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Kosovo aplaza la prohibición de documentos serbios para rebajar las tensiones en la frontera

  • La prohibición entrará nuevamente en vigor el próximo 1 de septiembre
  • La OTAN ha advertido que está dispuesta a intervenir si se pone en peligro la estabilidad en el norte de Kosovo

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Kosovo y Serbia se enredan en una escalada de tensión con barricadas y sirenas antiaéreas

El Gobierno de Kosovo ha decidido aplazar un mes, hasta el 1 de septiembre, la aplicación de la prohibición de documentos y matrículas serbias en su territorio tras las tensiones que se vivieron la noche de este domingo en dos puntos fronterizos entre ambos países.

El primer ministro, Albin Kurti, ha emitido un comunicado en el que matiza que condiciona el aplazamiento a la retirada de las barricadas colocadas por los serbios locales en protesta por la medida.

La nota señala también que la decisión fue tomada tras una reunión con el embajador estadounidense en Kosovo, Jeffrey Hovenier, quien solicitó el aplazamiento para "calmar los ánimos".

El presidente serbio, Aleksandar Vucic, por su parte, ha declarado que se trabaja "en que se calme la situación".

Además, ha asegurado que ha pedido a representantes internacionales ayuda para que Kosovo aplace sus decisiones y continúe el diálogo para la solución de los problemas.

Aumento de la tensión

Pocas horas antes del comienzo previsto de la prohibición de documentos y matrículas serbias en Kosovo surgieron tensiones entre Kosovo y Serbia con bloqueos de los pasos fronterizos y carreteras.

La Policía de Kosovo ha cerrado los pasos fronterizos de Brnjak y Jarinje para el tráfico y desplegó sus patrullas en el norte kosovar, donde se concentra la minoría serbia.

Los serbios, que se oponen a las nuevas medidas, instalaron barricadas en las carreteras que llevan de Mitrovica, donde son mayoría, hacia esos dos pasos fronterizos.

Tras esta escalada de las tensiones, la Fuerza Internacional de Seguridad para Kosovo (KFOR) de la OTAN ha advertido que está dispuesta a intervenir si se pone en peligro la estabilidad en el norte de Kosovo.

La organización militar ha difundido un comunicado a través de la red social Twitter, en el que, además, admite que "la seguridad en el norte de Kosovo es tensa".

KFOR también ha explicado que "tomará todas las medidas necesarias para mantener un entorno seguro en Kosovo en todo momento, de acuerdo con su mandato de las Naciones Unidas", emanado de la resolución 1244 de 1999.

"Estamos junto a los serbios"

El Kremlin se ha pronunciado al respecto y ha pedido este lunes que se respeten los derechos de los serbios que residen en Kosovo y ha instado a sus autoridades a "ser razonables", tras el incremento de las tensiones en la frontera entre Serbia y su antigua provincia.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha señalado que Moscú "sin lugar a dudas apoya absolutamente a Serbia".

"Estamos junto a los serbios", ha añadido, al explicar que Rusia considera "absolutamente infundamentada" la intención de las autoridades kosovares de prohibir los documentos serbios en su territorio.

50.000 serbios continúan utilizando matrículas y documentos serbios

Catorce años después de que Kosovo declarara su independencia de Serbia, unos 50.000 serbios del norte siguen utilizando matrículas y documentos emitidos por las autoridades serbias, negándose a reconocer al gobierno de Pristina y sus instituciones.

Para solucionar esta problemática, Kosovo anunció la medida el pasado mes de junio, asegurando que se trata de una medida de reciprocidad, ya que Belgrado tampoco acepta sus documentos ni matrículas.

Según las nuevas medidas, las personas que entren en Kosovo con carnés de identidad serbios recibirán un documento temporal kosovar válido durante 90 días.

Además, las matrículas emitidas por Serbia para ciudades kosovares de mayoría serbia tendrán que ser sustituidas por las oficiales de Kosovo.

La prohibición de circular en Kosovo con matrículas serbias ya provocó en septiembre de 2021 cortes de carreteras por parte de la minoría serbia kosovar.

Kosovo reaccionó desplegando fuerzas especiales, con blindados y armas automáticas, y Serbia elevó el nivel de alerta de sus tropas cerca de la frontera.

El gobierno serbio asegura que el objetivo de Pristina es expulsar a los serbios del norte del país.