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Contención diplomática, respuesta limitada o guerra en Oriente: qué escenarios se abren tras el ataque iraní a Israel

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Los escenarios abiertos tras el ataque de Irán a Israel
Un hombre camina en Irán frente a un mural contra Israel en en el que dice que "la siguiente bofetada será más fuerte"

El ataque directo y sin precedentes de Irán, que ha lanzado más de 300 drones y misiles sobre Israel, ha sembrado aún más la incertidumbre en Oriente Medio. Ahora se abren diversos escenarios que van desde la contención diplomática, para la que hay convocadas reuniones en Naciones Unidas y el G7, hasta una respuesta israelí, pero limitada. En el punto más extremo está el comienzo una guerra abierta entre Irán e Israel, que se uniría al ya de por sí cruento conflicto en Gaza con Hamás, y que podría acabar arrastrando a los aliados de ambos bandos.

"El ataque eleva la tensión en la zona hasta límites verdaderamente preocupantes, si es que no lo eran ya lo suficiente. Y me temo que lo que va a empezar es una campaña que va a prolongar el conflicto más de lo que ya preveíamos en un principio", ha dicho a RNE Chema Gil, codirector del Observatorio Internacional de Seguridad.

En este punto, juega un papel clave Estados Unidos, que, aunque mostró discrepancias con su tradicional aliado -Israel- por la grave situación de los civiles en Gaza, parece volver a acercar posiciones con Tel Aviv al asegurar que tiene un compromiso "férreo" con su protección ante Irán por su represalia al ataque a su consulado en Damasco el pasado 1 de abril del que culpa a Israel y en el que murieron siete miembros de su Guardia Revolucionaria.

"Las relaciones entre Irán e Israel siempre han sido complejas. En estos 30 años de conflicto, es un ataque sin precedentes", ha indicado, por su parte, el investigador del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra, Javier Gil Guerrero, al Canal 24 Horas. "Irán se presentaba ante un dilema. Si no respondía, podría mostrar debilidad, pero responder para ofrecer una cierta disuasión podría llevarle a una confrontación abierta con Israel o Estados Unidos, que desea evitar a toda costa", ha añadido.

Movimientos diplomáticos para la contención

Uno de los primeros mecanismos que se han puesto en marcha ha sido la vía diplomática. La comunidad internacional ha condenado mayoritariamente el ataque iraní, pero ha llamado a evitar una escalada del conflicto. Así, tanto las Naciones Unidas como el G7 van a reunirse para hacer declaraciones conjuntas en caso de llegar a acuerdo. La Unión Europea también ha mostrado su contundente repulsa "al inaceptable" ataque y el martes se reunirán sus ministros de Exteriores. Por su parte, el Reino Unido ha acusado a Irán de tener "la intención de sembrar el caos en su propio patio trasero".

Aunque este tipo de acciones generan un importante efecto simbólico y marcan las posiciones, lo cierto es que suelen tener resultados limitados, tal y como se ha visto en los sucesivos llamamientos a un alto el fuego en conflictos como la guerra en Gaza entre Hamás e Israel, al carecer de mecanismos para implementar resoluciones.

"Ojalá haya forma de pararlo, porque las consecuencias que puede tener van mucho más allá del territorio geográficamente afectado por la violencia de la que estamos hablando ahora mismo. No solamente Palestina, no solamente Oriente Próximo, sino también la totalidad de Oriente Medio. Y en la medida que entran en juego también el propio Estados Unidos, le da una dimensión completamente distinta", afirma a RNE, Jesús Núñez, codirector del Instituto sobre Conflictos y Acción Humanitaria. 

Irán da por terminado el ataque e Israel dice que tendrá respuesta

Mientras, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha convocado a su gabinete de guerra para planificar los siguientes pasos y articular su respuesta a un ataque inédito. En este línea también se ha expresado el portavoz israelí en una entrevista al Canal 24 horas, en la que ha asegurado que la acción iraní "no puede quedar sin respuesta".

