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Guerra en Ucrania

Los países vecinos de Ucrania se preparan para recibir a refugiados ucranianos

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Los países vecinos de Ucrania abren sus fronteras para acoger a los refugiados

Los sonidos de sirenas de emergencia de esta madrugada despertaban a Ucrania después de que Vladímir Putin anunciara una "operación militar especial", iniciando una guerra. A partir de ahora muchas personas necesitarán encontrar un refugio. Polonia, Rumania, Hungría o Moldavia llevan días preparándose ante la actual escalada de tensión. La Unión Europea también prevé la reactivación de nuevas rutas migratorias y grandes cifras de víctimas y de desplazados.

"La Comisión Europea está lista para apoyar a los Estados miembros en su preparación para la recepción mientras la situación evoluciona en Ucrania. Agradezco a Polonia, República Checa, Rumanía, Eslovaquia y Hungría su voluntad para dar protección de manera inmediata. Juntos, estamos con el pueblo ucraniano", ha escrito en Twitter la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson.

"Es una buena noticia lo que ha dicho está mañana la comisaria europea, pero solamente hablan de apoyar con los medios que tiene la propia comisión. Activar la directiva de protección temporal, apoyar a los países limítrofes y asegurarse que cumplen con todos los estándares de acogida o una reubicación según los criterios de solidaridad compartida", asegura a RTVE.es Paloma Favieres, coordinadora del área jurídica de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

Desde el conflicto de 2014 Polonia acoge ya a dos millones de ucranianos. "Tenemos que estar preparados para una oleada de hasta un millón de personas", decía el primer ministro Maciej Wąsik. De hecho, ya han avanzado que contemplan alojar a los refugiados en instalaciones deportivas, dormitorios y albergues.

Llevan días preparándose ante una llegada masiva de ucranianos: "La lista de instalaciones de alojamiento para los refugiados, la cifra de personas que sería posible alojar, los costes correspondientes y el tiempo de adaptación de los edificios con una recomendación de hasta 48 horas", declaraba el alcalde de una ciudad del norte. El ejecutivo polaco ha asegurado recientemente que el país y su mercado laboral "podría asimilar" hasta un millón de desplazados ucranianos.

Una actitud que choca con las políticas anti migratorias de Varsovia. "Yo creo que obedece a criterios de vecindad y a los tipos de refugiados quiere Polonia", asegura Favieres. "Hay que recordarle que la convención de ginebra no conoce de nacionalidad", añade.

Centenares de personas habrían cruzado ya la frontera

Otro país que comparte más de 600 kilómetros con Ucrania es Rumanía. Su ministro de Defensa, Vasile Dincu, señaló a principios de semana que su Gobierno está preparado para acoger a más de medio millón de refugiados de Ucrania.

"Los primeros datos de la Policía de Frontera muestran un incremento de varios centenares de personas, aunque muchas de ellas tiene la nacionalidad rumana, familiares o amigos e incluso sus propias viviendas en Suceava", han señalado autoridades fronterizas en declaraciones a G4Media. En este país vive una minoría ucraniana de 50.000 personas. Centenares de personas habrían cruzado la frontera a primera hora del jueves.

"Estamos analizando cuántos campamentos de refugiados podemos instalar en un tiempo relativamente corto: 10, 12, 24 horas. Estamos estudiando las capacidades de alojamiento existentes en los condados fronterizos, pero también estamos evaluando la segunda etapa, con los distritos vecinos, y la tercera etapa en todo el país", aseguró el Ministro del Interior en la televisión pública del país.

Por su parte Eslovaquia también ha avanzado que están dispuestos a colaborar con la acogida. Una disposición que han aplaudido organizaciones humanitarias que recuerdan el trato hostil que reciben las personas que llegan al país. Alemania y Austria también prevén "fuertes" flujos de refugiados de Ucrania hacia los países vecinos, y dicen que se preparan para prestarles asistencia y ayuda humanitaria, según informa la agencia EFE.

