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OBJETIVO IGUALDAD

La brecha tecnológica de género provoca pérdida de talento y oportunidades

  • Sólo un 13% de estudiantes de las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería e Informática) son chicas
  • Profesionales y profesoras denuncian que hay una mayor hostilidad hacia las mujeres en el sector de la tecnología
  • "Romper la brecha tecnológica", en 'Objetivo Igualdad', este sábado a las 16.30h en Canal 24h y RTVEPlay

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Mariola García Arellano, directora de BEJOB, durante la entrevista con 'Objetivo Igualdad'
Mariola García Arellano, directora de BEJOB, durante la entrevista con 'Objetivo Igualdad'

En la cuarta Revolución Industrial en la que nos encontramos, solo uno de cada cuatro ingenieros es mujer en España, hay un 9% de desarrolladoras en el sector de la tecnología. y únicamente el 13% de estudiantes de carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas) son chicas. Son los datos que ya sostienen que la actual brecha digital de género tiene muchos que ver con las habilidades tecnológicas y está conectada sobre todo con la educación y el trabajo.

En nuestra cita, en el restaurante Inclan Brutal Bar, Cristina Ricaurte, Directora de innovación de la empresa SAP, asegura que hay una visión muy reducida de lo que es la tecnología, y ese desconocimiento también afecta al hecho de que las adolescentes se desanimen a la hora de cursar una carrera técnica y científica. Según Ricaurte, se desconoce la llamada tecnología funcional, mucho más que Programación e Inteligencia Artificial, porque dicho enfoque se refiere a comunicación, marketing, relación con el cliente, lenguajes tecnológicos, diseño de software, innovación. Aunque incluso en las áreas más técnicas hay realidades que se desconocen: "¿Sabes que ahora se necesitan lingüistas para trabajar en Inteligencia Artificial? Pero este mensaje no llega a las niñas", plantea la directora de innovación de la empresa SAP.

El reto de saltar la brecha tecnológica de género

Para Cecilia Castaño, catedrática de Economía, pese a que los datos educativos apuntan a la desigualdad, para contemplar la brecha digital de género hay que adoptar un punto de vista profundo. No se trata de aislar un problema concreto y corregirlo, como aumentar las vocaciones en las carreras tecnólogicas, por ejemplo, ni de potenciar los cursos de informática y programación en las niñas en la educación básica de forma aislada, sino que la raíz de la cuestión reside en contemplar la brecha digital desde una perspectiva más global y enraizada con la vida. Las mujeres huyen de las especialidades técnicas y los trabajos tecnológicos porque el ambiente les es hostil y por eso buscan destinos más 'amables' con ellas, según esta catedrática. Mientras no se cambie esa cultura social, la brecha digital de género seguirá existiendo, tanto en los países en vías de desarrollo como en los más avanzados económicamente.

Las mujeres abandonarán las carreras y los trabajos tecnológicos hasta que la cultura sea menos hostil con ellas

"Hasta que la cultura sea menos hostil con las mujeres, las mujeres seguirán yéndose. Por eso, hay que verlo como un continuo porque no se trata de políticas de hitos, ahora aumentamos las vocaciones o ahora crecemos en el número de mujeres que estudian carreras tecnológicas, sino que hay que continuar conectando la brecha digital con la vida. Si te hacen sentirte como una intrusa, como que tú no perteneces a ese ambiente, las probabilidades de abandono son bastante elevadas", asegura Cecilia Castaño.

Así, al menos, lo muestran las conclusiones y datos del 'Estudio sobre la situación de las mujeres en carreras científicas en España' elaborado por el Ministerio de Ciencia que resaltan que las jóvenes de menos de 25 años representan el 57% en los organismos públicos de investigación. Sin embargo, diez años después, son menos de la mitad. Y sólo alcanzan un 29%, con 65 años.

El síndrome de la impostora

Asimismo, en las mujeres hay un factor psicológico que lastra su incorporación a los estudios de las carreras STEM y las profesiones relacionadas con las habilidades y conocimientos digitales. Es el llamado 'síndrome de impostora' que se refiere a una falta de confianza en las propias capacidades y una baja autoestima que afecta a las mujeres a la hora de desempeñar una determinada tarea que se considera o muy intelectual, o en el caso que nos ocupa, tradicionalmente dominada por los hombres como es la tecnología en el sentido más amplio.

Para Todos La 2 - Innovación contra la brecha digital de género

"Encuentras muchos ejemplos de niñas y adolescentes que te dicen que les gustaría, pero que no saben si pueden llegar a serlo. Yo creo que tiene que ver con el nivel de exigencia pero también con la falta de modelos exitosos", afirma Mariola Arellano, directora de BEJOB.