Una escalada progresiva que, según los expertos, estaba planificada y medida por parte de los ayatolás, tanto frente a la comunidad internacional como ante la opinión pública interna iraní: "Irán estaba planificando un ataque suficientemente potente como para poder clamar internamente que se han vengado o que han obtenido una represalia, pero no tan agresivo o tan impactante que pudiera poner poner en riesgo la supervivencia de Israel y eso supusiera que Estados Unidos o que Israel se vieran llamados a escalar", ha explicado el profesor de Política de Seguridad Internacional de la Universidad Carlos III de Madrid, Bernardo Navarro, al Canal 24Horas.

Israel podría optar, de este modo, por evitar la escalada y dar una respuesta limitada, pero contundente al ataque, considerando que ha interceptado "el 99%" de los misiles y drones lanzados y que estos no ha causado víctimas mortales y los daños materiales han sido leves. "Si lo que desea es controlar la crisis, Israel no tiene nada que vengar en este momento, no ha sufrido ningún daño. Eso le permitiría una postura seguramente más equilibrada, más contenida, apoyado por Estados Unidos, que ha dicho que le ha ayudado a derribar los atacantes enemigos, pero que no le ayudará a atacar Irán", apunta el almirante retirado Juan Garat al Canal 24 horas.

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"De manera testimonial, es posible que Israel realice un ataque que solo afectara a edificios militares, por ejemplo, sin ningún tipo de baja civil, sin ningún tipo de baja militar", ha vaticinado, por su parte, Navarro que, no obstante, matiza habrá qué ver como evolucionan las próximas horas.

Aunque Irán ha dicho que da por terminado este ataque, tampoco se puede descartar una nueva ofensiva en el futuro. El comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, el general Hosein Salamí, ha advertido de que Teherán contraatacará de manera más severa si Israel ataca sus intereses o ciudadanos desde cualquier punto. "Ninguna burbuja de seguridad está exenta de ser explotada o de explotar si está en una bañera inundada de tensión", ha remarcado a RNE, en este sentido, el director de Relaciones Institucionales de Universae, Manuel Gazapo, ante lo que recomienda precaución.

Una guerra que no interesa a los aliados

Un tercer escenario que podría llegar a verse es el de un nuevo ataque frontal por parte de Israel hacia Irán, desencadenando una guerra abierta en Oriente Medio. El ataque iraní "puede llevar en sí mismo una respuesta por parte de Israel que, en definitiva, dispare lo que nos temíamos desde hace tiempo, que es una escalada regional, una escalada que racionalmente nadie desea", ha dicho Núñez.

Además, continúa, el comienzo de una nueva guerra podría "diversificar" las tropas israelíes que, actualmente, están "concentrados" en Gaza. (Israel) "no busca, por lo tanto, abrir otros frentes. A Estados Unidos racionalmente tampoco le debería interesar, puesto que lo que busca es salirse del pantano de Oriente Medio para poder concentrar más su atención en China" con quién mantiene una pugna por el liderazgo económico y tecnológico a nivel mundial, ha añadido Núñez.

A nivel interno, también surge la incógnita de qué podría pasar con Netanyahu y si esta nueva crisis podría pasarle factura a un mandato ya marcado por su polémica reforma judicial, el ataque del 7 de octubre por parte de Hamás en el que fueron secuestradas más de 200 personas -algunas aún retenidas-, y a la propia guerra en Gaza, que se ha cobrado la vida de más de 30.000 palestinos. "Netanyahu es el que está fundamentalmente en una huida hacia adelante", ha indicado Núñez, que considera que, entre conflicto y conflicto, también busca la manera de "poder mantener su poder dentro del territorio de Israel".

Aunque los caminos se estrechan cada vez más, el futuro aún parece confuso, coinciden los expertos, ya que las consecuencias del ataque tanto a nivel nacional como internacional están aún por dilucidarse.