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La OEA pide brindar "ayuda humanitaria de emergencia" a Perú tras el derrame de petróleo en las costas de Lima

  • La Organización de los Estados Americanos se ha reunido de forma extraordinaria para dialogar sobre el desastre ecológico
  • El vertido se produjo desde la refinería La Pampilla, operada por Repsol, y lanzó al mar más de 10.000 barriles

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Vista aérea de las labores de limpieza en las playas de Ancón, tomada el 28 de enero
Vista aérea de las labores de limpieza en las playas de Ancón, tomada el 28 de enero

La Organización de los Estados Americanos (OEA) ha pedido este miércoles que los organismos internacionales brinden "ayuda humanitaria de emergencia" a Perú tras el derrame de petróleo en las costas de Lima el pasado 15 de enero. El Consejo Permanente de la institución se ha reunido de forma extraordinaria para dialogar sobre “el desastre ecológico”, al que ha expresado "solidaridad y apoyo".

En una declaración, la OEA ha manifestado su "consternación por las graves consecuencias ambientales, económicas, sociales y de la vida y la salud" por el vertido de más de 10.000 barriles de crudo desde la refinería La Pampilla, que opera la petrolera española Repsol. Por ello, ha pedido "una urgente evaluación e investigación de este incidente" y ha exhortado a "las instituciones financieras y de desarrollo, internacionales y regionales para que brinden ayuda humanitaria de emergencia".

Asimismo, el organismo ha acordado promover "las medidas necesarias para movilizar su respuesta urgente" y ha dicho estar comprometido con “la solidaridad y la hermandad que son esenciales para el desarrollo pacífico y el bienestar de los pueblos vecinos de las Américas”.

Cinco continentes - Consecuencias del vertido de Repsol en Perú

Según el Gobierno de Perú, el país ha recibido "esquemas concretos" de asistencia técnica y cooperación de al menos 15 países y organismos internacionales. Por ejemplo, la Unión Europea, España, Francia y Noruega han enviado expertos para ayudar en su gestión.

El área afectada alcanza los 105 kilómetros cuadrados

Repsol precisó la semana pasada que el área afectada ha alcanzado los 105 kilómetros cuadrados, una superficie muy superior a los 11,9 kilómetros cuadrados que había informado el Gobierno peruano.

El litoral recibió el vertido de unos 10.396 barriles de crudo, según datos de la empresa, que en un principio señaló que habían sido 6.000 barriles, mientras que las autoridades peruanas aseguran que fueron 11.900 barriles. El acontecimiento llevó al Gobierno a declarar la emergencia ambiental por 90 días.

El derrame, que afectó playas de Lima y el Callao, se produjo en el terminal número 2 de la refinería La Pampilla, en el municipio de Ventanilla, al soltarse o desprenderse presuntamente la plataforma de colectores, en coincidencia con un nivel inusitado del mar a causa del tsunami generado por la erupción volcánica en Tonga.

El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado informó que cerca de 180.000 especímenes de aves entre guanay, piqueros y pingüinos fueron registradas en el ámbito de la Reserva Nacional de los Islotes Grupos de Pescadores, las cuales actualmente se encontrarían en peligro ante el derrame de petróleo, que afecta dos áreas naturales protegidas en la zona de Ancón.

Repsol prevé terminar la limpieza en marzo

La empresa ha confirmado que espera finalizar en marzo todos los trabajos de limpieza del derrame de petróleo. Según ha informado la multinacional española, el mar y las playas estarían limpios a finales de febrero, pero tomarían más tiempo los acantilados y las zonas rocosas.

Playas negras y aves muertas en Perú tras el derrame de petróleo

De acuerdo al cronograma que Repsol ha trasladado al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) de Perú, a mediados de febrero se culminaría la recogida del crudo que aún queda en el mar y para finales del mismo mes las playas ya estarían limpias. Para marzo "quedarán solo acantilados o zonas rocosas de difícil acceso que requieren de unos trabajos específicos que hay que llevar a cabo con las máximas medidas de seguridad para salvaguardar al personal especializado".

Hasta el momento, sus actividades de carga y descarga continúan paralizadas hasta que la empresa "pueda ofrecer garantías técnicas de que no se producirá otro vertido", como expresó el primer día de febrero el entonces ministro de Medio Ambiente, Rubén Ramírez. Tampoco pueden aún salir del país cuatro directivos de Repsol, que están siendo investigados por su presunta responsabilidad.