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Coronavirus

¿Qué se sabe de ómicron 'sigilosa'?: La variante que esconde su identidad en los test

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Muestras de sangre y pruebas de antígenos para detectar el coronavirus, en una imagen de archivo
Muestras de sangre y pruebas de antígenos para detectar el coronavirus, en una imagen de archivo

Se identificó en diciembre de 2021, pero ómicron 'sigilosa' está ahora en el punto de mira. El auge del sublinaje de ómicron BA.2 introduce dos nuevos factores que vuelven a cambiar las reglas de la pandemia en apenas unas semanas: puede confundirse con otras variantes durante los cribados y se ignora cómo se comporta en la realidad.

Sobre el papel, sus mutaciones no preocupan especialmente a los investigadores (al menos, comparado con la ómicron que conocemos), pero ya se está expandiendo por el mundo. Hasta el momento, al menos 40 países han notificado positivos, entre ellos, España, donde las comunidades de Madrid, Cataluña y Baleares han sido las primeras en detectar algunos casos.

Estas son las claves de BA.2, el sublinaje 'sigiloso' de ómicron.

La 'Ómicron sigilosa': la nueva subvariante de la COVID-19 - Ver ahora

¿Por qué se le llama 'sigilosa'? ¿Es más difícil de detectar?

Si BA.2 avanza de forma 'sigilosa', no es porque sea más difícil de diagnosticar con una prueba PCR o de un test de antígenos. El sobrenombre se debe a que carece de cierta mutación que permite diferenciar la variante con una simple PCR, una ventaja con la que sí contábamos para la ómicron dominante (BA.1).

Es decir, hasta ahora hemos podido saber si se trataba de ómicron o delta sin necesidad de secuenciar las muestras. Se podía hacer una estimación fiable con cribados de PCR. Si había fallo en una “diana” del gen-S, era ómicron. Si no lo había, era delta. La cuestión es que con la ómicron 'sigilosa' no existe esa señal negativa, igual que pasa con delta.

“Si este linaje aumentara su prevalencia mientras delta siga circulando a nivel comunitario, las pruebas de cribadas basadas únicamente en este marcador no serán capaces de diferenciar entre los casos de Delta y de BA.2”, avisa el Ministerio de Sanidad en un documento técnico sobre la variante. Si finalmente delta desapareciera de la circulación, este problema también se disiparía.

¿Es una variante nueva?

No, BA.2 pertenece a la misma variante, ómicron, pero es un linaje diferente al predomina en la actualidad (BA.1). De hecho, ya se incluyó junto al resto de sublinajes (BA.1, BA.1.1 y BA.3) en la declaración de ómicron como variante de preocupación de la Organización Mundial de la Salud, a finales del pasado noviembre.

Sin embargo, la inquietud por la expansión creciente del linaje “sigiloso” se debe al desconocimiento que tenemos sobre ello. Como explica la OMS, la “constelación de mutaciones” que se han descrito para definir a ómicron se basan en la secuenciación de BA.1, por lo que hay que ser cautos a la hora de extrapolar esos resultados al resto de subvariantes.

Por ello, la agencia de Naciones Unidas ha pedido prioridad para investigar las características de BA.2 de forma independiente y en comparación con la ómicron que hemos conocido hasta ahora. Solo así podremos saber su capacidad de escape a las vacunas, el riesgo de reinfección y la virulencia del virus.

¿Es más contagiosa?

Todavía es difícil de definir si ómicron 'sigilosa' o BA.2 es más contagiosa que su predecesora, pero se está investigando. Las tendencias apuntan a que crece con rapidez en India, Sudáfrica, Reino Unido y Dinamarca y esto puede deberse a una mayor transmisibilidad, por lo que ha captado la atención de la comunidad científica. No obstante, detrás de ese aumento puede haber detrás otros factores epidemiológicos y sociales.

“Varios países están cerca, o incluso han superado, el pico de oleadas de BA.1. Me sorprendería mucho que BA.2 causara una segunda ola en este momento”, valora en Twitter el virólogo Tom Peacock, del Imperial College. El experto considera que “incluso con una transmisibilidad ligeramente mayor” no será comparable al desplazamiento de delta por ómicron, “sino que probablemente sea más lento y sutil”. Peacock no descarta que la variante ‘sigilosa’ desplace en los próximos meses a la dominante hasta ahora, pero advierte que se trata de una "predicción" que podría estar equivocada.

¿Causa más COVID grave? ¿Escapa a las vacunas?

La virulencia y el escape inmunitario de la ómicron 'sigilosa' son las dos incógnitas que deben despejar las investigaciones en marcha. De momento, las informaciones apuntan a que su comportamiento sería similar al de la original, pero los resultados son muy preliminares, como indicó la ministra de Sanidad, Carolina Darias, este jueves en el Congreso.

“Las primeras observaciones de la India y Dinamarca sugieren que no hay una diferencia dramática en la gravedad en comparación con la BA.1. Estos datos deberían ser más sólidos (en un sentido u otro) en las próximas semanas”, responde Peacock, del Imperial College, respecto a la primera cuestión.

En cuanto a la eficacia de las vacunas, los primeros datos son positivos, pese a ser una de las cuestiones que más preocupaba. El departamento de Salud Pública de Reino Unido ha publicado un estudio que asegura que la eficacia de las vacunas contra la COVID sintomática ha sido similar para las dos ómicron (BA.1 y BA.2). Incluso, un poco mayor para la ‘sigilosa’.

Tras dos dosis, la eficacia fue del 9% para BA.1 y del 13 % para BA.2, después de 25 semanas. Esto aumentó al 63% para BA.1 y 70% para BA.2, a las 2 semanas de la vacuna de refuerzo, según resumen el informe, que vuelve a demostrar la relevancia de las terceras dosis para proteger frente a ómicron, sea 'sigilosa' o no.