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Millones de personas protestan en Francia contra la propuesta de reforma de las pensiones de Macron

  • Los sindicatos aseguran que el seguimiento es masivo en transportes y energía
  • Esta puede ser la primera de una campaña de movilizaciones

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Decenas de miles de personas se manifiestan en Francia contra la reforma de las pensiones

Francia ha vivido este jueves su primera jornada de huelgas y manifestaciones masivas contra el plan estrellan del presidente, Emmanuel Macron, para reformar las pensiones y extender la edad mínima de jubilación hasta los 64 años. Más de 1 millón de personas ha participado en las movilizaciones organizadas a lo largo de toda la geografía francesa. El sindicato francés CFDT ha convocado una nueva jornada de protestas el 31 de enero.

"La movilización es la imagen de lo que leemos en las encuestas, es decir, que una gran mayoría de los ciudadanos de este país están en contra de esta reforma", ha afirmado Philippe Martínez, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) francesa, desde la cabecera de la multitudinaria manifestación organizada en París.

De acuerdo con los sindicatos,  solo en la capital unas 400.000 personas han marchado contra los planes del Gobierno y formaron una marea humana que se ha expandido durante horas entre la Plaza de la República y la de la Nación. Para el Ministerio de Interior, no obstante, en la capital se han congregado 80.000 personas.

La de París fue la demostración de músculo más importante de la jornada de protestas, que se han extendido también por toda Francia, desde Marsella a Nantes. A nivel nacional, los sindicatos estiman que se logró sobrepasar el objetivo de dos millones de manifestantes, en tanto que el ministerio del Interior ha rebajado la cifra a 1,1 millones.

La convocatoria de París estaba considerada de alto riesgo por las autoridades, y el ministerio de Interior había desplegado a miles de policías. De hecho, a mediodía los agentes han disparado gas lacrimógeno contra algunos manifestantes, que han causado incidentes y destrozos por los que han sido detenidas 38 personas.

Efectos en el transporte y los servicios públicos

El transporte ha sido uno de los sectores más afectados. La compañía ferroviaria SNCF ha advertido de que solo circulaba el 10% de los trenes regionales, entre una tercera parte y una quinta parte de los trenes de alta velocidad (TGV) y ninguno de los otros trenes de largo recorrido. El aeropuerto internacional de Orly, uno de los principales en Francia, ha anulado uno de cada cinco vuelos.

En la región de París solo ha circulado un tercio de las dos grandes líneas de trenes de cercanías (RER A y RER B) y un 10% del resto, mientras en el Metro sólo funcionan con normalidad las dos líneas automáticas, la 1 y la 14, pero incluso éstas tienen algunas estaciones cerradas.

Antonio Delgado, corresponsal de RNE en París, ha relatado que ya a primera hora de este jueves, la ciudad funcionaba "al ralentí".

En la energía, la producción se ha reducido en más de 7.000 megavatios, según la Confederación General del Trabajo (CGT), mayoritario en este sector. En las refinerías de la petrolera TotalEnergies, el seguimiento del paro está entre el 70 % y el 100 %, según la misma fuente.

Los trabajadores de los servicios públicos de educación y salud también han ido a la huelga, aunque sindicatos y administración difieren en el seguimiento.

Los paros han afectado también a los medios públicos de comunicación. Las emisoras de radio France Inter y France Info han interrumpido su programación habitual y en su lugar han emitido música.

Macron defiende una reforma "justa y responsable" desde Barcelona

El líder francés ha vivido la jornada de huelga desde Barcelona, donde se encontraba para la celebración de una cumbre hispano-francesa con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, para sellar la nueva alianza entre ambas naciones. Desde la capital catalana, Macron ha defendido el derecho de los ciudadanos a manifestarse "sin violencia, sin degradaciones" y sin demasiados inconvenientes para los franceses y ha defendido su propuesta de reforma como "justa y responsable".

"Basta con mirar a los países europeos para ver que en Francia tienen algo de retrasos, hay que reformar el sistema", ha señalado, para recordar que mantendrá el espíritu de "diálogo y la responsabilidad" en los debates parlamentarios sobre la reforma.

Inicio de una campaña de movilizaciones

El objetivo de los sindicatos franceses es que la de este jueves sea la primera de una campaña de grandes movilizaciones que fuercen al Ejecutivo a dar marcha atrás en su impopular proyecto de reforma del sistema de jubilaciones.

"Es una primera jornada y habrá otras", ha declarado el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Philippe Martínez, que en una entrevista en el canal Public Sénat. "Es raro que los sindicatos en Francia estén de acuerdo. Es un indicador de que la situación es grave", ha añadido.

"Aquí están todas las organizaciones. Es una gran señal de que la gente está furiosa", ha declarado a EFE la secretaria nacional del sindicato Solidaires, Gaelle Martínez.

"Queremos tener una buena jubilación, no queremos llegar a la jubilación estando quebrados, cansados, rotos (...) Si el Gobierno no recobra la razón habrá más" protestas, ha advertido el secretario general de la Unión Nacional de los Sindicatos Autónomos (UNSA), Laurent Escure, en declaraciones a EFE la cabecera de la protesta en la capital.

Por su parte, Laurent Berger, secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), primer sindicato del país, ha criticado en el canal BFMTV unas declaraciones de Macron, que ha acusado de irresponsables a los sindicatos. "¿Creen que hoy [por el jueves] habrá cientos de miles de personas irresponsables, a las que les da igual el equilibrio de las cuentas públicas?", ha preguntado retóricamente Berger.

En 1995, un proyecto de reforma de las pensiones del presidente conservador Jacques Chirac fracasó por la presión de la calle, a pesar de la mayoría absoluta gubernamental en el Parlamento. Aquel año las organizaciones sindicales reunieron a dos millones de personas en un solo día.

Un proyecto de reforma sin apoyo popular

La propuesta de Macron no cuenta con apoyo popular. Dos tercios de los franceses están en contra, según sondeos.

Todos los sindicatos, los partidos de izquierda y la ultraderecha de Marine Le Pen se oponen. Sin embargo, Los Republicanos (conservadores) podrían apoyarlo en el Parlamento, lo que sería suficiente para su aprobación.

El plan prevé elevar de 62 a 64 años para 2030 la edad mínima de jubilación y adelantar a 2027 el aumento de 42 a 43 años de cotización para poder disfrutar de una jubilación completa (hasta ahora previsto para 2035).

El Gobierno insiste en que su propuesta tiene en cuenta a quienes comenzaron a trabajar antes de los 20 años y también a quienes por motivos médicos deban jubilarse antes de los 64. Por ello, asegura que un 40% de los futuros pensionistas podrán jubilarse antes de los 64 años.

El Ejecutivo asegura que la reforma es necesaria porque de lo contrario se generará un déficit en el sistema de pensiones que alcanzaría los 12.500 millones de euros en 2030, mientras que los detractores al proyecto creen que se podría aumentar los impuestos a los ultrarricos y a los beneficios del capital para conseguir ese dinero.