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Sumergible Titan: ¿Qué es una implosión catastrófica y por qué se ha podido producir?

  • El accidente, desencadenado por la enorme presión exterior, acabó en milisegundos con la vida de los cinco pasajeros
  • La hipótesis más probable es que sufrió un problema estructural que provocó ese aplastamiento instantáneo

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¿Qué es una implosión catastrófica como la que ha sufrido el Titan?

Después de cuatro días de agónica búsqueda, el peor de los escenarios se ha confirmado: el Titan se desintegró mientras descendía al pecio del Titanic. Aunque la investigación para esclarecer las causas exactas del accidente no ha hecho más que comenzar, las autoridades ya tienen claro lo más importante: el sumergible sufrió una "implosión catastrófica" que acabó en cuestión de milisegundos con la vida de sus cinco pasajeros.

Este jueves, la Guardia Costera de EE.UU. anunció que los nuevos restos encontrados horas antes en la zona de búsqueda correspondían a partes externas del Titan. El hecho de que se encontraran diseminados, formando lo que las propias autoridades estadounidenses calificaron como un "campo de escombros", indicaba que los restos se habrían precipitado desde una cierta altura hacia el fondo oceánico. Muy cerca de donde cayeron hay otro campo de escombros, este mucho mayor: el que quedó entre la proa y la popa del Titanic, que yace desde hace más de un siglo partido en dos bajo las frías aguas del Atlántico Norte.

La Marina estadounidense detectó el domingo el sonido de una implosión submarina que probablemente fuera la del sumergible Titan. Esta información se compartió inmediatamente con las autoridades a cargo de la misión de rescate, que decidieron continuar con la búsqueda para tratar de salvar a sus cinco tripulantes, recoge The Washington Post.

Sobre los sonidos captados en el fondo del mar por aeronaves canadienses durante la búsqueda del sumergible, cuando aún se mantenía la esperanza de encontrar a los pasajeros con vida, las autoridades estadounidenses han descartado cuaquier conexión con el Titan.


Aplastamiento instantáneo

Una implosión es un proceso físico en el que un objeto se colapsa hacia su propio centro bajo la acción normalmente de fuerzas externas (aunque también pueden ser internas). Básicamente, es lo contrario a una explosión, en la que un objeto se expande y se aleja de su centro. Para describir este fenómeno, el capitán de fragata Francisco José López Angosto utiliza un símil muy gráfico: "Una implosión es como coger una lata vacía de cerveza y estrujarla". Según ha explicado al Canal 24 Horas, es "justo lo contrario a la despresurización de un avión, en la que de repente todo sale de la cabina". "No hay posibilidades de supervivencia, tristemente", ha dejado claro.

Este especialista en rescates submarinos ha apuntado a que cuando se produce un problema de este tipo es "porque ha habido un fallo estructural o alguno de los orificios que tenían que estar sellados, por la causa que sea, dejan de estar sellados y se produce una filtración, y la diferencia de presión es tan grande, que se produce un aplastamiento instantáneo".

López Angosto, capitán de fragata: "Una implosión es como estrujar una lata vacía de cerveza"

En la superficie, estamos sometidos únicamente a la presión atmosférica, que tiene un valor de una atmósfera al nivel del mar. Pero, a medida que nos sumergimos, la presión aumenta debido al peso del agua, aproximadamente una atmósfera por cada 10 metros, por lo que el sumergible, que se dirigía a una profundidad de unos 3.800 metros, estaba sometido a una presión entre 300 y 400 veces superior a la de la superficie.

Así, la hipótesis más probable es que se produjo un problema estructural, como por ejemplo una fisura accidental o un fallo de resistencia mecánica, que provocó ese aplastamiento instantáneo, destruyendo al batiscafo por completo y matando a sus pasajeros. Esta también fue la causa más probable que llevó al submarino argentino Ara San Juan a naufragar en el Atlántico Sur en 2017.

Un sumergible experimental

El sumergible Titan, desarrollado por la empresa estadounidense OceanGate, era una embarcación experimental que ya había presentado problemas de seguridad en expediciones anteriores. Su principal novedad residía en su casco, cuyas paredes de 13 centímetros de grosor estaban construidas principalmente con fibra de carbono, aunque también con titanio. La densidad de la fibra de carbono es muy inferior, y ahorra mucho peso en comparación con un casco desarrollado íntegramente con acero o con titanio, los materiales generalmente utilizados en los submarinos.

Sin embargo, el diseño del Titan no había sido certificado por ninguna autoridad oficial. El exdirector de operaciones marinas de la compañía OceanGate, David Lochridge, planteó serias preocupaciones de seguridad sobre el diseño experimental y no probado del sumergible, y fue despedido por ello.