Enlaces accesibilidad

López hace historia y se convierte en lehendakari tras prometer su cargo sobre el Estatuto

Por
López hace historia y ya es lehendakari

Con una promesa sobre un ejemplar del Estatuto y no ante la Biblia, Patxi López ha tomado posesión de su cargo como lehendakari "desde el respeto a la ley" en un abarrotado Salón de Plenos de la Casa de Juntas de Gernika y en un simbólico acto bajo el árbol de la simbólica ciudad.

"Asumo el cargo de lehendakari y prometo cumplir mis obligaciones con lealtad a la Corona, al Estatuto de Guernika y a las demás leyes vigentes", ha dicho el nuevo inquilino de Ajuria Enea, que ha recibido de manos de su antecesor en el cargo, Juan José Ibarretxe, la 'makila' o vara de mando.

Tras prometer su cargo bajo el árbol en castellano y euskera, con los aplausos de PSOE y PP, López ha asegurado: "no es momento de discursos, que tienen otro tiempo y lugar", y ha leído dos poemas: "Maiatza" (Mayo), del vasco Kirmen Uribe -que ha leído en euskera- y "Nada es dos veces", de la escritora polaca Wiskawa Szymborska, Premio Nobel de literatura en 1996.

La ceremonia ha finalizado con el himno del País Vasco, "Gora ta gora", que ha sido interpretado por la Banda de la Ertzaintza. El acto ha comenzado poco antes de las 11:00 de la mañana con la llegada del líder de los socialistas vascos, que, junto a su mujer, Begoña Gil, ha recibido los aplausos de un centenar de personas que le aguardaban a la entrada del recinto foral.

Tras saludar a la presidenta del Parlamento Vasco, Arantza Quiroga, López y ella han recibido al lehendakari saliente, Juan José Ibarretxe, y los tres juntos han entrado a la Sala de Plenos de la Casa de Juntas, donde les esperaba el Parlamento en pleno.

López no se encomienda a Dios en su toma de posesión

Ha empleado por primera vez una fórmula diferente a la que pronunció José Antonio de Aguirre al jurar su cargo como primer presidente de un Gobierno vasco en 1936 y que tras él usaron en su toma de posesión Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe.

Histórica ha sido su designación como nuevo inquilino de Ajuria Enea, después de 30 años de Gobiernos nacionalistas, como también su toma de posesión, en la que se ha alejado de símbolos como el crucifijo presentes en las anteriores tomas de posesión.

López ha preferido no encomendarse a Dios con la expresión que habían utilizado Aguirre, Garaikoetxea, Ardanza e Ibarretxe en sus tomas de posesión.

Hasta ahora, los lehendakaris del PNV recitaban el siguiente párrafo: "Ante Dios humillado, en pie sobre la tierra vasca, en recuerdo de los antepasados, bajo el Árbol de Gernika, ante vosotros, representantes del pueblo, juro desempeñar fielmente mi cargo".

López ha variado la fórmula y ha dicho: "De pie en tierra vasca, bajo el Árbol de Gernika, ante vosotros representantes de la ciudadanía vasca, en recuerdo de los antepasados, prometo desde el respeto a la ley desempeñar fielmente mi cargo de lehendakari".

Mucho ha hablado de cambio en su campaña electoral y eso ha hecho el nuevo lehendakari en una ceremonia en la que ha suprimido esos símbolos religiosos y a la que han acudido los vicepresidentes primero y tercero del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega y Manuel Chaves, respectivamente, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.

También han asistido las víctimas del terrorismo, que han sido invitadas al acto de posesión del lehendakari por primera vez.

Se abre una nueva etapa no nacionalista

Patxi López marcará una nueva etapa en la política vasca al convertirse en el primer lehendakari socialista gracias al apoyo del PP, partido que le ha aupado a la cabeza del Gobierno vasco con sus votos, que le han permitido obtener la mayoría absoluta. UPyD también apoyó al nuevo lehendakari.

Su investidura, el pasado 5 de mayo, supuso el abandono de la política de Juan José Ibarretxe, que insiste en su discurso de deslegitimación del Gobierno socialista.

Al pedir la confianza del Parlamento vasco en su discurso de investidura, López repitió en numerosas ocasiones las palabras unión, diálogo y consenso. Esas serán las principales armas de su política, que tendrá como objetivo prioritario acabar con otras armas, las violentas de ETA, además de dar solución a la crisis económica. Tras ser investido lehendakari, López insistió en que quería ser el "lehendakari de todos" y "representar a todo el país".

Precisamente, la banda terrorista, que colocó al Gobierno de Patxi López en su punto de mira antes incluso de su conformación, hizo estallar este miércoles un artefacto en un repetidor de Cantabria.