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La sequía ahoga el río Rin: no llueve lo suficiente desde 2018

  • Los barcos que transportan materias primas no navegan con carga completa por la falta de caudal
  • El problema amenaza a toda la economía alemana y está afectando al sector turístico

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La sequía ahoga el río Rin: no llueve lo suficiente desde 2018

La escasez de agua afecta también a Alemania y a su economía. La falta de caudal del río Rin ha provocando que los barcos que transportan materias primas para la industria no puedan navegar cargados al cien por cien porque no hay calado suficiente y eso impacta en las fábricas del país.

El Rin es la vía fluvial más utilizada de Europa, 1.233 kilómetros por los que cada día navegan unas 1.500 embarcaciones. Es un río clave para Alemania pero desde hace seis años, la sequía en los meses de verano, lo está ahogando.

En el sur de Alemania se ha decretado la sequía extrema, el segundo nivel de alerta más importante

El director de una de las grandes empresas de transporte del país, Roberto Spranzi, ha explicado a TVE que "por debajo de 1 metro, no podemos transportar ni la mitad de carga que podríamos y eso encarece el precio de las mercancías y al final, termina repercutiendo en el consumidor".

El punto más crítico es la curva que hay en el municipio de Kaub, donde estos días el nivel de agua apenas supera el metro y medio. El problema es que ejerce una presión adicional sobre una economía alemana estancada y recién salida de una recesión.

La sequía afecta al sector turístico

Si faltan materias primas como el carbón o materiales de construcción, la producción industrial se ralentiza por lo que afecta también al sector del turismo.

El gerente del castillo de Rheinstein, uno de los mas antiguos de Alemania, ha contado que "al menos el 30% de nuestros visitantes vienen en barco, y si no llegan, parte de la infraestructura turística de la región se viene abajo".

La sequía que afecta al Rin está provocando que se transporte menos carbón y mercancías a otros países, lo que está provocando un aumento de su precio.

Por su parte, Spranzi ha hablado de posibles soluciones "si pensamos a largo plazo, tenemos que plantearnos construir nuevos barcos más pequeños, aunque siempre habrá una industria que necesite a los cargueros".

Por eso, mira con agustia el futuro y reconoce que si la sequía es persistente en una o dos décadas el problema será inasumible.