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El cuarto ataque mortal en poco más de dos semanas agrava la tensión en Israel

  • Este jueves se ha producido otro ataque en Israel, esta vez en la ciudad del Tel Aviv
  • Más de mil policías, soldados y unidades de élite han peinando la ciudad israelí en busca del atacante

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La policía patrulla por las calles de Tel Aviv este viernes
La policía patrulla por las calles de Tel Aviv este viernes

La tensión se ha vuelto a incrementar aún más en Israel tras otro atentado este jueves por la noche en Tel Aviv, lo que pone de nuevo al país en alerta máxima, pues acumula cuatro ataques con 14 muertos en poco más de dos semanas, mientras el Gobierno afronta esta "ola de terrorismo" en la cuerda floja después de perder su mayoría parlamentaria.

Tras semanas de repunte de violencia, las alarmas sonaron de nuevo a última hora de este jueves en el corazón de Tel Aviv, cuando un palestino de Cisjordania ocupada atacó a tiros un bar de una de las calles más céntricas de la ciudad y mató a dos jóvenes israelíes de 27 y 28 años e hirió a unas 13 personas, varias de ellas gravemente.

El tiroteo provocó escenas de pánico en el centro de la ciudad, donde el sonido de las sirenas de los equipos de emergencias se mezclaban con las carreras de gente que intentaba escapar y buscar refugio.

Igual que los ataques anteriores, el de este jueves también fue celebrado por el movimiento islamista Hamás, gobernante de facto en la Franja de Gaza, aunque no reclamó la autoría del tiroteo, igual que tampoco lo ha hecho ningún otro grupo armado palestino.

El asaltante ha estado horas en paradero desconocido

Aunque en un primer momento el asaltante logró huir, ha sido abatido por una unidad especial de la Policía esta mañana, cuando estaba escondido en una mezquita del distrito de Jafa, en Tel Aviv.

El agresor no estaba vinculado a grupos armados ni políticos palestinos y tampoco había sido arrestado por Israel en anteriores ocasiones.

Durante las horas que ha estado fugado, Tel Aviv ha vivido escenas a las que no está acostumbrada. Más de mil policías, soldados y unidades de élite han estado peinando la ciudad, mientras la población ha permanecido por orden de las autoridades encerrada en casa.

El último incidente de este tipo en Tel Aviv fue en 2016, cuando dos personas murieron y varias resultaron heridas en otro ataque en un bar. Más allá de esto y otros repuntes de tensión puntuales, el conflicto palestino-israelí tendía a tener poco peso en esta ciudad, que destaca por su ambiente festivo y su espíritu hedonista.

Benet asegura que los asaltantes "pagarán un alto precio"

El primer ministro israelí, Naftali Benet, ha recalcado este viernes que "Israel no tendrá límites en la guerra contra el terrorismo", y ha asegurado que todos los que intenten atacar pagarán "un alto precio".

En la misma línea se ha pronunciado el titular de Defensa, Beny Gantz, que ha prometido que el aparato de seguridad actuará "con mano de hierro" y seguirá "trabajando con operaciones de inteligencia y mecanismos ofensivos y defensivos para cortar esta ola terrorista".

Desde el 22 de marzo, cuatro ataques, dos cometidos por árabes-israelíes vinculados al grupo yihadista Estado Islámico (EI) y otros dos por palestinos, se han saldado con 14 muertos en Israel, once de ellos civiles.

Los ataques indiscriminados en la calle han hecho perder el sentido de seguridad en la vía pública de muchos israelíes, en una dinámica con escenas que no se veían casi desde la etapa final de la Segunda Intifada (2000-2005).

A su vez, analistas y cargos de Defensa temen que la reciente ola de atentados genere "más ataques de imitación". Las fuerzas de seguridad israelíes han tratado de prevenirlos estas semanas con amplias operaciones de arresto en Cisjordania, que también dejaron varios palestinos muertos en distintos incidentes la semana pasada.

Los dos últimos atacantes -el de este jueves y el del pasado 29 de marzo en la ciudad de Bnei Brak- eran ambos del área de Jenín, donde se han focalizado gran parte de las recientes operaciones israelíes.