Encuentras a muchas niñas y adolescentes que dicen que les gustaría estudiar una carrera tecnológica pero no saben si van a ser capaces

'El síndrome de la impostora' también está relacionado en psicología con una autoexigencia dañina que afecta más a las mujeres que a los hombres por ese patrón cultural o educacional que se les impone socialmente a las primeras: el tener que ser perfectas en cada cuestión profesional que acometen o si no considerarla como una labor espuria. "En mi equipo, tengo a un chico muy joven, es brillante, espabilado, de unos 25 años, tres años de experiencia y me dijo: "Cristina, si no aplicas a esa posición me voy a posicionar yo". Y me reí y le dije: "Pero si acabas de graduarte" y me dijo: "No, no, es que lo haría genial", dice Cristina Ricaurte.

Falta de referentes

Sin embargo, las tres entrevistadas coinciden en que la falta de referentes y modelos de mujeres profesionales que hayan triunfado en el sector y ofrezcan un espejo de similitud y cercanía es otro de los factores que influyen en que la brecha tecnológica de género se sitúe en la actualidad en competencias avanzadas, como programación, en 6,8 puntos, en España.

Según el estudio 'Mujeres y digitalización. De las brechas a los algoritmos', elaborado por el Instituto de Mujer y El Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, hay condicionantes socioculturales y psicosociales, que explican el desigual reparto de roles y responsabilidades entre hombres y mujeres, tanto a nivel educativo como profesional.

"Todos nos acordamos, perfectamente, cuando nuestras madres nos separaban en determinadas asignaturas desde pequeñas, las niñas sirven para el tema de costura, para el tema de cocina, y los niños sirven para temas de construcciones, castillos, aunque esto va cambiando", asegura Mariola Arellano, directora de BEJOB.

Nos acordamos de cuando éramos niñas y las madres nos separaban por asignaturas: las niñas a costura y cocina, los niños, a hacer construcciones

Estereotipos dañinos

Otra cuestión que apuntan Cristina Ricaurte y Cecilia Castaño es la predominancia de estereotipos negativos sobre la relación que hay entre las mujeres y la tecnología. Estos arquetipos discriminan y dañan la igualdad en lo que se refiere, por ejemplo, a la iniciativa empresarial, donde apenas representan el 17% en la creación de start-ups (nuevas empresas de carácter tecnológico) según el informe 'Mujeres y digitalización: de las brechas digitales a los algoritmos'.

Para Todos La 2 - Innovación contra la brecha digital de género

"Preguntas a niños o niñas cómo es un científico, un informático y te dicen que es un hombre, muy inteligente, distraído y que está obsesionado con los ordenadores, que está todo el día delante de una pantalla, comiendo pizza y bebiendo Coca Cola. Las chicas no se identifican con esa imagen", afirma Cecilia Castaño.

Preguntas a niños y niñas ue es un científico, un informático, y te dicen que es un hombre mayor, muy inteligente y distraído

Luego están los estereotipos sobre el supuesto carácter de las mujeres, que apuntan a que son menos racionales que los hombres. "Una vez me dijeron: Mira, tú eres demasiado emocional, así no vas a llegar a ningún lado, a ningún lado, imagínate, con ese comentario que me decían no iba yo a ningún lado. Claro me lo dijo un hombre. Ahora soy directiva de una gran empresa con un gran equipo que me quiere mucho y al que quiero mucho. Lo que saco de mi carácter es que esa emoción, esa pasión hacen que mi equipo me quiera, crezca y trabaje a gusto", añade Ricaurte.

Una vez mi dijeron: tú eres demasiado emocional y no vas a llegar a ningún lado

Asimismo nos encontramos con los estereotipos de tipo profesional respecto a las imágenes colectivas de cómo tiene que ser un jefe de una empresa tecnológica de innovación digital, y hay resgos sexistas y racistas. "Yo trabajaba en Alemania y era jefa de proyecto. Tuvimos una reunión y mi equipo eran cinco consultores, hombres mayores. El equipo del cliente eran hombres y uno de los señores me dijo: "Hola, ¿qué tal? Mira, sírvenos unos cafés, y cuando termines ahí está la puerta. Con una súper sonrisa, les serví café a todos y dije:"Muchas gracias pero no me puedo ir porque aquí soy la jefa", cuenta Cristina Ricaurte.

Las conclusiones son que la brecha digital de género se reducirá en España si se se cambia la cultura de tradicional rechazo a las mujeres en carreras STEM y trabajos relacionados con la innovación digital, si se sensibiliza sobre el ciberacoso y cibersexting (acoso y chantaje sexual a las mujeres a través del móvil y las redes), si se apoya la elección de carreras tecnológicas por parte de las niñas desmontando estereotipos discriminatorios, y si se aporta una perspectiva de género al llamado Investigación y Desarrollo (I+D) y se promueven la transparencia de los sistemas de Inteligencia Artificial y los algoritmos para evitar las distorsiones machistas. Al final la cuestión para reflexionar es sobre el futuro que se construye y si cuenta con la inclusión o exclusión de las mujeres.