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Análisis | Elecciones en Italia

Claves de las elecciones italianas: de la ventaja de la extrema derecha a una posible abstención récord

  • Los sondeos prevén una amplia victoria de la coalición de Berlusconi, Salvini y Meloni
  • El centroizquierda de Letta solo tendría alguna posibilidad si fuera el partido más votado

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El Palacio del Quirinale, sede de la presidencia de Italia, en Roma. REUTERS/Remo Casilli
El Palacio del Quirinale, sede de la presidencia de Italia, en Roma. 

Italia celebra elecciones legislativas el próximo 25 de septiembre. Los comicios estarán marcados por las circunstancias de la caída del gobierno de Mario Draghi, las repercusiones de la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania, y el ascenso de la extrema derecha.

Según todos los sondeos, la coalición de derecha y extrema derecha formada por Matteo Salvini (Liga), Silvio Berlusconi (Forza Italia) y Giorgia Meloni (Hermanos de Italia) podría obtener la mayoría para gobernar, con esta última como la más votada.

La alternativa, un gobierno que cuente con alguna combinación del Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Giuseppe Conte, el Partido Democrático (PD) de Enrico Letta y el Tercer Polo de Matteo Renzi parece difícil.

Estas son las claves de los comicios.

1. Cómo se ha llegado hasta aquí: el final del gobierno Draghi

La legislatura que comenzó en 2018 y que debería haber terminado a principios de 2023 ha visto tres gobiernos diferentes: el primero, formado por el M5S y la Liga; el segundo, de PD y M5S; y el tercero un gobierno "técnico" presidido por el expresidente del Banco Central Europeo Mario Draghi, apoyado por prácticamente todo el arco parlamentario, salvo la ultraderecha de los Hermanos de Italia. El M5S retiró el apoyo a Draghi en una moción de confianza mientras Forza Italia y Liga se abstenían, provocando así su caída.

"Entra dentro de los tiempos de la política italiana normal, pero nadie se esperaba que el gobierno de Draghi cayera porque le dejaran de apoyar las fuerzas que lo sostenían", explica Jorge del Palacio Martín, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos. Se da la "paradoja", dice Del Palacio, de que el gobierno de Draghi era muy popular entre los ciudadanos, más que los propios partidos, que no estaban capitalizando esa popularidad.

Por eso durante la campaña, quienes le apoyaron hasta el final, como el PD, culpan al resto de formaciones del adelanto electoral e intentan capitalizar las políticas de Draghi.

2. Un sistema electoral que prima las coaliciones

El resultado electoral en Italia está muy condicionado por el sistema de elección. El llamado sistema Rosatellum bis es una mezcla entre mayoritario y proporcional: un 64% de los escaños se reparten de manera proporcional entre los partidos más votados, pero un 36% se eligen por sistema mayoritario, donde la lista más votada se lleva el escaño. Esto beneficia a los partidos que se presentan unidos, en coalición, ya que suman escaños por los dos procedimientos.

"El resultado está bastante cerrado por una cuestión aritmética - explica a RTVE.es el politólogo Daniel Guisado - La derecha concurre de forma muy compacta mientras que el resto de bloques está disgregado: el PD, el Tercer Polo, pequeños grupúsculos de izquierdas, y el M5S. Esta disgregación hace imposible una alternativa a Salvini, Berlusconi y Meloni".

"Lo importante era hacer coaliciones, y Letta ha cometido todos los errores posibles", considera Donatella della Porta, socióloga y politóloga italiana, directora del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales (Cosmos) de la Escuela Normal Superior de Florencia.

"Podría haber intentado al menos una coalición táctica con M5S - añade - En su lugar, ha invertido en la coalición con Luigi di Maio, que se escindió del M5S. Pero Di Maio, según los sondeos, obtendrá un 0,8%, por lo que no llegará al mínimo. Si había oportunidaes de obtener escaños de elección directa, especialmente en el sur, donde el M5S es el primer partido, esto era con una coalición con el M5S".

3. El ascenso de la extrema derecha de Giorgia Meloni

Siempre según los sondeos, que en Italia dejan de publicarse 10 días antes de las elecciones, los Hermanos de Italia pueden convertirse en el partido más votado, con más del 24%, y en el socio mayoritario de la coalición. Meloni, que ya se ve como primera ministra, ha moderado su discurso al frente de esta formación para hacer olvidar su pasado neofascista.

En el ascenso de la extrema derecha ha influido su promesa de bajar impuestos y de defender el "interés nacional" de Italia en Bruselas, por ejemplo respecto a la inmigración. Donatella della Porta apunta también a la labor de los propagandistas "radicales neoconservadores catolicos", que intentan colocar en la agenda política su oposición al aborto y a las políticas de género, y que admiran al primer ministro húngaro, Víktor Orbán.

"No creo que Italia se vaya a convertir en la próxima Hungría, porque los líderes políticos saben lo que la UE significa para Italia", subraya Nicoletta Pirozzi, responsable del programa sobre políticas europeas del Instituto de Asuntos Internacionales (IAI) de Roma. "Puede haber más petición de conceciones en economía o migración, pero no podemos considerar a Meloni como una próxima Marine Le Pen o la próxima Orban".

Uno de los efectos del ascenso de Hermanos de Italia es que en la coalición de derechas el centro, representado por Berlusconi, "adelgaza".