"Nos preparamos para, en primer lugar, apoyar a los países vecinos (de Ucrania), donde se prevén flujos muy fuertes, y también para acoger a los que lleguen hasta nuestros países", ha afirmado la ministra alemana de Interior, la socialdemócrata Nancy Faeser. "En un escenario de una posible guerra en Europa, se trata sobre todo de prestar ayuda humanitaria", ha insistido.

Mientras que República Checa considera que esta situación "ola migratoria de gran escala" y requiere declarar el estado de emergencia si llegan más de 5.000 personas. Este país que no tiene frontera con Ucrania, hay registrados unos 160.000 ucranianos, muy presentes en sectores como la construcción.

Bulgaria, Austria y Alemania ofrecen ayuda

El Gobierno búlgaro se mostró hoy dispuesto a acoger a ucranianos que huyan ante el ataque ruso, y avanzó que está preparado para alojar en hoteles a entre 2.000 y 4.000 ucranianos. El Gobierno está también preparando la evacuación de ucranianos de etnia búlgara, incluso si no tienen esta nacionalidad. 

Austria, uno de los países más ricos de la Unión Europea (UE), ha acogido en el pasado diferentes oleadas de refugiados, aunque en los últimos años ha endurecido su política de asilo respecto a quienes huyen de conflictos en Asia y Oriente Medio. "La situación en Ucrania es diferente a la de países como Afganistán. Se trata de ayudar a un vecino", adelantó ya ayer, antes del comienzo del ataque, el canciller federal, el conservador Karl Nehammer. El gobierno alemán ofreció este jueves "apoyo masivo", tanto a Polonia como a otros países vecinos europeos, en la acogida de refugiados y ante el previsible flujo migratorio que se derivará tras el ataque de Rusia a Ucrania.

El ejército húngaro se prepara ante la llegada "masiva" de refugiados

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, aseguró este miércoles que "de ninguna manera enviará armas y soldados a Ucrania" y que Hungría debe mantenerse al margen del conflicto armado. Además, aseguró que el Ejército húngaro tiene que estar preparado "para colaborar con la Policía ante una llegada masiva de refugiados".

Los dos países han mantenido hasta ahora relaciones muy tensas. Budapest critica a Kiev por limitar los derechos de las minorías étnicas, entre ellas la magiar de 150.000 personas, mientras que Ucrania acusa a Hungría de apoyar las políticas de Rusia. "La guerra es el peor de los escenarios", dijo el ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, en un vídeo publicado en la red social Facebook. Szijjártó ha asegurado recientemente que Hungría trataría a esos refugiados conforme a las normas de asilo, ya que Hungría sería el primer país seguro para los que huyen de la guerra.

Tanto el Consejo Noruego para los Refugiados como la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) han pedido incluir a niños, ancianos o presos en posibles planes de evacuación. "En caso de que el conflicto armado escale, estas personas, que ascienden a decenas de miles, no tendrían ninguna posibilidad de llegar a zonas seguras", advirtió la organización, quien señaló que desde el estallido del conflicto en Donbás en 2014 ya ha habido casos de ataques a instituciones penitenciarias.

"Millones de personas sufrirían en un conflicto renovado"

Desde el Consejo Noruego para los Refugiados se alertó que "millones de personas sufrirían en un conflicto renovado", después de ocho años de división de las familias que viven en la línea de frente que separa el territorio controlado por el Ejército ucraniano del dominado por las milicias pro rusas.

"Con el incremento de las tensiones políticas y militares, miles de familias seguirán separadas indefinidamente", afirmó el secretario general de la ONG, Jan Egeland, quien recientemente visitó esa zona en conflicto. Recordó que el conflicto en Ucrania es el que afecta a más población perteneciente a la tercera edad (un 30 % de los 2,9 millones de personas que precisan ayuda humanitaria según la ONU son ancianos).

El conflicto iniciado en 2014 ha producido 854.000 desplazados internos, y ha convertido al país en el quinto del mundo con más víctimas civiles por explosiones de minas terrestres.