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Opinión

El mes de Leonor: la Princesa de Asturias terminará octubre lista para reinar

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La princesa de Asturias Leonor de Borbón
La princesa de Asturias Leonor de Borbón

Los revolucionarios franceses no podían imaginar que el décimo mes de 2023 - Brumario, el mes de las nieblas, según su calendario-, una Borbón viviera un octubre floreciente, como vive este año la Princesa de Asturias, ganando el cariño de los españoles.

El 19 de octubre de 1836, los carlistas que no querían una mujer en el trono, desarmados ante los isabelinos en Oviedo gracias a una consistente comida, tampoco habrían pensado que casi dos siglos después una joven llamada Leonor estaría en la capital del Principado preparándose para ser reina.

Si Meryl Streep bailó en la calle al son de los gaiteros, quizás la Princesa de Asturias de las Artes 2023, se haya atrevido a degustar el Menú del Desarme – garbanzos con bacalao y espinacas, callos a la asturiana y arroz con leche- recordando aquella rendición por el buen yantar. Este año el acontecimiento gastronómico del menú de la paz ha coincidido con la estancia de la Familia Real. Asimismo el mensaje de confraternidad del Desarme coincide con los valores de concordia y paz, lanzados al mundo por los galardones que el 20 de octubre entregó la heredera de la Corona.

En el Teatro Campoamor, ante mil trescientos asistentes, Leonor se dirigía al público. Vestía de azul, recordando la bandera de Asturias, a juego con los pendientes de agua marina que le había dejado Doña Letizia, desempeñando el doble papel de madre y ovetense de pro. Leonor fue muy clara. Segura de sí misma, a pesar de la emoción, dijo con mirada firme: “Entiendo muy bien y soy consciente de cuál es mi deber y de lo que implican mis responsabilidades”.

Entregar la vida

Apenas dos semanas antes, la Dama Cadete Borbón Ortiz había jurado fidelidad y servicio a España con el beso a la bandera. Felipe VI recordaba aquel 11 de octubre de 1985 cuando, asimismo con 17 años, prestó juramento ante la bandera en el mismo lugar, el Patio de Armas de la Academia General Militar de Zaragoza. Se cumplía la continuidad que caracteriza a la institución monárquica. A los Reyes, se les veía orgullosos y emocionados.

Pero los tiempos cambian y las monarquías también evolucionan. El Príncipe de Asturias juró solo y ninguna joven lo haría después ya que las Fuerzas Armadas estaban vetadas para las mujeres en ese momento. El año del trigésimo quinto aniversario de la entrada de la mujer en las Fuerzas Armadas, junto a Leonor, cuatrocientos diez cadetes y damas cadetes del Ejército de Tierra, Guardia Civil y Cuerpos Comunes de las Fuerzas Armadas juraron o prometieron cumplir fielmente sus obligaciones militares, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado y “si preciso fuera”, entregar la vida en defensa de España. “No hay un compromiso de entrega mayor”, afirmó el Rey ante más de dos mil personas a la Jura de Bandera.

Cinco días más tarde, el 12 de octubre, en la madrileña Plaza de Neptuno, todas las cámaras seguían atentas a Leonor. Acompañaba por primera vez al Rey en el emotivo homenaje a los que dieron su vida por España. Desde la tribuna, con el resto de la Familia Real, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, la ministra de Defensa Margarita Robles, ambos en funciones, y autoridades militares, la primogénita de los Reyes presenció en posición de firme el desfile de la Fuerzas Armadas de la Fiesta Nacional.

Después, la heredera superó con éxito su presentación en sociedad ante dos mil invitados en la recepción del Palacio Real. Miles de apretones de manos, la curiosidad de los corrillos y numerosas peticiones de fotos y selfis con ella. Probablemente una prueba más difícil que arrastrarse por el barro bajo alambrada de espinos con fusil al hombro y cargando mochila pesada, como hizo durante la etapa de instrucción.

El Día de la Hispanidad, el Salón del Trono lucía con el esplendor de las ceremonias históricas. La Princesa de Asturias, de uniforme de gala del Ejército de Tierra, saludó junto a los Reyes, durante horas, a cada uno de los invitados. Desde el presidente del Gobierno en funciones y los presidentes autonómicos, hasta profesores, empresarios, escritores, periodistas y representantes de organizaciones humanitarias.

Compañerismo y amistad

De repente, los flashes de los fotógrafos intensificaron sus destellos. Leonor sonrió ampliamente al ver a compañeros de Zaragoza en el llamado besamanos. Sus padres le habían preparado una sorpresa: invitar a tres chicas y tres chicos de su promoción, la LXXXIII. Todos rieron con complicidad y alegría. El vídeo se hizo viral. Una forma de fomentar el compañerismo y la camaradería, fundamental en los valores castrenses de la que será Jefa del Estado y ejercerá el Mando Supremo de las Fuerzas Armadas, según la Constitución.

A Leonor le entusiasma haber iniciado su formación militar y “compartir el aprendizaje continuo con personas que han elegido una vida de servicio con grandes exigencias y renuncias personales”. Así lo proclamó en su discurso en la entrega de los premios que llevan su título. Para ello, se estuvo preparando intensamente durante el verano con su entrenadora de la Guardia Real en el Cuartel de El Pardo: correr kilómetros para ganar en velocidad y resistencia, saltar, nadar, hacer flexiones, montar a caballo, etc. Pero no todos los alumnos siguen tras la primera etapa formativa de instrucción.