"Berlusconi nunca había sido, desde 1994, el socio minoritario de una coalición de derechas - recuerda Jorge del Palacio - Pero su partido, Forza Italia, es el que está en el Partido Popular Europeo, y a los otros socios, que han sido euroescépticos o eurófobos, les interesa ahora aparecer como partidos responsables ante Europa". El profesor de la URJC no descarta que puedan producirse fricciones con los diputados del ala más centrista de Forza Italia.

4. Pocas opciones para el PD

Todo parece indicar que los números no van a dar para forjar un gobierno distinto al de la derecha. Aún así, Enrico Letta se ha presentado como la alternativa a Meloni y ha pedido concentrar todo el voto en el PD con la esperanza de superar a Hermanos de Italia como la formación más votada.

"El presidente de la República, Sergio Matarella, es quien encarga la formación de Gobierno, y puede encargarlo a la coalición más votada o al partido más votado - explica Jorge del Palacio - La oportunidad del centro-izquierda pasa por que el PD pudiese superar en votos a Hermanos de Italia aunque la coalición de derechas fuera la más votada".

Por su parte, Della Porta cree que el PD y Letta cuentan con que la coalición de derecha estalle tras las elecciones. "Creo que esperan poder volver a algún tipo de gobierno Draghi".

5. Qué ocurrirá con el M5S

Una de las incógnitas que se resolverán el día 25 es qué ocurriá con el M5S, que ha sido el partido más votado en las dos últimas elecciones. El antiguo movimiento anti-sistema es hoy un partido más institucionalizado, que ha presidido gobiernos y ha formado coaliciones a izquierda y derecha. Las encuestas apuntan a que perderá apoyos, pero todavía mantendrá su granero de votos en las regiones del sur.

"Han estado subiendo en las encuestas, aunque empezaron muy bajo - afirma Donatella della Porta - Lo que notamos en estas elecciones, como en las anteriores, es que hay una línea de crecimiento del M5S, especialmente en el sur. Una explicación es que han apoyado la 'renta de ciudadanía' y ha ganado apoyo de intelecturales de izquierda y de la gente".

Si el M5S mantiene su fuerza, el resultado de las eleciones puede ser más complejo, con tres polos en lugar de dos, y se abriría el abanico de posibilidades para formar gobierno.

6. Qué interesa a los italianos: coste de la enegía, economía y cambio climático

Fuera de los platós de televisión y de los mítines de campaña, las encuestas muestran que el problema que más preocupa a los italianos de a pie es el coste de la energía, seguido del paro. Entre una mayoría de prioridades económicas, como acabar con la inflación y la evasión fiscal, se hacen hueco la lucha contra la violencia de género y contra el cambio climático, de actualidad en Italia tras un verano de incendios forestales y las recientes inundaciones.

Nicoletta Pirozzi señala que uno de los grandes caballos de batalla en campaña ha sido la renovación de la ya citada "renta de ciudadanía", un subsidio aprobado por el gobierno de Conte durante la pandemia para las familias más vulnerables, al estilo del Ingreso Mínimo Vital en España.

En cambio, la relación con la Unión Europea o la guerra de Ucrania han estado más presentes en los debates mediáticos que en la calle. "En la percepción popular, esto está vinculado a dos asuntos - subraya Pirozzi - El primero es la aplicación de los Fondos Next Generation EU, porque Italia es el mayor beneficiario y hay mucha incertidumbre sobre la capacidad del país para implementar las reformas necesarias para obtener los fondos. Y respecto a la guerra, interesa el papel de Italia respecto a las sanciones energéticas".

Los discursos euroescépticos o eurófobos de otras ocasiones se han atemperado. "Las fuerzas políticas han reconocido finalmente lo importante que es para Italia tener un plan como miembro de la UE, incluso los más euroescépticos como Liga, Hermanos de Italia o M5S han adoptado un europeísmo que es más por necesidad que por convencimiento", dice Pirozzi.

No obstante, Meloni y Salvini no han olvidado a sus bases tradicionales y prometen primar el "interés nacional" y ser más exigentes con Bruselas, por ejemplo en inmigración.

Todo puede pasar en la política de Italia

La política italiana es compleja, y pese a las previsiones de los sondeos, nada está aún escrito. Jorge Del Palacio recuerda que pocos le creían cuando auguraba que Liga y M5S se pondrían de acuerdo para formar gobierno, como así ocurrió al comienzo de la legislatura que ahora acaba.

"En la política italiana todo es posible - advierte el profesor de la URJC - Las ideologías no tienen el poder de compactar, son partidos más personalistas, que van en búsqueda de escaños, todo está más abierto y las posibilidades se multiplican".

Otro elemento de incertidumbre es el alto número de abtencionistas e indecisos, que según los sondeos podría superar el 40%. La abstención podría ser mayor entre los jóvenes: un 20% está seguro de que no va a acudir a las urnas, pero la insatisfacción con la oferta electoral se acerca al 50%.

"Es dificil predecir, porque casi la mitad del electorado no sabe qué va a hacer", reconoce Donatella della Porta, que cree que la sorpresa podría llegar de la mano del partio de Giuseppe Conte. "Si vemos las dos elecciones anteriores, el M5S fue extremadamente efectivo en atraer el voto de los indecisos".

Las respuestas a algunas de estas incógnitas se conocerán el día 26, una vez terminado el recuento. Entonces sabremos si Matarella lo tiene fácil para decidir a quién encarga la formación del Gobierno, o si tiene que lidiar con un Parlamento "colgado" como en 2018, cuando el acuerdo tardó casi tres meses en llegar e Italia se asomaba ya a una repetición electoral.