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Premios Oscar

'El limpiaparabrisas' consigue el primer Oscar para la animación española

  • La dama y la muerte (2009), Chico y Rita (2011) y Klaus (2019) ya estuvieron nominados
  • También es el primer cortometraje en lograrlo, después de 8 nominaciones
  • Ya puedes ver el corto El limpiaparabrisas en RTVE Play

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Alberto Mielgo y Leo Sánchez con el Oscar al mejor cortometraje de animación
Alberto Mielgo y Leo Sánchez con el Oscar al mejor cortometraje de animación

El madrileño Alberto Mielgo (director y guionista) y el barcelonés Leo Sánchez (productor), han hecho historia al conseguir el primer Oscar para la animación española (El limpiaparabrisas es una coproducción con estados Unidos). También es el primer cortometraje español que lo logra, después de 8 nominaciones.

Alberto Mielgo y Leo Sánchez, son dos expertos en el campo de la animación en Hollywood. El director ha ganado cuatro premios Emmy, tres de ellos con su anterior trabajo, The Witness, que formaba parte de la serie animada de Netflix: Love, Death & Robots, Producida por David Fincher y Tim Miller. Y ha participado en películas como La novia cadáver, Harry Potter y las reliquias de la muerte, Tron: uprising, o Spiderman: un nuevo universo.

El resto de contendientes en la categoría de mejor cortometraje animado eran Bestia, de Hugo Covarrubias; Boxballet, de Anton Dyakov; Robin Robin, de Dan Ojari y Mikey Please; y Affairs of the Art, de Joanna Quinn y Les Mills.

Puedes verlo aquí:

Antes de El limpiaparabrisas solo ha habido tres producciones animadas españolas candidatas a los Oscar: El cortometraje La dama y la muerte (Javier Recio, 2009), y las películas Chico y Rita (Fernando Trueba y Javier Mariscal, 2011) y Klaus (Sergio Pablos, 2019).

En cuanto a los cortos de acción real han sido siete los nominados: Esposados (Juan Carlos Fresnadillo, 1996), 7:35 de la mañana (Nacho Vigalondo, 2004), Binta y la gran idea (Javier Fesser, 2006), Éramos pocos (Borja Cobeaga, 2006), Aquel no era yo (Esteban Crespo, 2013) , Timecode (Juanjo Giménez Peña, 2016) y Madre (Rodrigo Sorogoyen, 2019)

El limpiaparabrisas es un corto de animación para adultos que aborda el tema de las relaciones en la actualidad: "En anteriores generaciones la gente estaba más unida. Hoy en día somos más individualistas. Refleja situaciones que a cualquier le pueden haber pasado", asegura Alberto Mielgo. Su título original es The Windshield Wiper y tuvo una gran acogida en su estreno durante el Festival de Cannes y la Seminci de Valladolid.

El limpiaparabrisas es un proyecto personal en el que han invertido siete años entre proyecto y proyecto: "Es un estilo que me ha elegido. Todos mis anteriores trabajos se han alimentado de El limpiaparabrisas y viceversa", cuenta Alberto Mielgo en una entrevista con Cayetana Guillén Cuervo en Versión Española. Así es cómo nació esta coproducción indie entre España y Estados Unidos: "Quería hacer animación para adultos independiente que no fuera comercial con historias de héroes", asegura el director de El limpiaparabrisas.

La historia arranca en un café cualquiera con un hombre rodeado de paquetes de cigarrillos. De fondo se escuchan voces de hombres y de mujeres dando su opinión sobre cómo se comportan los diferentes sexos en las relaciones. El hombre de los cigarrillos nos plantea una ambiciosa pregunta: "¿Qué es el amor?". Entonces el mundo se viene abajo ante esta cuestión y comienza toda una colección de viñetas con situaciones, entre calada y calada de esos cigarrillos, hasta que el personaje llega a una conclusión. Un poema visual, un haiku, que toma el amor como objeto de ensayo: un corto de sensaciones más que de entender la viñeta.

Alberto Mielgo propone un sinfín de situaciones donde cualquiera se puede ver representado. Algunas de ellas basadas en cosas personales, directa o indirectamente, de su creador. El limpiaparabrisas representa todos los tipos de amor que existen: fraternal, familiar, de pareja, virtual, de preocupación por el prójimo, del deseo, del amor sin deseo, de la rutina... Así como las emociones derivadas del mismo: miedo, soledad, dolor, ausencia, anhelo, deseo... Todas estas infinitas historias se desarrollan en un cortometraje y convergen en la conclusión final.

En resumen, de los vaivenes que da la vida y de las relaciones entre los seres humanos con un enfoque muy actual. El título es una metáfora justamente de esto, de cómo las relaciones cambian continuamente, aunque con patrones similares. Y el corto, una alegoría muy cuidada del amor en el siglo XXI.