La disciplinada Leonor cumple con las exigencias y sacrificios junto a sus compañeros. Además, con el esfuerzo adicional de hacer dos cursos en uno por la necesidad de condensar el paso por las tres academias en tres años. El curso que viene ingresará en la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra, y el de 2025-26 en la Academia General del Aire y del Espacio de San Javier, en Murcia. Con razón la heredera entró en la milicia “con muchas ganas”. Lo decía cuando se despedía de sus padres y de su hermana la Infanta Sofía, entre abrazos y consejos.Como una más, la primogénita de los Reyes, que comparte camareta con once compañeras, está haciendo amigos con alumnos de su misma edad que proceden de toda España. Amistades que, siguiendo los pasos de su padre, podrán ser para toda la vida.

Leonor, con la gente de la calle

La víspera del 6 de octubre, las calles cercanas a la Basílica del Pilar se tiñeron de rojo y beige. El bullicio de los devotos de la Patrona de Zaragoza pasó a ovación. Llegaban los cadetes de la General, uniformados con traje de verano y sus boinas carmesí; todos voluntarios, pues la Academia respeta diferentes cultos y creencias. Entre ellos, sonriente, la princesa heredera disfrutando la primera salida tras las duras maniobras militares, y agradecida por los aplausos, ovaciones y algún piropo. ¡Guapa! se oía, entre alegría y sorpresa del público por ver a la dama cadete de la Familia Real.

Los españoles quieren conocer más a la futura reina que lógicamente va cobrando protagonismo a medida que cumple años. La convivencia en dos comunidades autónomas más, Galicia y la Región de Murcia, le permitirá participar de fiestas y tradiciones, como la de la ofrenda floral a la Pilarica. Tras la formación castrense vendrá la universitaria; más oportunidades para profundizar el contacto de Leonor con sus compatriotas.

Donde la próxima Jefa del Estado tiene ya camino andado es en Asturias. Además de entregar los prestigiosos premios internacionales, Leonor recorre los pueblos que han sido declarados “ejemplares” por la Fundación que preside; una buena inmersión con la gente de a pie.

El 21 de octubre, junto a los Reyes y su hermana, felicitó a las parroquias de Arroes, Pion y Candanal, del concejo de Villaviciosa, por diversificar su economía y rejuvenecer la población. La Princesa de Asturias está dispuesta a ayudar: "¡A ver si aprendo ya a escanciar!", exclamó después del batido de la sidriña por un experto escanciador.

Carisma y liderazgo

Ante este despliegue, la sociedad española observa el carisma de Leonor, esa mezcla de candor, discreción, voluntad y pasión, que ha florecido generosamente este otoño tras su continuo aprendizaje.

Al cumplir 13 años superó su primera lección cívica leyendo el artículo uno de la Constitución que establece que España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, propugna como valores la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político, añade que la soberanía nacional reside en el pueblo y define la forma política del Estado como Monarquía parlamentaria. Autoridades y estudiantes siguieron a la adolescente en la lectura colectiva, en la sede del Instituto Cervantes.

Leonor puede ser un buen referente de la generación Z. Como Princesa de Girona promueve la formación de jóvenes líderes que quieran mejorar el mundo. Su Fundación premia a “transformadores, creadores, visionarios y líderes en Artes, Letras, Empresa, Investigación Científica y en el ámbito social”.

Ella también ha aprendido liderazgo en los Colegios del Mundo Unido, en Gales, donde estudia ahora la Infanta Sofía. Sigue aprendiéndolo en la Academia Militar de Zaragoza, cuando hay que tomar decisiones en situaciones difíciles y trabajar en equipo para motivar y dirigir a grupos de personas.

La princesa Leonor tiene un buen ejemplo: su tutora, la teniente coronel Margarita Pardo de Santayana, experta en misiones internacionales arriesgadas por sus destinos en Mali, Afganistán y Macedonia. Madre de cinco hijos, piloto de helicópteros y de las pioneras en las Fuerzas Armadas, pues ingresó en la General de la capital aragonesa en 1993.

Jura de la Constitución de 1978

Este 31 de octubre, cuando la heredera de la Corona cumpla la mayoría de edad, será un momento especial. La capital del Reino la felicitará por sus 18 años con su retrato y la bandera nacional adornando calles y plazas. Para ella será un honor jurar la Constitución, garantía de la convivencia democrática y expresión de la unión de los españoles.

Ante las Cortes Generales, reunidas en sesión solemne en el Hemiciclo del Congreso de los Diputados, como hizo su padre hace treinta y siete años, Leonor, según el artículo 61 de la Carta Magna, jurará “desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas”, así como fidelidad al Rey.

Esta fórmula de juramento la hará ante la Familia Real, altas instituciones del Estado y diputados y senadores. Pero no estarán todos. Fuerzas políticas que han apoyado al Gobierno en la anterior legislatura no asistirán. Su ausencia puede ser un paso más en la formación de la heredera del trono. Leonor sabe que la neutralidad de la Corona es su garantía y que reinar no es un cuento de hadas.

Tras la jura, la Princesa de Asturias estará lista para reinar. El mes de Leonor lo muestra.