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Elecciones Italia

De la crisis energética al desafío de lograr un mandato duradero: los retos del próximo gobierno de Italia

  • Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni, ha ganado las elecciones
  • Uno de los desafíos es lidiar con la alta deuda pública italiana, de las más altas de Europa
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Fachada del Palazzo Chigi en Roma, sede del primer ministro italiano y el gobierno
Fachada del Palazzo Chigi en Roma, sede del primer ministro italiano y el gobierno

La coalición de derecha ha ganado las elecciones en Italia. La líder del partido de ultraderecha Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, se perfila como la próxima primera ministra - la primera mujer en el cargo- y su gabinete tendrá que hacer frente a una serie de retos que van desde la crisis energética que sacude a Occidente, pasando por el cumplimiento del plan de Reconstrucción y Resiliencia acordado con Bruselas, hasta el desafío de formar, por fin, un gobierno duradero para Italia.

El plan de resiliencia y los fondos europeos

La inyección económica proveniente de los fondos europeos para reparar los daños provocados por la crisis del Covid-19 depende del cumplimiento del conocido como Plan de recuperación y resiliencia de Italia, un documento acordado por Mario Dagui que marca las reformas e inversiones que el país pretende hacer y cuyo plazo vence pronto.

“El reto más importante, sea cual sea el gobierno que llegue al poder, es la continuación del plan de resiliencia, ya que los plazos vencen pronto, algunos de ellos en diciembre”, expone a RTVE.es Vincenzo Emanuele, profesor de ciencia política y miembro del Centro Italiano de Estudios Electorales. “Si gana la coalición de centro-derecha, el cumplimiento del plan será más problemático”, añade.

“Meloni ha sido muy crítica con el pacto para los fondos Next Generation, su partido no votó este paquete de ayuda en el Parlamento Europeo y, cuando se votó el plan de resiliencia de Dragui, el único partido que no votó a favor fue Hermanos de Italia”, expone a RTVE.es Cecilia Sottilotta, profesora de relaciones internacionales y política global en la Universidad de Roma.

Si sumamos subvenciones y préstamos, Italia es el país que más dinero va a recibir de estos fondos; en total, 191.500 millones de euros.

La alta deuda italiana y la reforma del Pacto de Estabilidad

La deuda pública italiana es una de las más altas de Europa, situándose solo por detrás de Grecia. De hecho, en 2021 superó el 150% del producto interior bruto del país.

"Cualquier gobierno tendrá que, de alguna forma, tener esa deuda bajo control, relacionarse con la Unión Europea y, al mismo tiempo, ayudar a los ciudadanos a través de programas económicos", argumenta Sottilotta.

Los países de la UE están a las puertas de la renegociación de una reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que establece que los Estados miembros no pueden tener un déficit público por encima del 3% de su PIB ni una deuda superior al 60%. Estas normas, que no han funcionado durante la pandemia, van a ser revisadas para Italia, que, recordemos, es la tercera economía de los Veintisiete.

"Este otoño hay que renegociar el pacto de estabilidad, que establece condiciones para la moneda única y, para ellos, hay mucho en juego", expone a RTVE.es Pablo Martín de Santa Olalla, investigador de la Universidad Nebrija especializado en política italiana y Unión Europea. "Junto con Francia, llevan pidiendo hace tiempo que la regla del pacto de estabilidad de que la deuda no sobrepase el 60% sobre el PIB, pase al 100%".

Crisis energética e inflación

Uno de los asuntos que más preocupa, no solo a Italia, sino al resto de economías europeas, es un posible corte del suministro energético por parte de Rusia y la alta dependencia de las importaciones de gas. El año pasado, Italia importó el 90% de sus suministros de gas, de los cuales un 40% procedía de Rusia.

Sus reservas se sitúan ahora por encima del 80%, pero si desde el Kremlin optan por cortar el grifo del gas, los estragos en su economía serán inevitables. Uno de los desafíos del gobierno, por lo tanto, es continuar en la búsqueda de proveedores alternativos para comprar gas, así como aliviar el impacto que la inflación está causando para las empresas y el bolsillo de los ciudadanos.

"Cualquier gobierno, independientemente de quién gane, tendrá que hacer frente a la crisis energética. Crece la preocupación por los costes de la energía, y empiezan a verse en Italia protestas organizadas por partidos de izquierda en relación con el impacto que esta subida de precios tiene, sobre todo para las pequeñas empresas", expone Sottilotta.

Esta crisis energética, además, ha dejado de lado la preocupación por el medioambiente y la transición energética que, como dice Emmanuele, ni siquiera ha estado en la agenda durante la campaña. "La crisis del gas lo ha situado en la sombra, debido a la emergencia que supone tener suficiente gas para la temporada de invierno", dice.

El desafío de lograr un gobierno duradero

Más allá de los asuntos económicos, otra de las cuestiones que se plantea como un reto dada la actual situación política en Italia, es la capacidad de dotar al país de una coalición de gobierno duradera. De media, en Italia hay un nuevo gobierno cada 13 meses y desde que se instauró la República, en 1946, Italia ha tenido 31 primeros ministros que han formado hasta 67 gobiernos distintos.

"Siempre es un reto para Italia", asegura Emanuele que, sin embargo, cree que esta vez el país cuenta con posibilidades para garantizar un gobierno, al menos, más largo que los anteriores. Según señaló a este medio en base a los sondeos preelectorales, la novedad ahora es que una mayoría de la derecha en el Congreso y el Senado "podría garantizar un gobierno largo", ya que los partidos son "políticamente más homogéneos que todas las coaliciones de gobierno anteriores", expone.

Tomando como referencia gobiernos anteriores, la formación del nuevo gobierno podrá llevar entre cuatro y seis semanas siendo el próximo 13 de octubre una fecha clave, por constituir el límite para que se celebre la primera reunión de las cámaras. Después se elegirá al presidente de la Camara de Diputados y del Senado y el presidente de la República, Sergio Mattarela, comenzará las reuniones con los distintos candidatos.

Después, todo apunta a que Giorgia Meloni será la próxima primera ministra, aunque el nombramiento de este cargo pasa por manos de Mattarela, y tendrá que ser aprobado después por el Congreso y el Senado. Aunque no es probable que pase, el presidente de la República tiene la capacidad de vetar candidatos, como hizo cuando La Liga y el Movimiento 5 estrellas propusieron como ministro de Economía al euroescéptico Paolo Savona.

"Aunque Meloni, Berlusconi y Salvini sean parecidos y teóricamente no haya mucho espacio para pelearse, tienen personalidades muy fuertes los tres y, por ejemplo, Salvini tiene miedo de que su partido pueda perder su identidad, y perder votos que puedan acabar en Meloni", concluye Sottilotta.

No obstante, llegue quien llegue al gobierno, tendrá que afrontar otros problemas como las cifras de empleo, la modernización del país y la desigualdad norte-sur o la cuestión de la inmigración, que adquirirá más relevancia si finalmente se conforma un gobierno encabezado por Meloni, que ha insistido en este asunto durante su campaña.