Enlaces accesibilidad
Premios Goya

Goya a la mejor canción: nostalgia y tradición

Por
María Rozalen y Eduardo Cruz (En los márgenes) y Joaquín Sabina y Leiva (Sintiéndolo mucho) están nominados a mejor canción en Los Goya.
María Rozalen y Eduardo Cruz (En los márgenes) y Joaquín Sabina y Leiva (Sintiéndolo mucho) están nominados a mejor canción en Los Goya.

En una año fílmico con artistas de las nuevas músicas como Raül Refree (Un año, una noche), Omar Montes (Tadeo Jones 3) o Wolfrank Zannou y Luna Mato (Controverso) entre otros, las músicas seleccionadas se mueven entre los viejos rockeros (estaban Andy Chango, Ariel Rot o Bunbury) y el flamenco o la canción de autor (Marazu, Ruibal, Rocío Márquez, Francisco Javier Torres Simón), las canciones nominadas contienen ecos del folklore, más o menos antiguo (Irati, En los márgenes), sonidos pop de otras épocas (La vida chipén, Sintiéndolo mucho) y una alteración (Unicorn wars).

"Batalla", de Joseba Beristain (Unicorn wars)

Otro año más con la invisible polémica -ya demasiado habitual en estos premios- que significa nominar una canción sin letra. "Batalla" es la sección central del extenso tema "El tiempo ha llegado", la batalla final entre ositos y “unicornias” que inicia el apocalipsis animal y de la naturaleza, y del que surge un nuevo espécimen: el ser humano.

“El tiempo ha llegado. Acudamos a la guerra. Nosotras somos el bosque y moriremos por él”, es el grito de las “unicornias” que, apoyadas por la percusión, la densa textura creada con sintetizadores y las vocalizaciones del Orfeón Donostiarra en un lento crescendo, consiguen recrear el horror.

"Izena duena bada", de Aránzazu Calleja, Maite Arroitajauregi, Paul Urkijo (Irati)

“Todo lo que tiene nombre, existe”, en su traducción al castellano, es el dicho popular sobre el que Paul Urkijo, director del filme, ha recreado la mitología vasca apoyado por la reconstrucción musical ya mencionada de las dos compositoras.

Unas misteriosas vocalizaciones con timbres medievales que acentúan la sonoridad arcaica, dan paso a una voz que describe un texto reverencial hacia la tierra y sus hijas el sol y la luna.

"En los márgenes", de Eduardo Cruz y María Rozalen (En los márgenes)

La de Albacete (ganadora del Goya en esta categoría por La boda de rosa), siempre con el oído en la música de raíces, ya sea el folklore manchego, o las rancheras o el son cubano, busca con su voz evocadora y la percusión, el encuentro de la modernidad con la tradición, al estilo de artistas como Rodrigo Cuevas o Lorena Álvarez para este drama social sobre los malditos desahucios (dirigido por Juan Diego Botto).

"Sintiéndolo mucho", de Joaquín Sabina y Leiva (Sintiéndolo mucho)

SinLa que suponemos ganadora a la mejor canción cierra la vida musical de este icono cultural de los años 80 y referente poético en los noventa, con su cumbre en "19 días y 500 noches" (1999).

El documental homónimo dirigido por su amigo Fernando León de Aranoa, tan solo aporta, eso sí, un hermoso y sincero epitafio cerrando con el doloroso proceso de creación de la canción en un primer plano visual y sonoro, sólo la voz, sin música, con los últimos versos escritos por el ubetense.

"Un paraíso en el sur", de Paloma Peñarrubia, Vanesa Benítez (La vida chipén)

Llegamos a Málaga, final de nuestro recorrido musical, con el gran trabajo, como siempre, de Paloma Peñarrubia, que además escribió la excelente banda sonora completa, fusión de sintetizadores e instrumentos eléctricos, mezclando lo giallo y lo yeyé o el bolero con el pop, para este documental sobre los inicios y esplendor del milagro del turismo de playa en las décadas de los sesenta y setenta.

Algo de esta fusión y parodia encontramos en la canción nominada con letra de la propia directora del documental, la voz de María Vergara y la trompeta de Nacho Loring.