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París trabaja con Roma para expulsar a los migrantes de Lampedusa que no sean refugiados

  • Según el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, estos son "el grueso de esas personas"
  • El lunes Darmamin se reunió con su homólogo italiano la crisis generada por la llegada de miles de migrantes a Lampedusa

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Imagen de archivo de la llegada de migrantes del puerto de Lampedusa
Imagen de archivo de la llegada de migrantes del puerto de Lampedusa

Francia está trabajando con Italia para poder expulsar a los migrantes que llegaron en los últimos días a la isla de Lampedusa y que no tengan derecho a ampararse en el estatuto de refugiados, que es "el grueso de esas personas", según el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin.

En una entrevista al canal BFMTV, Darmanin, que el lunes fue a Roma para abordar con su homólogo italiano, Matteo Piantedosi, la crisis generada por la llegada de miles de migrantes a Lampedusa en pocos días de forma clandestina, ha insistido este jueves en que los dos países trabajan con ese objetivo.

La difícil situación migratoria en el Mediterráneo se agrava en las últimas semanas

Ha señalado que, de acuerdo con las informaciones que recibe del Gobierno italiano, "el grueso de esas personas" no podrán acogerse al estatuto de refugiados porque llegan de países "donde no hay dictaduras" y, por tanto, no pueden alegar que sufrían allí persecución política.

Ha explicado que Italia, gracias al acuerdo que tiene con Túnez, consigue expulsar a ese país "casi al 100%" de los irregulares que proceden de allí, algo que no ha logrado Francia.

Por su parte,  Francia es capaz de expulsar "casi el 100%" de los irregulares que tienen nacionalidad marfileña, senegalesa o gambiana.

Llamada a Italia a aplicar el pacto europeo

Su Gobierno -ha subrayado Darmanin- está tratando de convencer a Italia para que aplique sin esperar más el pacto europeo sobre la inmigración negociado por los Veintisiete a instancias del presidente francés, Emmanuel Macron, y que París ya ha comenzado a ejecutar, adelantándose al voto del Parlamento Europeo, que no se ha pronunciado todavía.

Se trata, según el ministro francés, de examinar "enseguida" los expedientes de los recién llegados "en la frontera europea" y expulsar inmediatamente a los que no pueden obtener el asilo.

En caso de que obtengan el estatuto de refugiado -ha puntualizado- Francia está "de acuerdo en asumir su parte de la carga". Es decir, que Francia acogerá a la cuota que le corresponda.

Crisis política por el Ocean Viking

El ministro ha insistido en que la situación ha cambiado con respecto a la crisis política entre Francia e Italia por el Ocean Viking, el barco que el 11 de noviembre del pasado año desembarcó en el puerto francés de Tolón con 234 migrantes rescatados en el Mediterráneo central después de que Italia se negara a aceptarlos en uno de sus puertos.

Ese desembarco generó también una tormenta política en Francia, porque la oposición de derechas y la ultraderecha reprochó al Gobierno que aceptara la llegada del navío a Tolón, donde la inmensa mayoría de esas personas quedaron en libertad por orden judicial y se dispersaron por Europa, pese a que Darmanin había dicho que serían expulsados si no tenían derecho a asilo.

Darmanin ha afirmado este jueves que ahora la situación es "diferente" porque con el pacto europeo de la inmigración -que Francia aplica, pero no los otros países- los migrantes que llegan a la UE de forma irregular son fichados sistemáticamente y el examen del dossier se tendría que hacer en un plazo de 15 días.

El ministro ha reconocido que en Europa "nadie ha encontrado soluciones milagro" y que en Francia no puede cumplir su objetivo de expulsar sistemáticamente a los irregulares que no obtienen el estatuto de refugiados porque hay muchos procedimientos de recurso administrativo y judicial, son muy largos y los migrantes tienen que ser puestos en libertad entre tanto.

Su Gobierno pretende sacar adelante en los próximos meses una ley sobre la inmigración para, entre otras cosas, prolongar el periodo de retención de esos inmigrantes hasta 18 meses, mientas se instruyen sus expedientes de expulsión, y se van a crear 1.600 nuevas plazas con siete centros de retención adicionales.