este 21A compite en las urnas con un nuevo candidato que toma el relevo de Íñigo Urkullu, y que, aunque no ha ocupado cargos orgánicos de relieve en el partido, Imanol Pradales ha tenido un papel destacado en la estrategia de la formación. Se define como "independentista con los pies en el suelo".

Además, con el relevo de Urkullu, caen casi todos los consejeros nacionalistas del Gobierno Vasco, ya que únicamente Nerea Melgosa figura en las listas el Parlamento vasco, marcadas por una renovación total.

La histórica formación ha realizado en los últimos tiempos varios 'procesos de escucha' participativa y jornadas de reflexión sobre nuevas formas de hacer política y el propio partido reconoce que ha perdido cierta conexión con la sociedad vasca y, por ello, ha optado por un amplio relevo generacional. Son muy conscientes de que el voto a EH Bildu está muy movilizado y llamar a darlo todo en la campaña recién iniciada.

Pradales avisa de que en las elecciones al Parlamento Vasco "hay que contraponer modelos". Así, dice "la ciudadanía vasca va a tener que elegir entre el de la experiencia, la estabilidad y el saber hacer del PNV, gestión y rigor; o los experimentos de laboratorio de otros", en alusión a EH Bildu, formación a la que acusa de tener una "agenda oculta" para Euskadi. 

El PNV tiene un modelo de organización bicéfalo que le ha funcionado con un lehendakari que no no ocupa el liderazgo del partido, ahora en manos de Andoni Ortuzar. Antes lideraron la formación Josu Jon Imaz y el histórico Xabier Arzalluz, que dirigió el PNV de 1980 a 2004.

PNV, protagonista de pactos y planes históricos

En 1988 con gobierno de coalición PNV-PSE EE se firmó el Pacto de Ajuria Enea para la pacificación y normalización de Euskadi que marcó un antes y un después en la lucha contra ETA. Un año antes la banda terrorista acometía su atentado más sangriento, el de Hipercor, y en ese pacto todos los partidos vascos, nacionalistas y no nacionalistas, superaron sus diferencias y acordaron negar a ETA capacidad para negociar políticamente con el Gobierno y legitimaron a las fuerzas de seguridad para combatirla. Comenzó entonces un claro aislamiento de Herri Batasuna, único partido que no firmó el trascendental acuerdo entre vascos.

Tras José Antonio Ardanza, que gobernó el País Vasco cuatro legislaturas, en 1999 llegó el turno de otro lehendakari del PNV que dejó huella, Juan José Ibarretxe. Llegó a la presidencia del Gobierno vasco coincidiendo con una de las treguas de la banda terrorista ETA y la firma del pacto político de Estella-Lizarra, un acuerdo que unió a todo el universo soberanista (PNV, EA, EH e IU) y abrió un frente de división entre nacionalistas y constitucionalistas.

El lehendakari firmó dos legislaturas y le dio nombre al famoso 'Plan Ibarretxe' que revolucionó la política nacional durante años. Fue una propuesta soberanista basada en la "libre asociación" entre el País Vasco y España que contemplaba la soberanía compartida y el derecho de autodeterminación con la celebración de una consulta. Inició su camino en 2003 y lo acabó en 2008 con la sentencia del Tribunal Constitucional que lo tumbó.

Las elecciones de 2009 dieron la victoria al PNV, pero no gobernó debido a un pacto inédito y trascendental entre PSE-EE y el PP que hizo lehendakari a Patxi López. Fue una legislatura corta e histórica durante la cual, en octubre de 2011, ETA anunció "el cese definitivo de su actividad armada".

En 2012 llegaba Urkullu a la lehendakaritza y, doce años después, con esta legislatura, cierra una etapa y abre un nuevo tiempo en la que el PNV quiere seguir gobernando en una tierra que siempre ha dominado.